Ex comandante sandinista: "Daniel Ortega está decidido a aplastar la resistencia cívica y desarmada"

Imagen Lideres Sandinistas Humberto Ortega (41482491)

Luis Carrión fue uno de los nueve comandantes de la Dirección Nacional del FSLN. Pero ahora es uno de los mayores críticos del Presidente de Nicaragua.


Fue uno de los nueve comandantes de la Dirección Nacional del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que dirigió el destino de Nicaragua entre 1979 y 1990. Pero al igual que parte importante de sus camaradas sandinistas, como el escritor Sergio Ramírez o la ex comandante Dora María Téllez, con el correr de los años Luis Carrión se desencantó del proceso revolucionario liderado por Daniel Ortega. Carrión llegó hasta lo más alto en la Revolución Sandinista, pero desde que Ortega regresó al poder en 2007 es uno de sus mayores críticos. Incluso en su momento formó parte del Movimiento Renovador Sandinista, el partido formado a mediados de los años 90 por ex figuras del sandinismo en abierto rechazo a las prácticas de Ortega.

Carrión, en diálogo con La Tercera desde Managua, tiene clara la película sobre las violentas protestas contra la reforma previsional de Ortega, que ahora se han transformado en un movimiento que exige la salida del ex gobernante, reelecto por segunda vez de manera consecutiva en 2016.

"Las protestas ya no son por la medida de Ortega. Ahora se exige que dejen de disparar, que libere a los detenidos, que los culpables sean castigados, que se asegure la libertad de expresión y que nada de esto se vuelva a repetir", plantea Carrión.

El ex comandante sandinista incluso va más allá: "Todo esto es imposible sin que se vayan Ortega y su mujer". En los últimos años, la oposición ha denunciado que Ortega gobierna con mano de hierro, con medidas dictatoriales, con sendas acusaciones de nepotismo (siete de sus hijos ocupan cargos de gobierno), supuesta corrupción y con un poder desmedido de la primera dama Rosario Murillo, que desde 2017 es la Vicepresidenta. Para algunos, Murillo es quien dirige la nación con un poder incluso superior al de su esposo.

"Lo que está ocurriendo en Nicaragua es consecuencia de la arrogancia criminal de Daniel Ortega. Primero impuso sin debate público una reforma a la seguridad social que castigó a los pensionados con un impuesto del 5% y aumentó las contribuciones de trabajadores y empleadores", dice.

Si bien el domingo Ortega dio marcha atrás a su polémica medida, las manifestaciones no han dado marcha atrás. De hecho, la oposición ha aprovechado este momento crítico para exigir la salida del Presidente.

"La represión brutal de parte de matones del gobierno y de la policía generó un espontáneo movimiento de solidaridad que se extendió por todo el país protagonizado principalmente por jóvenes universitarios. El régimen respondió con más represión y se produjeron los primeros muertos", afirma Carrión.

A juicio del ex dirigente sandinista, la situación se tornó "incontrolable" porque ahora se han producido "saqueos y violencia indiscriminada en la que casi siempre estuvieron involucrados grupos orteguistas". Carrión cuenta que "Ortega compareció recién al cuarto día de las protestas, pero no mostró empatía con las familias de los muertos y dijo que todo era un complot, por lo que ofreció más represión. Además, varias televisoras han sido sacadas del aire, por lo que los manifestantes exigen el fin de la represión, pero también que debe restablecerse la libertad de expresión".

"Ortega ha continuado reprimiendo y hasta la noche del domingo aumentaba la cifra de lesionados y muertos. Esa es la situación hasta ahora. Ortega está decidido a aplastar la resistencia cívica y desarmada, cueste lo que cueste. Después hará algunas concesiones pequeñas con la idea de que dentro de unos meses ya nadie se acordará de sus crímenes y los empresarios volverán a comer de su mano", concluye.

Luis Carrión no es el único ex comandante sandinista que rechaza las políticas de su antiguo camarada. De los nueve comandantes de la Dirección Nacional del FSLN, otros dos son críticos del gobierno, mientras que dos fallecieron, otros dos son "indiferentes" y sólo uno lo apoya: Bayardo Arce.

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