Israel bombardea una “posición militar” en Siria en respuesta al lanzamiento de un proyectil contra el país

El Ejército de Israel ha llevado a cabo este viernes un bombardeo contra una “posición militar” en el sur de Siria en respuesta al lanzamiento de un proyectil contra su territorio durante la noche del jueves, suceso que se saldó sin víctimas, en pleno repunte de las tensiones en Oriente Próximo.

“Durante la noche, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han atacado una posición militar en la zona de Tehsil, en el sur de Siria, en respuesta al lanzamiento detectado el jueves por la noche hacia el sur de los Altos del Golán, que cayó en una zona abierta, sin causar víctimas”, ha dicho el Ejército en un breve comunicado publicado en su página web.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres e informantes en el país, ha detallado que Israel ha atacado una instalación situada entre las localidades de Tehsil y Aduan, en la provincia de Daraa. “No hay informaciones sobre víctimas”, ha apuntado, sin que Damasco se haya pronunciado al respecto.

Los incidentes tienen lugar dos días después de que Israel asegurara haber atacado una serie de instalaciones militares en el sur de Siria argumentando que habían sido construidas en violación de un acuerdo firmado en 1974 entre ambos países tras el fin de la Guerra del Yom Kipur (1973).

“Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han atacado con carros de combate y artillería diversa infraestructura militar del Ejército de Israel que excedía el acuerdo de separación de fuerzas de 1974 entre Israel y Siria en la zona tapón”.

Las infraestructuras se encuentran en los Altos del Golán, un territorio que Israel arrebató a Siria durante la Guerra de los Seis Días (1967) y la Guerra del Yom Kipur (1973) y que se anexionó de forma efectiva en 1981, en un movimiento no reconocido por la comunidad internacional.

Israel reconoce que lleva a cabo ataques en Siria desde hace años argumentando que actúa para evitar el establecimiento de bases iraníes en el país y el envío de armas al partido-milicia chií libanés Hezbolá por parte de las autoridades de Irán, que apoyan a Damasco en el marco de la guerra que estalló en 2011.