Explosiones y secuestro de policías marcan inicio de estado de emergencia en Ecuador
La medida fue una respuesta a la desaparición de Adolfo Macías, líder de la banda criminal Los Choneros, del penal donde cumplía una condena de 34 años, y a incidentes ocurridos en seis cárceles, incluidas tomas de rehenes de guardias penitenciarios.
Al menos cuatro policías ecuatorianos han sido secuestrados por delincuentes, dijo la policía el martes, y se produjeron explosiones en varias ciudades, un día después de que el presidente Daniel Noboa declarara el estado de emergencia.
Noboa, exlegislador e hijo de uno de los hombres más ricos del país, asumió el cargo en noviembre con la promesa de arreglar la economía en problemas y detener una ola de violencia en las calles y en las prisiones que ha estado creciendo durante años.
Noboa declaró el lunes el estado de emergencia de 60 días -una herramienta utilizada por su predecesor con poco éxito-, permitiendo patrullas militares, incluso en las prisiones, y estableciendo un toque de queda nocturno a nivel nacional.
La medida fue una respuesta a la desaparición de Adolfo Macías, líder de la banda criminal Los Choneros, del penal donde cumplía una condena de 34 años, y a incidentes ocurridos en seis cárceles, incluidas tomas de rehenes de guardias penitenciarios.
La policía y los fiscales han brindado escasa información sobre la desaparición de Macías.
Tres policías que trabajaban en el turno de noche fueron secuestrados de su comisaría en la ciudad sureña de Machala, dijo la policía en las redes sociales el martes, mientras que un cuarto policía desaparecido fue secuestrado por tres delincuentes en Quito.
“Nuestras unidades especializadas están activas con el objetivo de localizar a nuestros compañeros y proceder a la captura de los perpetradores”, dijo la policía. “Estos actos no quedarán impunes”.
Las explosiones, incluso en un puente peatonal de Quito, no causaron heridos, pero la autoridad municipal de la capital pidió en un comunicado reforzar la seguridad en medio de una crisis “sin precedentes”.
Noboa ha dicho que no negociará con “terroristas” y el gobierno ha culpado de los recientes incidentes de violencia carcelaria al plan de Noboa de construir una nueva prisión de alta seguridad y transferir a los líderes de pandillas encarcelados.
La agencia penitenciaria SNAI no ha proporcionado ninguna información sobre los guardias que están retenidos como rehenes.
Noboa planea realizar un plebiscito centrado en los esfuerzos de seguridad.
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