Elecciones a gobernador en Argentina anticipan incierto escenario para presidenciales de octubre
Mientras el candidato de Macri y Rodríguez Larreta dio el batacazo en Neuquén, acabando con 60 años de hegemonía del Movimiento Popular Neuquino, en Río Negro se impuso un aliado de La Cámpora. Desde el gobierno de Alberto Fernández descartaron que sea reflejo de la situación nacional, y medios locales destacan que el primer test para el libertario Javier Milei resultó lejos de lo esperado por él.
La temporada electoral en Argentina, que culminará en octubre de este año con las presidenciales, empezó este fin de semana con uno de los grandes cupos a llenar: el de gobernadores de las provincias. Con 21 de las 23 sillas por llenar, más la de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el enroque de poderes y la medición de las fuerzas políticas oficialistas, opositoras y la tercera vía libertaria, encarnada en el diputado Javier Milei, también fue medido por el desempeño de sus protegidos o patrocinados. Y los resultados de Neuquén y Río Negro, las primeras en elegir a los próximos gobernadores, fueron un ejemplo de aquella lucha por el poder.
En Neuquén, provincia ubicada al noroeste de la Región Patagónica, se dio el primer batacazo luego de que Rolando Figueroa acabara con 60 años de hegemonía provincial del Movimiento Popular Neuquino (MPN). Díscolo desligado de la misma agrupación a la que destronó, Figueroa es diputado por el MPN desde 2021, y contó con el respaldo del expresidente Mauricio Macri –quien hace tres semanas aproximadamente se bajó de la carrera por la Casa Rosada– y del actual precandidato presidencial de la oposición, Horacio Rodríguez Larreta.
La elección del gobernador se decidió en el tramo final, considerando que Figueroa venció a su principal contendiente, Marcos Koopmann, del Movimiento Popular Neuquino, por menos de tres puntos porcentuales, equivalentes a un poco más de 10.000 votos. Mientras el primero obtuvo el 35,64% de los sufragios, el segundo se quedó con el 33,14% del total.
Patricia Bullrich, la otra carta de Juntos por el Cambio (JxC), coalición opositora al Presidente Alberto Fernández, mostró sus reparos al apoyo de Macri a Figueroa cuando el expresidente lo anunció. En aquel momento argumentó que significaba una ruptura de JxC en el distrito. Si bien el electo gobernador contaba con el apoyo de figuras prominentes de la oposición, no pertenecía a ninguno de los grandes conglomerados que dominan la política nacional.
Tanto el oficialismo como la oposición llevaban candidatos propios en Neuquén, pero ninguno estuvo siquiera cerca de disputar la gobernación. Ramón Rioseco, representante del oficialismo aglutinado en el Frente de Todos (FdT), logró el tercer lugar gracias al apoyo del 12,71%, mientras que Pablo Cervi, de Juntos por el Cambio, quedó quinto al obtener un 3,75%.
Pese a esto, Bullrich se sumó a las felicitaciones a través de redes sociales de sus correligionarios una vez oficializados los resultados de elección. “Felicitaciones al PRO de Neuquén por acompañar la lista de Rolo Figueroa, nuevo gobernador de la provincia, y a todos aquellos que resultaron electos por nuestro partido”, escribió en Twitter la exministra de Seguridad de Macri.
Por otro lado, Rodríguez Larreta afirmó que “después de 60 años vamos a cambiar Neuquén con transformaciones necesarias. Celebro el cambio de rumbo que eligieron los neuquinos. No tengo dudas que es el camino a la transformación del país”.
Bajo un discurso crítico contra el actual gobernador, Omar Gutiérrez, Figueroa levantó su campaña en torno al aumento en los índices de pobreza (38,4%, según medios locales) y de inseguridad, contrastando con la riqueza que la zona produce considerando la presencia de Vaca Muerta, la segunda reserva mundial de gas y cuarto yacimiento mundial no convencional de petróleo. Si bien el precio del barril bajó a precios históricos durante la pandemia de Covid-19, por la disminución del uso del crudo, se espera que en los próximos años explote la riqueza del lugar, aseguró La Nación.
En el frente conformado por el gobernador electo, se aglutinaron ocho listas colectoras que incluyeron el apoyo desde dirigentes locales del socialismo y el peronismo, hasta el Movimiento Evita. Según Clarín, Figueroa cosechó votos tanto entre los libertarios del polémico Javier Milei, actual diputado y otro de los contendientes a la Casa Rosada, como entre seguidores de Juntos por el Cambio.
Lo contrario ocurrió en Río Negro, donde el candidato oficialista Alberto Weretilneck se impuso por más de 16 puntos porcentuales frente a su rival, el representante de Juntos por el Cambio, Aníbal Tortoriello. Si bien se esperaba una diferencia mayor entre ambos, el incuestionable triunfo de Weretilneck se obtuvo al lograr el 40% de los votos al sumar su lista y la de la colectora K que lo apoyaba, explicó Clarín. En las elecciones previas, venció con el 52% tanto en 2019 como en 2015.
Con cerca del 24%, Tortoriello obtuvo el segundo lugar, seguido por Silvia Horne, del Movimiento Evita, quien se quedó con el 11,3% de los sufragios. En cuarta posición, y con un 9,7%, llegó el candidato apoyado por Javier Milei, al obtener el 9,7% de los votos.
El mismo medio detalló que Weretilneck se quedó con la gobernación pese a que el peronismo fue dividido en tres, pero la obtención del apoyo de La Cámpora, el colectivo juvenil kirchnerista, a su candidatura fue determinante.
Los análisis poselección
A seis meses de las presidenciales, aún no están claros los candidatos de cada sector, por lo que estos comicios provinciales se posicionan como material de análisis de cara a lo que ocurrirá en octubre. Pero las elecciones para elegir gobernadores recién empiezan.
Para 2019, la balanza de gobernadores quedó tendiente al actual oficialismo, con 13 de las 24 provincias (incluida la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) en manos del Frente de Todos. Cinco se fueron a Juntos por el Cambio, y cuatro quedaron bajo partidos provinciales. Por último, dos fueron obtenidas por el Partido Justicialista disidente, una forma de peronismo no kirchnerista.
Y, para Clarín, uno de los precandidatos más damnificados con estos primeros resultados –o, al menos, que no cumplió las expectativas– fue el diputado Javier Milei, libertario con aspiraciones presidenciales y que lleva meses figurando en las encuestas.
Según el medio trasandino, el economista libertario invirtió importante capital político en las elecciones de este fin de semana, pese a que su forma de mostrar apoyo se inserte “dentro de un modo de hacer política donde no le regala su popularidad y crecimiento a nadie”. Pero los resultados “no estuvieron a la altura de lo esperado”.
Ejemplo de esto ocurrió en Río Negro, donde el candidato de La Cámpora se quedó con la gobernación. Allí, el “mileismo” se mantuvo detrás de Ariel Rivero, quien apenas sobrepasó el 9% de los apoyos en el distrito, quedando en el cuarto lugar, detrás del Movimiento Evita.
En Neuquén, por otro lado, incluyó entre sus abanderados al periodista y empresario de medios local Carlos Eguía. Previamente, había participado en las elecciones legislativas de 2021, quedando cuarto, con un 14% de los votos totales.
Clarín aseguró que la estrategia mileista apuntaba a ungir candidatos –o dar apoyo– solo a quienes “garantizaran” un 20% de los votos en su respectiva provincia, aspiración que no se cumplió ni en Neuquén ni en Río Negro. Para el periódico, el desafío al que se enfrenta Milei es un síntoma de que el “hartazgo” al que el economista libertario apela para llegar a la Casa Rosada aún no se ha traspasado, al menos, a nivel provincial.
Desde la administración Fernández, en tanto, salieron rápidamente a bajar el perfil de los resultados más notorios, lo que estuvo a cargo del jefe de Gabinete, Agustín Rossi. “Las elecciones tuvieron una dinámica muy fuerte a nivel provincial. Las problemáticas que se resolvieron tienen que ver con lo provincial. Los candidatos apadrinados por Milei no aparecieron con mucha receptividad de votos en ninguna de las dos provincias”, dijo a El Destape.
Según Rossi, las elecciones del fin de semana “no son resultados electorales que se puedan extrapolar linealmente a la cuestión nacional”, puesto que “las dos coaliciones más importantes a nivel nacional aparecen presentándose en forma dividida”.
Sin embargo, reconoció el mal desempeño de las dos principales coaliciones a nivel nacional en las provincias, considerando que en Neuquén, por ejemplo, ambas quedaron muy por debajo de los principales contendientes. “Lo que sí aparece es que los oficialismos de las provincias también tienen una situación de desgaste. Por eso digo que de ninguna de las dos elecciones que se realizaron ayer (domingo) se pueden sacar conclusiones determinantes que se pueden proyectar a nivel nacional”, cerró.
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