Joaquín Morales Solá, analista político: "Los argentinos veíamos a Chile como un ejemplo"

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Un manifestante arriba de un carro policial durante una protesta, en pleno centro de Santiago, este miércoles. Foto: Reuters

El influyente columnista del diario La Nación apunta a que "un Presidente debe tener la templanza suficiente como para saber que la realidad cambia". "Creo que hay dos Piñera", dice a La Tercera.


En una Argentina en horas cruciales de cara a las elecciones del domingo entre el Presidente Mauricio Macri y el kirchnerista Alberto Fernández, la crisis social que estalló en Chile ha sido materia de gran interés y debate. Tanto voces del oficialismo como de la oposición argentina han comentado la crisis chilena, generando intensas discusiones sobre la situación económica y la desigualdad en Chile. Joaquín Morales Solá, analista político y columnista de La Nación, conversó con La Tercera sobre cómo se observa desde el otro lado de la cordillera lo que está ocurriendo en Chile. "Los argentinos veíamos a Chile como el ejemplo de lo que tenían que seguir muchos países de Latinoamérica", asegura.

¿Cómo se observa desde Argentina el estallido social en Chile?

La verdad es que a los argentinos nos sorprendió muchísimo lo de Chile. Podríamos esperar de cualquier otro país una situación así. Los que conocemos Chile vemos un país pujante, una economía pujante, pero claro, cuando uno ya se adentra en los detalles de la economía de Chile ve que lo macroeconómico está perfecto, al revés de la Argentina. Pero esa macroeconomía muy buena de Chile no se ha trasladado al conjunto de la sociedad chilena y hay una desigualdad muy fuerte. Es una lástima, porque Chile ha eludido hasta ahora el populismo. Todos sus gobiernos han sido serios, tanto los socialistas, democratacristianos o el de Piñera, y es una lástima que no se haya resuelto este problema que fue una sorpresa para todo el mundo. Los argentinos veíamos a Chile como el ejemplo de lo que tenían que seguir muchos países de Latinoamérica.

¿A qué atribuye este tipo de estallido social, especialmente porque el propio Piñera dijo días atrás que Chile era una suerte de oasis en la región?

El Presidente Piñera se equivocó o no tenía un conocimiento cabal del estado de la sociedad chilena respecto de la situación económica. Porque una cosa es ver la situación económica desde los números macroeconómicos, que son necesarios tenerlos equilibrados como Chile, pero otra cosa es verlo desde la sociedad, donde evidentemente los salarios promedios son bajos, y el acceso a cualquier servicio necesario, como el transporte, la salud, la vivienda, la educación, son muy caros. Eso produce una desigualdad que para los que conocemos Santiago es muy fácilmente perceptible. Cuando uno va a las zonas residenciales importantes, como Las Condes, es como estar en Londres. Cuando estamos en la zona del Palacio de La Moneda ya estamos en América Latina. Esa bronca social contenida estalló detrás de una decisión mínima, porque un aumento de menos del 4% en el boleto de subte, en términos argentinos es nada, sin embargo, fue la chispa que en Chile desató este vendaval de violencia, que tiene el antecedente de la enorme desigualdad.

¿Cómo califica usted la respuesta y el discurso que ha tenido el Presidente Sebastián Piñera?

El Presidente tuvo dos discursos. Uno en donde habló de una guerra, que no identificó quién era el enemigo en esa guerra. Y después, el segundo discurso donde ya pidió perdón y anunció medidas sociales muy importantes. Creo que hay dos Piñera, el primero es uno equivocado, porque contradecía la realidad de su discurso de hace pocos días. Debe haber tenido una acción personal muy de ofuscación, que es comprensible en un ser humano, pero no en un Presidente. Un Presidente debe tener la templanza suficiente como para saber que la realidad cambia. Y el segundo Presidente es uno que ya ha tomado nota.

¿Puede haber un efecto contagio en Argentina y en la región?

No solo pasó en Chile. Pasó también en Ecuador y Lenín Moreno tuvo que trasladar la capital por el nivel de violencia. Yo creo que los dos antecedentes sirven para que la Argentina en el futuro haga las cosas que tiene que hacer, no puede demorarlas. Lo que ya no se puede hacer, porque hay un hartazgo social muy grande en el mundo, son decisiones unilaterales de un gobierno que cree que porque una medida es razonable tiene que aplicarse y basta.

El Presidente Macri constantemente habla de Chile como un ejemplo, ¿cree que se ha visto de manos atadas respecto de comentar el conflicto en chileno?

Lo que pasa es que él tiene una relación personal con Piñera y creo que no quiere molestarlo con ninguna opinión.

¿Observa similitudes o diferencias entre la sociedad chilena y argentina al exigir demandas?

Yo, hasta ahora, suponía que la sociedad argentina era mucho más revoltosa que la chilena. Y la verdad es que a mí también me sorprendió. La economía chilena se construyó sobre una sociedad que es bastante pacífica, resignada. Pero bueno, esto que ha pasado cambió la sociedad chilena. La sociedad argentina está acostumbrada, a partir de 2001, a actitudes muy de salir a la calle, ahora hemos visto que la clase media ha salido a la calle, lo cual es una novedad. Si usted sale a la calle aquí en Buenos Aires sabrá que todas las semanas hay manifestaciones, pero no violentas.

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