¿Cuán viable es la reforma de pensiones de Macron?: Sexto día de huelga nacional en Francia por el proyecto del Ejecutivo
El país “se detuvo” este martes y los trabajadores se volcaron a las calles a protestar contra la ley impulsada por el presidente, que aumentaría de 62 a 64 la edad de jubilación para 2030.
Ha sido un gallito largo: desde el 27 de enero hasta ahora, se han registrado seis jornadas de movilización contra la reforma de pensiones en Francia, con marchas en las calles, cancelación de vuelos y trenes, y el bloqueo de refinerías y plantas productoras de energía. En este “martes negro”, como titularon algunos diarios locales, los sindicatos intentaron “parar Francia”, jugándose el todo por el todo a días de que la reforma de pensiones del Presidente Emmanuel Macron sea aprobada por el Senado.
El secretario general de la CFDT, uno de los sindicatos más grandes de Francia, señaló que se trataría de una “jornada de movilización extremadamente fuerte”, y llamó al presidente a “no seguir haciendo oídos sordos”. “Podemos hacer una movilización aún más fuerte que la del 31 de enero, que fue la más grande desde los inicios de los 90″, indicó el sindicalista.
Un conflicto entre los sindicatos y el gobierno que solo mostrará un vencedor en las próximas semanas, en palabras del diario Le Figaro: “Por un lado, el Ejecutivo, que espera mantener su reforma de pensiones cueste lo que cueste. Y por el otro, la alianza de la CGT y CFDT (dos principales sindicatos franceses), que no baja los brazos hasta que se quite el aplazamiento de la edad legal de jubilación a los 64 años”.
Mathieu Gallard, director de estudios de la encuestadora Ipsos Francia, comentó a La Tercera el alcance de la huelga: “Es un movimiento social extremadamente importante, sin par desde el movimiento que hubo contra la reforma de pensiones de 1995, que debió ser anulada por Jacques Chirac. Esto muestra que aún cuando los sindicatos se han debilitado durante las últimas décadas, son aún capaces de movilizar fuertemente cuando un proyecto de reforma preocupa e inquieta a los franceses”.
Según RFI, se trata de la reforma que Macron “no tiene derecho a fallar”: batalla de credibilidad frente a la oposición y prueba de fuerza en los sindicatos. Incluso frente a la potencial pérdida de popularidad, la reforma es central para su segundo mandato, y todos los altos responsables de su mayoría política han comprometido el avance de la ley, sea a través del “sí” del Parlamento, o a través del polémico artículo 49.3 de la Constitución, que permitiría aprobar por fuerza la reforma.
Respecto a la posibilidad de que Macron retire la ley, Gallard es claro: “Es poco probable. Incluso sin la mayoría en la Asamblea Nacional, y aún cuando los Republicanos no voten lo suficiente en favor al proyecto de ley para que sea aprobada, el presidente tiene sus medios gracias al procedimiento de hacer pasar la ley sin mayoría. Sobre todo, sabe que si cede, Macron estará totalmente debilitado y desacreditado para los próximos cuatro años que le quedan a su quinquenio”.
De momento, tanto Macron como su primera ministra, Élisabeth Borne, se han mostrado dispuestos a cambios en distintas partes de su reforma, y principalmente en lo relativo a las profesiones más precarias y a la situación de las mujeres trabajadoras. De todos modos, ambos han insistido sobre su voluntad de no mover un ápice el núcleo de la reforma: la jubilación a 64 años para 2030, contra los 62 que estipula hoy la legislación francesa.
El proyecto, en “primera lectura”, fue aprobado por la Asamblea Nacional, la cámara baja del Legislativo francés. Precisamente este martes, el Senado examinaba la reforma artículo por artículo, y finalmente, tendría que volver a la Asamblea a finales de mes, en miras a su votación definitiva.
Marc Ferracci, diputado del partido oficialista Renacimiento, aseguró este martes: “Volver a discutir la medida de la edad sería vaciar la reforma de su sustancia. No veo ninguna circunstancia en la cual el gobierno pueda retroceder. Sobre todo, considerando que ya hicimos ajustes en el tema de la pensión mínima y de las profesiones con carreras largas”.
En el canal de televisión France 5, la primera ministra también defendió su negativa a cambiar el núcleo de la reforma. “Puedo entender que no mucha gente quiera trabajar dos años más, pero es necesario para garantizar la viabilidad del sistema”, señaló. “Cuando pasamos de tres activos que financian a un retirado, a que financien a uno y medio mañana, es el futuro de nuestro sistema el que está en juego”, argumentó Borne.
Durante la jornada de este martes, la izquierda en el Senado hizo eco de la movilización social. La senadora comunista Cathy Apourceau-Poly comentó en el hemiciclo: “Ha habido manifestaciones como las que no veíamos hace muchos años. Es hora de que retiren su proyecto. Los asalariados, las personas, la calle lo reclama”.
El Senado, con una mayoría de derecha, continúa en tanto el examen del texto. Desde el jueves hasta ahora, los senadores han votado ya a favor de los primeros cuatro artículos de la reforma, entre ellos la eliminación de ciertos regímenes de pensión especiales, como los de los trabajadores del sector energético y del metro parisino. El polémico artículo 7, que cambia la edad de jubilación a los 64 años, podría ser examinado este miércoles.
“La ley será votada en las semanas que vienen, y el gobierno espera que el movimiento decline rápidamente. Esto es muy posible, porque los franceses sienten de hecho que Macron y el gobierno están determinados y no cederán. Pero eso dejará, sin duda, un fuerte rencor, una fuerte cólera en la opinión pública”, señala Gallard.
Los sondeos, de momento, le dan malas noticias al gobierno de Macron. La movilización tiene un 64% de apoyo entre los franceses, y la paralización del país, un 59%. La reforma, en tanto, es considerada por la mayoría de los interrogados como injusta, ineficaz para asegurar la continuación del sistema de pensiones, y en general, innecesaria.
Un estudio publicado este lunes por BFMTV muestra que el 67% de los franceses está en contra de la reforma propuesta por el gobierno, de entre los cuales el 39% está “muy” en contra.
La semana, en tanto, estará llena de manifestaciones en Francia: si este martes fue la huelga general, este miércoles habrá marchas y demostraciones feministas por el Día Internacional de la Mujer, el jueves una protesta por los trabajadores de la salud, y el viernes, una “huelga nacional por el calentamiento global y la renovación térmica”.
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