El rey Carlos establece las prioridades del nuevo gobierno laborista: revivir la economía y hacer frente a la escasez de vivienda y la crisis del costo de vida
En una ceremonia pomposa y tradicional, el monarca británico presentó la agenda legislativa del primer ministro Keir Starmer.
En una gran ceremonia de trompetas, coronas y tradición que reunió a la realeza y a la clase política de Gran Bretaña este miércoles, el rey Carlos III inauguró formalmente un nuevo Parlamento leyendo los planes de su nuevo primer ministro laborista, Keir Starmer, cuya aplastante victoria electoral a principios de este mes puso fin rotundamente a una era de 14 años de gobierno conservador.
La apertura oficial del Parlamento comenzó con la teatralidad de la monarquía constitucional en plena exhibición, diseñada para asombrar al público y otorgar legitimidad durante las transiciones de poder, relató la cadena estatal BBC. “La era de la política como un acto de rendimiento y de interés personal por encima del servicio ha terminado. (...) La lucha por la confianza es la batalla que define nuestra era política”, declaró Starmer en una introducción a la agenda.
Siguiendo una antigua tradición parlamentaria, el rey Carlos leyó la lista de proyectos de ley que el nuevo gobierno quiere aprobar en lo que se conoce como el Discurso del Rey, con 40 leyes clave que el nuevo primer ministro Starmer planea implementar en su primer año en el poder. El discurso del rey lo escribe íntegramente el gobierno, siendo el rey Carlos sólo el mensajero. Aunque es el jefe de Estado, el rey Carlos tiene poco poder real más allá de sus funciones ceremoniales.
Durante el discurso, el nuevo gobierno de Gran Bretaña prometió poner fin a una “era de política como actuación”, revelando una amplia agenda que apunta a la construcción de viviendas, el crimen y la migración ilegal y aborda una ruptura de la confianza que quedó expuesta durante las elecciones generales del país.
Las 40 nuevas leyes en la lista superan a las 21 del último Discurso del Rey junto al antiguo Premier conservador Rishi Sunak y tiene la cifra más alta desde 2005, cuando se anunciaron 50 leyes, de acuerdo con el periódico inglés The Mirror. “Incluso el simple número de proyectos de ley” habla del “nivel de ambición” de este nuevo gobierno, dijo Anand Menon, profesor de política en el King’s College de Londres, al periódico estadounidense The Wall Street Journal.
Las primeras líneas del discurso del Rey comenzaban así: “Mi gobierno gobernará al servicio del país. El programa legislativo de mi gobierno estará orientado a la misión y se basará en los principios de seguridad, justicia y oportunidades para todos”. La lista se centró en el argumento central de Starmer de “renovación nacional”, e incluyeron una promesa de nacionalizar los ferrocarriles británicos y abordar la crisis de la vivienda modificando las leyes de planificación para construir viviendas más asequibles, según información de CNN.
La reforma de la red ferroviaria británica, afectada por la crisis, fue una de las principales prioridades del nuevo gobierno. El discurso del Rey incluyó dos proyectos de ley para ello: el primero, que pondrá fin a las franquicias para empresas privadas, y avisará de que los ferrocarriles volverán a ser propiedad pública una vez que los contratos expiren o se cancelen debido a fallos.
El segundo, y el más importante, creará Great British Railways (GBR), un organismo público que se hará cargo de la gestión de la red. Habrá reformas en la emisión de billetes y un nuevo organismo de control de pasajeros para ayudar a mejorar los servicios. La secretaria de Transporte, Louise Haigh, dijo al Mirror que la iniciativa “dará el pistoletazo de salida” en unos días.
El discurso pronunciado por rey hizo hincapié en el crecimiento económico en repetidas ocasiones, afirmando que “garantizar el crecimiento económico será una misión fundamental”. Gran Bretaña es la sexta economía más grande del mundo, pero se ha visto afectada por una baja productividad, salarios estancados e inversiones limitadas.
Starmer también hizo nuevas y duras promesas para abordar la migración ilegal y, en términos más generales, criticó a los gobiernos conservadores que habían gobernado Gran Bretaña desde 2010 y a la oleada de populismo que se ha extendido por todo el Reino Unido y Europa, según información de CNN. “El encanto del populismo puede sonar seductor, pero nos conduce a un callejón sin salida de mayor división y mayor decepción”, escribió Starmer.
También afirmó que la nueva administración “reiniciará la relación con los socios europeos”, un vuelvo respecto a los años del Brexit que dominaron la era conservadora. Su agenda se extendió a ambos lados del eje central de la política británica que Starmer ha intentado reivindicar, impulsando al público a adoptar un enfoque pragmático e incluyendo medidas diseñadas para atraer tanto a las generaciones mayores como a las más jóvenes.
Los otros puntos importantes de la lista tuvieron relación con el uso de energía, el mejoramiento del transporte público, creación de empleos, la seguridad nacional y fronteriza, beneficios sociales, salud, servicio al país y futuros proyectos de ley, según consignó el periódico inglés The Guardian en una detallada lista. Pero si bien el discurso desarrolló gran parte de la visión orientada al crecimiento -que Starmer presentó durante la campaña electoral del verano-, la pregunta permaneció en torno a cuán rápido los británicos pueden esperar ver un impulso en sus asediados servicios públicos.
Starmer escuchó las palabras mientras estaba de pie junto a su oponente político derrotado, Sunak, quien ahora será relegado a los escaños de la oposición en la Cámara de los Comunes. La agenda pronunciada por el monarca se debatirá más tarde el miércoles en la Cámara de los Comunes, la primera sesión oficial del nuevo Parlamento.
Allí, Sunak, en su nuevo papel de líder de la oposición, presionará a Starmer para que cumpla sus promesas: ya anunció que los conservadores estarán allí para pedir cuentas al gobierno, discrepando no por su propio bien, sino cuando sea necesario, según informó la BBC. Se espera que enmarque el papel poco habitual de su partido como un esfuerzo por ofrecer una oposición constructiva en nombre del país, reconociendo al mismo tiempo que el público había sentido un anhelo de cambio.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.