João Vicente Goulart, candidato presidencial por el Partido Patria Libre: "Bolsonaro representa a los que defienden la vuelta de la dictadura"
El hijo de João Goulart, el Presidente depuesto por el golpe militar de 1964, afirma que en una eventual segunda vuelta "tendremos que unir fuerzas para impedir el retroceso".
João Vicente Fontella Goulart tenía poco más de siete años cuando el golpe militar de 1964 cambió su vida y la historia de Brasil. Su padre, el Presidente João Belchior Marques Goulart, conocido como Jango, fue depuesto con el argumento de que, con el proyecto de las reformas de base, deseaba implantar el régimen socialista en el país. Ahora este filósofo de 61 años busca seguir los pasos de su padre como candidato presidencial por el Partido Patria Libre (PPL). En esta entrevista con La Tercera, João Goulart hijo desmenuza su programa y se refiere al polarizado escenario electoral brasileño.
¿A qué peligros se enfrenta Brasil si Jair Bolsonaro se convierte en nuevo Presidente?
Jair Bolsonaro representa a los que defienden la vuelta de la dictadura. Eso no lo aceptamos. La dictadura interrumpió un vigoroso proyecto de desarrollo nacional, que era liderado por mi padre, y entregó el país 21 años después, totalmente quebrado.
¿Considera que Lula debería haber sido candidato presidencial? ¿Por qué?
Lula tuvo problemas con la justicia. Fue impedido de concurrir por una ley que él mismo sancionó. Independiente de lo que yo considere, seguimos respetando las leyes por aquí.
Si usted no pasa a la segunda vuelta, ¿por quién va a llamar a votar a sus electores?
En la segunda vuelta, tendremos que unir fuerzas para impedir el retroceso. En un segundo momento, discutiremos las debilidades de los candidatos que se sometieron al traje neoliberal.
¿Cuáles son los principales problemas que Brasil enfrenta hoy?
El principal problema de Brasil es el modelo económico dependiente que, al someter al país al sistema financiero internacional, provoca el estancamiento económico y agrava la desigualdad social. Este modelo hace que la riqueza y la renta se concentren en la cima de la pirámide. Cuando la renta se concentra se pierde en la especulación. Buena parte de ella va al exterior. Actualmente, según datos oficiales, 60 mil brasileños tienen invertidos US$ 500 mil millones en el exterior. Mientras tanto, el salario mínimo brasileño es uno de los menores del mundo. Aquí se gasta 400 mil millones de reales (US$ 98 mil millones) por año sólo en intereses de la deuda pública. Los bancos que actúan en Brasil tienen la mayor rentabilidad del planeta. El rentismo está provocando la desindustrialización del país. Brasil retornó a la condición de país pobre y exportador de productos primarios.
¿Por qué cree que usted puede ser Presidente de Brasil?
Porque el proyecto nacional desarrollista, único camino capaz de conducir a Brasil a un futuro prometedor es un proyecto -y es el proyecto que yo defiendo- que tiene mucha fuerza en la sociedad. Los medios de comunicación, controlados por los bancos y las multinacionales, intentan impedir que se fortalezca, pero la lucha es la misma. Las demás fuerzas políticas que podrían sumarse a este proyecto, de una u otra forma se rindieron al neoliberalismo.
Usted es el único de los candidatos que tiene entre sus principales propuestas una reforma agraria, como la que su padre promovía. ¿Cuál es el objetivo de esta iniciativa?
Hasta ahora lo que se hizo en términos de reforma agraria, fue una política de asentamientos (terrenos rurales) a cuenta gotas. Con Fernando Henrique Cardoso fue de apenas 67 mil; en el gobierno de Lula, mejoró un poco a 76 mil; en el gobierno de Dilma (primer mandato), cayó a 27 mil. Esto llevaría 64 años para asentar a las cuatro millones de familias de trabajadores rurales sin tierra existentes actualmente. Nuestra propuesta es hacer la reforma agraria rápidamente e integrar a las cuatro millones de familias asentadas en una nueva política agrícola con prioridad en la producción para el mercado interno. No vamos a seguir una política de asentamientos aislados y sin enfrentar la prioridad actual que es totalmente favorable al agronegocio exportador.
También se opone a la privatización de las empresas estatales y a la reforma del sistema de seguridad social. ¿Por qué? ¿Cuáles son sus propuestas en estos temas?
Las estatales son estratégicas para permitir que Brasil se desarrolle. Tenemos que usar los excedentes de renta obtenidos con la venta de petróleo, de energía, de los minerales del subsuelo y de la tierra, para abastecer fondos de desarrollo económico y social. Además, para enfrentar la acción de los monopolios internacionales, tenemos que tener estatales en varios sectores de la economía. Donde hay competencia, todo bien, donde predomina el régimen de monopolio, el Estado tiene que actuar. Ceder a esas empresas es someterse al dominio económico de esos monopolios. Defendemos incluso la reestatización de empresas como Vale do Rio Doce.
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