Fallece a los 62 años el jefe del espionaje militar de Rusia

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Korobov trabajó en la inteligencia militar rusa desde 1985, Foto: AP

Igor Korobov había sido criticado por el caso Srkipal. Según versión oficial, falleció de "una grave enfermedad".


El director de los servicios de inteligencia militar rusa (conocidos como GRU), Igor Korobov, falleció el miércoles, según anunció el Kremlin. Tenía 62 años y había sido nombrado Héroe de Rusia por sus servicios al país. El Ministerio de Defensa ruso informó que padecía "una grave enfermedad".

Korobov dirigía desde hace cuatro años la agencia de espionaje, que últimamente se había destacado por sus errores y que está vinculada a algunas de las acciones más polémicas atribuidas a Rusia en los últimos años. Como el pirateo de la campaña electoral en las presidenciales de EE.UU. en 2016, el intento de asesinato con un agente químico al antiguo coronel del GRU, Serguéi Skripal y su hija Yulia en Reino Unido este año, o el ataque a los organismos mundiales antidopaje.

Rusia siempre ha rechazado estas acusaciones y sostiene que forman parte de una campaña de desprestigio occidental. La muerte de Korobov, criticado por los fallos de la organización, deja el camino libre para que el Presidente Vladimir Putin nombre a un sucesor para dirigir una entidad que, según los expertos, ha intensificado sus misiones secretas desde que la tensión entre Rusia, EE.UU. y la UE se ha intensificado después de que Moscú se anexionase Crimea en 2014.

Hasta ahora y pese a las críticas, el Kremlin había descartado cambios próximos en el GRU.

Korobov trabajó en la inteligencia militar desde 1985, donde pasó por distintos puestos. En 2016, fue nombrado jefe del GRU por Putin tras la muerte de su predecesor, a los 58 años. En marzo fue incluido en la lista de sancionados por Estados Unidos por "actos por o en nombre del GRU" por la injerencia en las elecciones presidenciales.

Estados Unidos apunta que el espionaje militar ruso estuvo implicado directamente en los ataques cibernéticos a la campaña electoral de la demócrata Hillary Clinton; también los responsabilizó de los ciberataques a escala mundial NotPetya, que paralizaron empresas, gobiernos e instituciones en varios países, pero que afectó en mayor medida a Ucrania.

Y esos fueron solo algunos de los primeros episodios de un período complicado para Korobov. En marzo, todas las miradas se dirigieron al GRU tras el envenenamiento con Novichok, un gas nervioso, de Skripal, antiguo coronel del GRU y agente doble, en la ciudad inglesa de Salisbury. El fallido intento de acabar con su vida provocó la muerte, sin embargo, de una mujer que cayó enferma tras manipular el agente químico. El caso tensó aún más las relaciones entre Reino Unido y Rusia.

Desde entonces, varias fuentes habían comentado a la prensa rusa que la salud de Korobov había empeorado. De hecho, el máximo responsable del GRU no estuvo presente junto a Putin en octubre en la fiesta por el centenario de la organización.

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