Estatua de exmandatario Néstor Kirchner vuelve a Buenos Aires en nuevo aniversario de su muerte
La imagen en bronce, que solía estar en la sede de Unasur en Quito, fue instalada vestíbulo del Centro Cultural Kirchner en la capital de Argentina.
La estatua del expresidente argentino Néstor Kirchner que fue removida de la sede de la Unión de Naciones Suramericanas en Quito volvió a ponerse de pie el martes en Buenos Aires al cumplirse una década de su muerte.
El gobierno recordó a Kirchner, en el poder entre 2003 y 2007, con la instalación de su imagen en bronce en el vestíbulo del Centro Cultural Kirchner en Buenos Aires en un acto encabezado por el Presidente Alberto Fernández, quien fue jefe de Gabinete y hombre de confianza del mandatario.
“El destino existe y alguien quiso que el 27 de octubre del año pasado ganáramos las elecciones y volviéramos a poner en el gobierno un presidente y funcionarios preocupados por los que peor están, por darles derechos y voz a los que les cuesta expresarse”, afirmó un emocionado Fernández.
El Presidente también afirmó ante funcionarios, legisladores y sindicalistas que logrará la recuperación de la economía sumida en una severa crisis desde hace más de dos años, “tal como Néstor me enseñó a poner de pie a la Argentina en 2003”. Dirigentes de derechos humanos participaron en tanto de forma remota debido a la pandemia del nuevo coronavirus.
Al acto no asistió la vicepresidenta y exmandataria Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), viuda del dirigente peronista, quien la víspera señaló que no suele acudir a actividades públicas relacionadas con el aniversario de la muerte de su marido como “un mecanismo inconsciente de no aceptación ante lo irreversible”.
Sin embargo, Fernández de Kirchner sí agradeció las muestras de reconocimiento hacia quien fuera su “compañero de vida” y “especialmente” al mandatario “por la decisión de repatriar la figura de bronce de Néstor” e instalarla en el edificio que fue sede del Correo Argentino y que su fallecido marido “amaba”.
La talla representa a Kirchner con una tenue sonrisa, vestido con corbata y la chaqueta del traje sin abrochar, caminando y con el brazo izquierdo alzado.
La estatua de 2,28 metros de altura y unos 600 kilos había sido donada en 2014 por la entonces mandataria Fernández de Kirchner Unasur y retirada cinco años después por orden del presidente ecuatoriano Lenín Moreno tras el cierre de la sede del bloque sudamericano en Quito. Estuvo almacenada en una bodega desde septiembre de 2019.
Llegó hace dos semanas a Argentina y su instalación coincidió también con el primer aniversario del triunfo electoral que llevó al binomio Fernández- Fernández de Kirchner al poder.
El mandatario dijo días atrás que le preocupaba que la escultura quedara “arrumbada en algún lugar de Ecuador” y que la repatriación del monumento “fue un trámite burocrático que llevó más de un año”.
Antes de asumir el poder el 10 de diciembre, Fernández había anticipado su intención de repatriar la estatua, para lo cual llevó adelante diversas tratativas como la reunión que mantuvo el 13 de marzo en Buenos Aires con Ernesto Samper, exmandatario colombiano y exsecretario general de Unasur.
El 5 de octubre la escultura arribó al Aeropuerto de Ezeiza de las afueras de la capital argentina en un avión carguero y fue trasladada al taller de su autor, el escultor Miguel Villalba, quien le dio un baño de bronce.
Kirchner fue el primer secretario general de la Unasur, un proyecto regional impulsado en 2008 por dirigentes centroizquierdistas sudamericanos que varios años después comenzó a desintegrarse a medida que se producía el éxodo de sus países miembros bajo gobiernos conservadores.
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