Europa estudia cómo defenderse para reducir dependencia de Estados Unidos

Ejercicios de la OTAN "Steadfast Dart 2025" en Rumania. Foto: Reuters.
Ejercicios de la OTAN "Steadfast Dart 2025" en Rumania. Foto: Reuters.

Luego de que el presidente norteamericano culpara a Ucrania por la guerra, y después de meses criticando a la OTAN, los países europeos comienzan a comprender que, en materia de seguridad, el apoyo estadounidense ya no se puede dar por sentado.


En un momento en el que luchan contra enemigos impredecibles, ahora también se enfrentan a aliados impredecibles: ahora que diplomáticos estadounidenses y rusos se reúnen a solas en Medio Oriente para discutir la situación ucraniana, la Unión Europea mira con desconfianza la exclusión de sus países de la mesa de negociaciones, luego de tres años de guerra ucraniana.

El exjefe de la diplomacia europea Josep Borrell tenía una frase recurrente que parece sonar fuerte hoy entre los diplomáticos europeos: “Si no estás en la mesa del juego geopolítico, estarás en el menú. Y lo mismo se puede decir sobre Ucrania: Ucrania debe estar en la mesa y no en el menú”.

Luego de que Donald Trump acusara a Zelensky de ser responsable de la guerra, y sobre todo luego del “discurso de Munich” donde el vicepresidente J.D. Vance se dedicó a criticar a los gobiernos europeos en una reunión en que se esperase que hablara de Ucrania, de a poco las capitales del Viejo Continente están reaccionando. Este lunes, Macron se reunió con los “pesos pesados” de la Unión Europea y el Reino Unido para hablar sobre Ucrania, y estiró la invitación este miércoles a más países del continente.

Emmanuel Macron recibiendo al presidente interino de Rumania Ilie Bolojan en la segunda cumbre europea para hablar de Ucrania, en París. Foto: Reuters.
Emmanuel Macron recibiendo al presidente interino de Rumania Ilie Bolojan en la segunda cumbre europea para hablar de Ucrania, en París. Foto: Reuters.

El Jefe de Estado francés indicó en una entrevista que este lunes, entre sus colegas europeos, “hubo una fuerte convergencia para decir que Rusia constituye una amenaza existencial para los europeos”. El miedo de que el expansionismo ruso no se acabe en Ucrania es fuerte, y preocupa sobre todo a los países bálticos y nórdicos, que comparten frontera con Moscú.

En tanto, Foreign Policy se refiere a las negociaciones de Trump con Putin: “La empresa de Trump parece ser un eco del Acuerdo de Yalta de 1945, mediante el cual el entonces gobernante estadounidense, el presidente Franklin D. Roosevelt, y el líder soviético Joseph Stalin acordaron consignar a Europa del Este a la esfera de influencia de la Unión Soviética”.

Para peor, Donald Trump ha sido un constante crítico de la OTAN, y durante su campaña había llegado a decir que no prestaría ayuda a países que “no pagaran sus cuentas” con el organismo. Además, su cercanía con el mandatario ruso incrementa las dudas acerca de la capacidad europea para defender su territorio en caso de conflicto desde el Este.

Donald Trump dando un discurso en Mar-A-Lago. Foto: Reuters.
Donald Trump dando un discurso en Mar-A-Lago. Foto: Reuters.

Desde el medio Politico, aseguran que este es el momento preciso para que la defensa del bloque “madure”: “Sea como fuere, está claro que las circunstancias actuales –incluido lo que ocurrió en el período previo y durante la Conferencia de Seguridad de Munich– están obligando a Europa a “crecer” en lo que respecta a su propia seguridad y defensa”.

Este crecimiento ya era algo que se esperaba desde el fin de la Guerra Fría, siendo una posición tomada por Estados Unidos desde entonces, apunta el Atlantic Council: el aumento en gasto militar por parte de Europa “ha sido el objetivo a largo plazo de los responsables de la formulación de políticas en Washington DC, a pesar de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en febrero de 2022. Si bien el mensaje de Trump sobre la cuestión de la seguridad europea ha sido característicamente directo, su posición en realidad está muy en línea con tendencias de larga data en la política exterior de Estados Unidos”.

En ese sentido, desde Washington se espera que los países europeos asuman un compromiso mucho mayor para financiar la seguridad del continente, incluido suministrar el material necesario a Ucrania. Sin embargo, indica el Atlantic Council, “la industria de defensa europea aún no está en condiciones de afrontar este desafío, y en los tres años transcurridos desde el inicio de la invasión a gran escala de Rusia solo ha habido avances limitados en la producción de armas y equipos críticos. Los déficits clave incluyen elementos esenciales como sistemas de defensa aérea, municiones guiadas de precisión, sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes y vehículos blindados de combate de infantería”.

Precisamente a causa de la guerra en Ucrania, el gasto bélico de los distintos países de la Unión Europa ha subido a niveles nunca antes vistos. Al respecto, el Consejo Europeo detalla: “Entre 2021 y 2024, el gasto total en defensa de los Estados miembros de la UE aumentó más de un 30 %. En 2024, alcanzó unos 326 mil millones de euros, alrededor del 1,9 % del PIB de la UE”.

OTAN
Foto: Líderes de la OTAN reunidos en la cumbre de la Alianza en Washington, Estados Unidos, en julio de 2024.

El mayor aumento se vivió entre 2022 y 2023, precisamente el momento en que Europa vio la guerra de vuelta al continente con la invasión rusa a Ucrania: “En 2023, las inversiones en defensa crecieron a un ritmo excepcional. En comparación con el año anterior, aumentaron un 17 %, alcanzando un máximo histórico de 72 mil millones de euros, es decir, el 26 % del gasto combinado en defensa de los Estados miembros”, indica la página del Consejo Europeo. En total, 2024 vio 102 mil millones de euros dedicados a inversión en defensa.

La cifra no haría sino aumentar, si se siguen las últimas discusiones entre capitales europeas. La misma Ursula von der Leyen, que preside la Comisión Europea, que usaría una “cláusula de escape” para que los gastos en defensa no sufran los mismos límites al endeudamiento que los otros gastos públicos. Este levantamiento de las restricciones al gasto militar seguirá, indicó la presidenta del organismo, la misma lógica que la eliminación de los límites de endeudamiento durante la pandemia del COVID-19.

En Munich, un poco después del discurso de Vance, la misma Von der Leyen señaló: “Actualmente, la UE destina aproximadamente el 2,5% de su presupuesto a la Defensa, pero esta cifra debe aumentar significativamente”. La presión para subir ese número no viene de Moscú, sino de Washington: tanto en su periodo de transición como ya en el poder, Donald Trump sugirió que los países de la OTAN “deberían estar pagando el 5%, no el 2%” de sus PIB en defensa.

De todos modos, ningún país en la OTAN gasta tanto de su PIB en Defensa, siendo Polonia el más comprometido, porcentualmente hablando, con un 4,12%, según cifras de la organización trasatlántica. Le siguen Estonia, con un 3,43%, y Estados Unidos, con un 3,38%.

Parada militar con oficiales polacos en Riga, Letonia. Foto: Reuters.
Parada militar con oficiales polacos en Riga, Letonia. Foto: Reuters.

Para el general español Miguel Ángel Ballesteros, exdirector del Departamento de Seguridad Nacional, los europeos “vamos camino de quedarnos solos”. Para peor, otro oficial de la Armada española asegura a El Periódico que estas situaciones encuentran al continente “en actitud reactiva, siendo lo peor tener que reaccionar cuando ya tienes el problema encima”.

Ahora, en Bruselas empiezan a sacar cálculos para saber cuánto cuesta defenderse a sí mismos: según las conclusiones alcanzadas por el Parlamento Europeo en plena guerra de Ucrania por su supervivencia, son 100.000 millones anuales los que necesita la UE para ponerse al día y no depender de nadie.

“Europa ha comenzado a reaccionar por donde debe: la industria militar La conciencia de defensa europea vendrá después, pese a tantos años de cómodo pacifismo”, indicó un oficial del ejército español al Periódico.

En miras a alertar por la necesidad, sino de un ejército europeo, al menos de una mayor cooperación en términos de seguridad, la eurodiputada de Renew Europe Nathalie Loiseau señaló a Euronews: “Cuando hay una guerra de agresión en Europa contra Ucrania, cuando hay una guerra híbrida por parte de Rusia contra los Estados miembros de la UE, este es el momento no de librar una guerra, sino de disuadir el riesgo de una agresión contra uno de nosotros. Entonces, si no es ahora, no sé cuándo comenzará realmente a tomarse en serio la defensa europea”.

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