El polvorín de Medio Oriente que amenaza con convertirse en una guerra regional

FILE PHOTO: Israel's Iron Dome anti-missile system intercepts rockets, as seen from Ashkelon
El sistema antimisiles israelí Cúpula de Hierro intercepta cohetes después de que Irán disparara una salva de misiles balísticos, visto desde Ashkelon, Israel, el 1 de octubre de 2024. Foto: REUTERS.

Un año después de iniciado el conflicto entre Israel y Hamas, muchos vecinos de la zona, así como los grupos islamistas que habitan Medio Oriente, ya no son los mismos. Mientras Irán ha desatado su fuerza directa e indirecta, Israel extendió su ofensiva en Gaza para acabar con Hezbolá en Líbano.


Algunos lo advirtieron: el ataque de Hamas contra Israel el 7 de octubre de 2023, toma de rehenes incluida, podría dar paso a un conflicto regional, no solo por el apoyo de Irán a ese grupo radical palestino, sino porque Hezbolá también podría intensificar el lanzamiento de cohetes contra el territorio israelí en el sur de Líbano. Y así ocurrió.

A un año del asalto de Hamas  y de la represalia israelí contra la Franja de Gaza -que ha dejado más de 41 mil palestinos fallecidos- el temor a una guerra a una escala mayor está más latente que nunca en estos últimos doce meses. De hecho, esta semana Irán lanzó al menos 180 misiles contra el territorio israelí en represalia por los ataques de Israel contra Hezbolá en Líbano y luego de la muerte de su líder, Hassan Nasrallah.

Israel y la guerra abierta

Para cuando las alarmas entre las autoridades israelíes saltaron, la mañana del 7 de octubre, el daño ya era irreversible. Decenas de milicianos de Hamas, el grupo islamista que ha gobernado la Franja de Gaza desde que se tomó el poder en 2007, se infiltraron por el sur de Israel, asesinando a más de 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomando como rehenes a otros 250.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió mano de hierro. Se comprometió a “eliminar” a Hamas de la faz de la tierra, por lo que impulsó un asedio a gran escala contra el enclave palestino. ¿Era realista su plan? ¿Con esa estrategia lograría recuperar a los rehenes?

A view shows pictures of hostages kidnapped during the deadly October 7 attack on Israel by Hamas, amid the ongoing Israel-Hamas conflict, in Tel Aviv
Imágenes de rehenes secuestrados durante el mortal ataque del 7 de octubre contra Israel por parte de Hamás, en Tel Aviv, Israel, el 4 de octubre de 2024. Foto: REUTERS.

Históricamente, Israel ha enfrentado la enemistad de sus vecinos en la región. Las numerosas guerras regionales del pasado son prueba de aquello, y no sería distinto esta vez. Hoy, Israel sostiene un conflicto no solo con Hamas, sino que en muchos otros frentes.

Los territorios palestinos

El primero en sentir la respuesta israelí fue el pueblo palestino. Si bien los orígenes de Hamas radican en Gaza, prácticamente la totalidad de sus habitantes se han visto afectados por la ofensiva en el enclave. La franja ubicada al suroeste de Israel ha visto el movimiento de 1,9 millones de desplazados.

Esta semana, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU advirtió que se teme que la educación de miles de niños “retroceda hasta cinco años”, con “el riesgo de crear una generación perdida de jóvenes palestinos traumatizados permanentemente”.

Funeral of Palestinians who were killed in an Israeli airstrike, in Tulkarm camp
Un grupo de personas llora a los palestinos Saja Kharyoush, su marido, sus dos hijos y su hermano, que murieron en un ataque aéreo israelí, durante su funeral en el campo de Tulkarm, en Cisjordania ocupada por Israel, el 4 de octubre de 2024. Foto: REUTERS.

Pero los gazatíes no son los únicos palestinos que se han visto afectados por la guerra. En Cisjordania, el territorio bajo ocupación israelí, también ha sentido los efectos de la guerra contra Hamas. Allí, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han llevado a cabo operaciones para desbaratar células del grupo islamista, aseguran.

Organismos de derechos humanos han denunciado desde dificultad para acceder al agua, hasta un creciente número de ataques a civiles.

Las cifras son elocuentes. Más de 600 palestinos han sido asesinados en Cisjordania desde el 7 de octubre, lo que transforma a estos últimos 12 meses en los más mortíferos para sus habitantes desde que la ONU lleva este registro, allá por 2005.

El diezmado Hamas

Fueron quienes iniciaron el conflicto y, por ende, el primer objetivo de Israel. Con una fuerza terrestre estimada en menos de 20.000 milicianos, considerando que llegaba a 25.000 previo al 7 de octubre de 2023, la cúpula del partido político que gobierna Gaza ha sido en gran parte descabezada por las FDI.

El 31 de julio fue asesinado su líder político, Ismail Haniyeh, mientras se encontraba en Irán. Si bien Israel no se ha adjudicado el ataque, el grupo islamista informó que fue objetivo de un misil en una casa de huéspedes estatal en la que se alojaba. Meses antes, el 2 de enero de este año, un ataque con aviones no tripulados de origen israelí acabó con la vida del subjefe de Hamas, Saleh al-Arouri. Se trataba del fundador del ala militar, las Brigadas de Ezzeldin Al-Qassam.

Soldados de Hamas
Soldados de Hamas. Archivo.

La organización islámica fundada en 1987, durante el primer levantamiento palestino contra la ocupación militar israelí de Cisjordania y Gaza, está hoy contra las cuerdas. Si bien sigue activa, Israel ha logrado acorrararla. Aunque han planteado su interés en lograr una tregua, sus exigencias no coinciden con las del gobierno de Benjamin Netanyahu.

Hezbolá y su irrupción

Se trata de uno de los principales actores del conflicto, como ha quedado de manifiesto en los últimos días con un enfrentamiento directo con Israel en la frontera sur de Líbano. Tras lo ocurrido hace un año, esta guerrilla libanesa que cuenta con el respaldo de Irán, se plegó a los ataques contra el territorio israelí para de alguna forma intentar ayudar a Hamas.

Tras declarar su apoyo a este último grupo el 7 de octubre de 2023, pusieron en marcha una serie de ataques desde Líbano. En un inicio, se trató más bien de escaramuzas e intercambios limitados. Pero con el pasar de los meses, las hostilidades se intensificaron por los golpes contra la cúpula de Hezbolá. Esto provocó la mayor crisis entre ambas partes desde la guerra de Líbano en 2006.

El protagonismo del grupo islámico es tal que ha sido más descabezado que Hamas. Entre sus bajas figura el líder de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrallah; el comandante Ibrahim Qubaisi;el jefe de operaciones Ibrahim Aqil; además de los altos mandos Ahmed Wahbi, Fuad Shukr, Mohammed Nasser y Taleb Abdallah.

Tras el asesinato de Nasrallah, la situación escaló. De hecho, tras una serie de bombardeos aéreos, esta semana Israel invadió por tierra el sur de Líbano, en la primera incursión desde 2006, cuando una guerra entre ambas partes se extendió por un mes. Los combates ya cobraron fallecidos. Así lo informó el miércoles Israel, que admitió que nueve de sus soldados cayeron en enfrentamientos. A su vez, la ofensiva israelí ha provocado al menos dos mil muertos en el territorio libanés.

El rol de los hutíes

Aunque no son vecinos directos de Israel se han mantenido en el centro de la crisis que golpea a Medio Oriente. Su posición geográfica, bajo Arabia Saudita y con control del paso marítimo entre el Mar Rojo y el golfo de Adén -incluyendo parte del mar Arábigo-, se han convertido en los protagonistas de un bloqueo marítimo que se extiende ya por meses.

Protesters rally to commemorate late leader of Lebanon's Hezbollah Nasrallah and show support to Palestinians, in Sanaa
Manifestantes, en su mayoría partidarios de los Hutíes, se reúnen para conmemorar al difunto líder de Hezbolá en Líbano, Hassan Nasrallah, y para mostrar su apoyo a los palestinos en la Franja de Gaza, en Sanaa, Yemen, el 4 de octubre de 2024. Foto: REUTERS.

Estos militantes chiitas llevan dos décadas luchando contra el gobierno internacionalmente reconocido de Yemen. El grupo islámico controla gran parte del norte del país, y ahora amenazan a embarcaciones que cruzan una de las rutas más transitadas del planeta.

Gerald Feierstein, exembajador de Estados Unidos en Yemen, conoce la realidad local de primera mano. “Los hutíes mantienen desde hace tiempo posturas contrarias a Israel y Estados Unidos, incluido su lema de ‘muerte a los judíos’ y ‘muerte a Estados Unidos’. Por ello, sus ataques a barcos internacionales supuestamente en apoyo de los palestinos de Gaza no resultan sorprendentes”, señaló a La Tercera.

Según Feierstein, “es posible que hayan calculado que adoptar una postura popular propalestina y ser percibidos como del lado del pueblo palestino sería popular entre los yemeníes y mejoraría su reputación regional”.

Irán pasa a la ofensiva

No es la primera vez que Irán se involucra directamente en la guerra. Fue el 13 de abril de 2024, en un contexto similar, cuando este país persa lanzó la “Operación Promesa Verdadera”, tras lo cual disparó más de 300 misiles y drones. Fue su respuesta al bombardeo israelí contra la embajada iraní en Damasco, el 1 de abril.

Esta semana, Teherán respondió de la misma manera, con unos 180 misiles, en el segundo gran ataque iraní contra Israel. Según el gobierno iraní, se trató de una represalia por la invasión terrestre de Líbano, así como por la muerte del líder de Hezbolá, grupo al que financia.

Friday Prayers and a commemoration ceremony of late Lebanon's Hezbollah leader, Sayyed Hassan Nasrallah in Tehran
Un grupo de personas asiste a la oración del viernes y a una ceremonia de conmemoración del difunto líder libanés de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrallah, en Teherán, Irán, el 4 de octubre de 2024. Foto: WANA vía REUTERS.

Pero la razón esgrimida por Irán para atacar ahora no parece convencer a todos. En opinión de Michael Knights, investigador de The Washington Institute especializado en asuntos militares y de seguridad de Irak, Irán y los Estados del Golfo, “los dirigentes iraníes han concluido un difícil debate interno en los últimos días y han decidido asumir nuevos riesgos al golpear a Israel”, dijo a este periódico.

“En julio, cuando Haniyeh fue asesinado en Teherán, los iraníes no respondieron y ahora lo lamentan, porque desde entonces se han producido muchas otras pérdidas. Con el ataque del 1 de octubre, Irán intenta, tardíamente, restablecer la disuasión, pero Israel sigue muy confiado”, dijo.

Siria a la espera

Uno de los actores que más ha llamado la atención, pero por su relativo silencio, es Siria. Parte del llamado “Eje de Resistencia” que lidera Irán, el país controlado por Bashar Assad recibió el apoyo de Teherán durante la guerra civil, con los servicios de Hezbolá incluidos.

Sin embargo, las declaraciones de sus dirigentes no han llamado a una confrontación directa, ni tampoco han buscado unirse a la ofensiva contra Israel. La última declaración de Assad ocurrió tras el asesinato de Nasrallah: “Estamos seguros de que la resistencia nacional libanesa continuará por el camino de la lucha y la justicia frente a la ocupación, y seguirá apoyando al pueblo palestino en su lucha por su justa causa”.

En opinión de Knights, Assad “decidió desde las primeras fases de esta guerra no dejar que la Siria controlada por el régimen se convirtiera en una plataforma de lanzamiento contra Israel”.

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