Disturbios en diversas ciudades de España durante manifestaciones por detención de rapero Pablo Hasél dejan al menos 15 detenidos
Cantante fue arrestado para cumplir una pena de nueve meses de cárcel por tuits contra la monarquía y las fuerzas de seguridad.
Las manifestaciones que fueron convocadas este martes en algunas ciudades de España en apoyo al rapero, Pablo Hasél, culminaron con 15 detenidos producto de diversos disturbios.
Símbolo para algunos de la libertad de expresión en España, Hasél fue detenido y encarcelado este martes para cumplir una pena de nueve meses de cárcel por tuits contra la monarquía y las fuerzas de seguridad.
La mayoría de las manifestaciones se desarrollaron en Valencia y en las ciudades catalanas de Barcelona, Lérida, Girona y Vic, las cuales terminaron en enfrentamientos con la unidad antidisturbios de los Mossos d´Escuadra (policía catalana), además de la quema de contenedores de basura y motocicletas estacionadas, y el intento de entrada forzando las puertas en algunas sedes bancarias. La policía ha respondido a los alborotadores disparando balas de goma.
Los incidentes mas graves se vivieron en Vic, lugar en el cual una turba de manifestantes rodeó la comisaría de los Mossos y la atacó con objetos contundentes, provocando daños al exterior de la unidad.
La ciudad con la concentración más numerosa fue Barcelona donde llegaron cerca de 5.000 personas, mientras que en Lérida, la ciudad natal del rapero, se reunieron cerca de 1.200 personas.
Según informa el diario español La Vanguardia, ocho personas habrían sido detenidas en Lérida, cuatro en Vic y tres en Barcelona.
La detención
“No nos van a parar nunca, no nos van a doblegar”, gritaba Hasél con el puño en alto mientras la policía lo escoltaba fuera de la Universidad de Léirda, en la región nororiental de Cataluña, donde se había atrincherado la víspera con decenas de jóvenes.
“Muerte al Estado fascista”, vociferó instantes antes de entrar en el vehículo policial, entre abucheos de activistas que protestaban en la ciudad a 150 kilómetros de Barcelona.
De allí fue llevado directamente al centro penitenciario de esa localidad, donde ingresó de inmediato, informo la policía.
Condenado a nueve meses de cárcel por unos tuits publicados entre el 2014 y 2016, Hasél tenía plazo hasta el viernes 12 de enero para entregarse voluntariamente y empezar a cumplir sentencia por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona y las fuerzas de seguridad.
En los mensajes, el rapero arremetía contra la monarquía y llamaba, por ejemplo, “mercenarios de mierda” a las fuerzas policiales y las acusaba de torturar y asesinar a manifestantes e inmigrantes.
En el 2014, el cantante ya había sido condenado a dos años de cárcel por enaltecimiento del terrorismo, por unas canciones donde pedía la muerte de la familia real o ensalzaba a grupos extremos responsables de acciones violentas. En esa ocasión, la pena no se ejecutó.
“Una falsa democracia”
En una entrevista telefónica con la Agence France-Presse (AFP), Hasél dijo el viernes que no se entregaría. “Tendrán que venir ellos a secuestrarme y también servirá para que el Estado quede retratado como lo que es: una falsa democracia”, señaló.
El lunes, ante los rumores de una detención inminente, se atrincheró en el edifico del rectorado de la universidad de su ciudad natal junto a decenas de jóvenes que querían dificultar su arresto.
Los agentes policiales llegaron hasta la universidad y, pese a encontrarse algunas barricadas y contenedores para impedir su acceso, pudieron desalojar a los activistas sin “incidentes graves”, comentó un portavoz.
Unos 200 artistas, entre ellos el director de cine Pedro Almodóvar, el actor Javier Bardem y el cantautor Joan Manuel Serrat, firmaron un manifiesto en su defensa.
Incomodidad del gobierno
El escándalo incomoda al gobierno de izquierda del socialista Pedro Sánchez, cuya portavoz, María Jesús Montero, reconoció la semana pasada que no había “proporcionalidad” en la condena al rapero.
Su vicepresidenta, Carmen Calvo, evitó pronunciarse este martes sobre la decisión judicial, pero reiteró la voluntad del gobierno de revisar este tipo de delitos para que no sean sancionados con penas de cárcel.
“En el ámbito de la libertad de expresión debe haber una horquilla de comprensión y tolerancia propia de una democracia madura como la nuestra”, dijo tras la reunión del Consejo de Ministros.
Su socio minoritario en la coalición, el partido político Podemos, se manifestó contra el arresto del rapero.
“Todos aquellos que presumen de esta “plena normalidad democrática” y se consideran progresistas, deberían sentir vergüenza”, tuiteó la formación.
El mensaje evoca unas recientes declaraciones de su líder y vice presidente del gobierno, Pablo Iglesias, quien aseguró que “no hay una situación de plena normalidad política y democrática en España”.
Sus comentarios, que generaron discordia dentro del gobierno, se referían a la situación de los nueve dirigentes catalanes que cumplen entre 9 y 13 años de cárcel por el fallido intento de secesión del 2017.
El caso de Hasél recuerda al del rapero español Valtonyc, quien en el 2018 se marchó a Bélgica horas antes de entrar en prisión para cumplir una condena por injurias al rey, enaltecimiento del terrorismo y amenazas en sus canciones.
Desde ese país, que rechaza hasta ahora la extradición solicitada por España, el rapero aseguro a la AFP sentir “vergüenza” y “rabia por ver un compañero tratado así por hacer lo que los artistas hacen, que es provocar”.
“Los artistas ahora van a sufrir el peor tipo de censura, que es la autocensura. Hay muchas canciones que no se van a escribir, obras de teatro que dejarán de ser escritas, todo por miedo”, señaló.
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