Carlos Mesa: “Evo Morales sería quien realmente controle el gobierno en caso de que ganara el MAS”
En entrevista con La Tercera, el exmandatario y uno de los candidatos favoritos en las elecciones de hoy en Bolivia, dijo que Chile “enfrenta un gran desafío” a un año del estallido social y en vísperas del plebiscito.
Las últimas encuestas dejaron abierta la incógnita de lo que sucederá hoy en las elecciones en Bolivia. El próximo presidente podría ser definido durante la jornada por un ajustado margen o el 29 de noviembre, la fecha establecida para una eventual segunda vuelta. En ambos escenarios, el expresidente Carlos Mesa Gisbert (2003-2005) sería protagonista, ya que aparece en segundo lugar en los sondeos de cara a la primera vuelta -con una intención de voto que fluctúa entre un 26% y 33%-, y en un posible balotaje contra el favorito en las encuestas, Luis Arce, candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS), se impondría con un 41% de los sufragios. El periodista y exvocero de la demanda marítima, de 67 años, busca volver al Palacio Quemado para concertar un gobierno de centro que instale nuevas políticas en Bolivia, según detalla en esta entrevista por escrito con La Tercera.
¿Bolivia tendrá un nuevo presidente hoy o el resultado será tan estrecho que obligará a un balotaje? ¿El resultado, sea cual sea, será admitido por todos?
Trabajamos para ganar en primera vuelta. Si es necesaria la segunda vuelta, estamos seguros de ganarla. Nosotros admitiremos el resultado, sea cual sea. El MAS, en cambio, no está dispuesto a ese compromiso, porque quiere generar dudas sobre el resultado y alega -surrealismo puro- que si el resultado no es igual a las encuestas, no lo reconocerá. Por si fuera poco, amenaza con movilizaciones duras para “denunciar el fraude”.
¿Cómo ve al MAS sin Evo Morales? ¿Es posible una injerencia del exmandatario en un eventual gobierno masista?
No tenga la menor duda. Morales sería quien realmente controle el gobierno en caso de que ganara el MAS.
Del total de binomios que se presentaron, varios optaron por renunciar a la postulación, como Jeanine Áñez y Jorge “Tuto” Quiroga. ¿Cree que eso beneficia a su alianza, Comunidad Ciudadana?
Nuestra campaña se ha basado en propuestas, un proyecto de futuro y un sentido de visión de Estado. Representamos a quienes quieren una transformación histórica y saben que ésta será imposible si el MAS vuelve al gobierno. La decisión de los candidatos que han renunciado a su postulación la asumimos como la conciencia realista de que el país necesita un gobierno consistente.
¿Por qué la centroderecha no logró agruparse en un frente único contra el MAS? ¿Es posible que en un eventual balotaje sus actuales rivales (Camacho, Chi y Mamani) le endosen un respaldo electoral?
La calificación de centroderecha es ya un arcaísmo político. En lo que a Comunidad Ciudadana concierne, tal definición representa muy poco. No sé si los candidatos que usted menciona me endosarán o no un respaldo si hay segunda vuelta. De lo que sí estoy seguro es que quienes creen en la democracia votarán por nosotros. La unidad se logra a través del voto de los ciudadanos, lo que no quiere decir que no valoremos ese paso si los otros candidatos nos respaldan si se da la segunda vuelta.
¿Cuál considera que será la influencia del voto oculto?
El MAS ha generado mucho miedo durante su gobierno, por ello, es muy probable que exista un nivel relevante de voto oculto.
Tras los comicios anulados de octubre de 2019, veedores internacionales han alertado de la probabilidad de un nuevo conflicto social poselectoral. ¿Cómo se evita un nuevo estallido social? ¿Hay un hartazgo de la sociedad boliviana frente a la política?
Primero, hubo un descarado fraude electoral perpetrado por Evo Morales, quien controlaba al Tribunal Electoral. Fraude que probó la auditoría internacional de la OEA, respaldada por la Unión Europea. Segundo, estoy preocupado porque, como dije, el MAS anuncia movilizaciones y amenaza con acciones en calles y carreteras, haciendo honor a su espíritu autoritario y poco democrático. Comunidad Ciudadana responderá como siempre con firmeza, pero a través de la paz y la democracia como premisas. La inmensa mayoría de los bolivianos están hartos del secuestro masista de sus libertades.
¿Cómo evalúa el rol de las FF.AA. en la salida de Evo y en su respaldo a Jeanine Áñez?
La transición contra el fraude y la resistencia democrática pacífica del pueblo ante el segundo atropello electoral perpetrado por Morales (el primero fue el del referendo del 21-F en 2016), y la consolidación de la Presidenta constitucional fue compleja y amerita una investigación, tanto de quienes provocaron la violencia como de la respuesta y sus consecuencias.
¿Cómo ve la estrategia del Palacio Quemado ante la pandemia?
La cuarentena fue una medida correcta, pero tuvo deficiencias en algunos aspectos críticos, como los respiradores y la irregularidad en su adquisición, el manejo errático de pruebas de Covid-19 y la falta de articulación entre el gobierno central, las gobernaciones y los municipios.
¿Cuál sería su postura frente a Maduro? ¿Cómo se alinearía Bolivia en la región?
Considero que Nicolás Maduro es un dictador. Hasta que su gobierno no garantice elecciones libres, transparentes y creíbles, la posición de Bolivia, si soy Presidente, no cambiará. En cuanto a la región, relaciones de respeto, sin injerencias ni juicios de valor basados en cuestiones ideológicas. Es un imperativo construir espacios de integración que superen el gran daño que le hizo a la región la lógica de amigo-enemigo y de afinidades o desafectos por razones de modelo político o económico.
“Nuestro derecho a un acceso soberano al mar por el Océano Pacífico es irrenunciable y persistirá mientras Bolivia viva”, dijo usted a La Tercera en 2019. ¿Trataría de reiniciar el diálogo con Chile por el tema marítimo?
Me ratifico en todos y cada uno de esos conceptos, pero tengo claro que el fallo de La Haya abrió un paréntesis. Hoy lo que cabe es la recuperación de confianza mutua entre ambos países. Hay muchos temas que debemos tratar, libre tránsito, aduanas y complementación económica, por ejemplo.
A un año del estallido social en Chile y en víspera del plebiscito, ¿cómo ve la situación en el país?
Enfrenta un gran desafío. El país ha cerrado un ciclo importante de su historia desde la recuperación de la democracia y debe ajustar sus respuestas a nuevas demandas. El secreto es encontrar un proyecto integral para una sociedad que ha ampliado y transformado sus expectativas.
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