Jimmy Carter es despedido en funeral de Estado y en una jornada de luto nacional

El mundo despide al expresidente estadounidense, Jimmy Carter, en un funeral de Estado.

La ceremonia culmina una semana de duelo en la que los ciudadanos han desfilado silenciosamente ante el ataúd cubierto con la bandera del país en el Capitolio, en Washington, para presentar sus respetos a Carter, quien murió el pasado 29 de diciembre a la edad de 100 años en su estado natal: Georgia.

Justamente hasta allí, en concreto a su pueblo natal, Plains, será posteriormente trasladado su cuerpo para celebrar una misa privada en una iglesia bautista.

Al finalizar, será escoltado con su familia hasta su residencia y se celebrará una ceremonia de sepultura privada, ya que el exmandatario eligió descansar junto a su esposa, Rosalynn, en su tierra natal y no en el cementerio de Arlington (Virginia), donde suelen reposar los restos de los dignatarios de la nación.

Mientras comenzaba la sombría ceremonia y soplaba un viento gélido, el ataúd de Carter, envuelto en la bandera, fue llevado por los escalones de piedra de la catedral por una guardia de honor militar después de su viaje desde el Capitolio, donde su cuerpo había permanecido en capilla ardiente durante dos días.

Su compañero demócrata, el presidente Joe Biden, elogió al 39º presidente que murió el 29 de diciembre a la edad de 100 años.

Biden, que declaró esta jornada como Día de Luto Nacional, describió a Carter como “un hombre de carácter, valor y compasión”.

El actual mandatario, durante su larga carrera en el Senado de Estados Unidos, fue el primer miembro de esa Cámara en respaldar a Carter para presidente.

El presidente electo, el republicano Donald Trump que se posesionará el próximo 20 de enero, también estuvo entre los líderes presentes en el funeral, antes de que el cuerpo de Carter sea devuelto a Georgia, donde se crió como agricultor de maní.

Al ingresar a la catedral con su esposa, Melania, Trump estrechó la mano de su exvicepresidente, Mike Pence, con quien se había enfrentado después de que Pence se negara a seguir sus intentos de revertir su derrota electoral de 2020.

Trump se sentó junto al exmandatario, Barack Obama, con quien conversó mientras sonaba la música que introducía la ceremonia. A la derecha de Obama estaban Laura y George W. Bush y Hillary y Bill Clinton.

Biden y la primera dama, Jill Biden, caminaron de la mano y ocuparon asientos en la primera fila junto a la vicepresidenta Harris y el segundo caballero Douglas Emhoff.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, el vicepresidente electo JD Vance y el hijo de Biden, Hunter, también estuvieron entre los dolientes. Los exvicepresidentes Al Gore y Pence se sentaron uno al lado del otro.

El expresidente comenzó a recibir honores el pasado sábado 4 de enero, en un recorrido del féretro por su pueblo natal, y después se instaló una capilla ardiente en el Centro Presidencial Carter en Atlanta (Georgia) antes de llevarlo a Washington.

Carter vivió más que cualquier otro presidente de Estados Unidos y estuvo en cuidados paliativos durante casi dos años antes de su muerte. Su última aparición pública fue en el funeral de su esposa Rosalynn, en noviembre de 2023, donde usó una silla de ruedas y parecía frágil.

En agosto de 2024, su nieto Jason Carter afirmó que el exmandatario estaba ansioso por votar por la vicepresidenta demócrata Kamala Harris en las elecciones del pasado 5 de noviembre, que perdió ante Trump.

A los homenajes en Washington asistieron personas provenientes desde distintos puntos del país.  Una de ellas, Sarah Jolie, de 59 años, viajó desde Chicago para presentar sus respetos. La mujer llevaba una foto del premio juvenil que recibió en la escuela secundaria de parte de la Administración Carter por “logros sobresalientes en servicios de protección ambiental”.

“Para mí, él era un héroe (...) Defendió cosas durante generaciones que nadie más defendía”, señaló Jolie.