José Natanson: “Maduro desplegó una estrategia bukelista antes de Bukele”

José Natanson: “Maduro desplegó una estrategia bukelista antes de Bukele”
Un ciudadano venezolano levanta un retrato donde aparece Nicolás Maduro junto a Hugo Chávez, en Caracas, en 2022. Foto: Reuters/Leonardo Fernandez Viloria

El periodista argentino acaba de lanzar Venezuela. Ensayo sobre la descomposición, libro que documenta el auge y la caída del chavismo. A juicio de Natanson, el momento en que el país sudamericano dejó de ser una democracia tuvo lugar en 2015, cuando Nicolás Maduro anuló de facto las elecciones legislativas. Ese mismo año desplegó operativos represivos en las barriadas para combatir el crimen organizado, al estilo Bukele.


Entre los muchos hitos que el periodista argentino José Natanson aborda en Venezuela. Ensayo sobre la descomposición (Debate)-en librerías chilenas desde el próximo 20 de agosto- destaca el momento en que el país sudamericano abrazó el autoritarismo. “Hasta la muerte de (Hugo) Chávez, Venezuela era una democracia; el país dejó de ser una democracia cuando (Nicolás) Maduro anuló de facto el resultado de las elecciones legislativas de 2015″, plantea. “Pero la oposición es corresponsable del giro autoritario”, dice Natanson en esta entrevista con La Tercera vía Zoom.

Natanson, especializado en política latinoamericana y cuyas columnas han sido publicadas por medios como The New York Times y O Estado de Sao Paulo, demoró siete años en facturar su libro, cuyo lanzamiento se da en el marco de las secuelas que dejaron las elecciones presidenciales del 28 de julio, en las que Maduro se declaró ganador.

Al comienzo del texto, muy bien documentado y de ágil lectura, el periodista narra los cambios que ha sufrido el Petare, una de las barriadas más pobres de Caracas y densamente pobladas del continente, para explicar y contextualizar el auge y caída del chavismo. “La irrupción de Chávez produjo una ebullición en el barrio, que se abrazó al comandante como pocos lugares de Venezuela, pero hoy la política parece ausente y solo se ve en los puestos de servicio de la municipalidad”, narra.

Tras las últimas elecciones, parte de los pobladores del Petare se manifestaron contra Maduro. El amaño de los resultados denunciado por la oposición fue la gota que rebalsó el vaso tras años de deterioro económico, inseguridad y expansión criminal. En 2018, en plena crisis económica, el Petare registró una tasa de 112 asesinatos por cada 100 mil habitantes, mucho más que Caracas (91).

Maduro
Transeúntes pasan frente a un graffiti con la imagen del presidente Nicolás Maduro, en el barrio de Petare en Caracas. Foto: AFP

En 2015 Maduro respondió con la Operación de Liberación del Pueblo y ocupó zonas clave de la barriada a través de operativos policiales y en algunos casos ejecuciones extrajudiciales. No obstante, fue tal la represión que los mismos habitantes le imploraron al Ejecutivo que retirara sus fuerzas de seguridad. En ese sentido, Natanson señala que aquello fue una suerte de bukelismo antes de Nayib Bukele.

¿Maduro fue el primer Bukele de la región?

Maduro desplegó una estrategia bukelista antes de Bukele y sin la publicidad que después se le dio a Bukele, y la espectacularización de los operativos. Yo diría que fue un pre-Bukele.

El libro se propone entender el “problema venezolano” a partir de distintos ángulos. ¿A qué se refiere?

En pocas palabras, diría que el problema venezolano es el nudo que ata a la sociedad con la economía y con la política. Es una economía rentista, es decir, una economía que no crece en base al esfuerzo, la innovación y el trabajo de las personas, sino que crece en base a los precios del petróleo. Cuando los precios del petróleo suben, la economía venezolana va bien; cuando los precios del petróleo bajan, va mal. Como esto funcionó muy bien durante muchas décadas, dio forma a una sociedad que disfrutó de niveles de bienestar muy altos, quizás los más altos de América Latina entre la primera década del siglo XX y los años 70 y 80. Eso creó una sociedad muy demandante, acostumbrada a patrones de consumo muy altos, muy miamizada, con Miami como espejo permanente. Cuando los precios del petróleo bajan, el nudo empieza a tensarse. Eso es lo que le pasó a Carlos Andrés Pérez y a Maduro.

¿Ese nudo ciego ha llevado finalmente a que Venezuela sea un país incómodo para cierta izquierda latinoamericana?

Durante la primera década del siglo XXI hubo un ciclo de izquierda en América Latina del cual participaron Hugo Chávez, los Kirchner, Rafael Correa, Evo Morales, los gobiernos socialistas de Chile, los gobiernos del Frente Amplio Uruguayo y Lula. Ese ciclo fue de crecimiento económico, inclusión social y estabilidad política, que duró entre 10 y 15 años. Venezuela fue parte de esa familia política; es más, Chávez fue el padre fundador de esa familia.

¿Qué pasó con esa familia?

Esa familia se ha disgregado. Hoy Venezuela está afuera de esa foto, simplemente porque dejó de ser una democracia. Brasil es una democracia, Bolivia es una democracia, Argentina es una democracia, México, Colombia, etc. Los países gobernados por la izquierda o por la derecha -podemos discutir el caso de Perú- básicamente son democráticos. Venezuela no. Entonces, Venezuela hoy forma parte de otra familia política, que es la familia política que integran Cuba y Nicaragua, que son los países no democráticos de América Latina.

José Natanson

¿Cuándo Venezuela dejó de ser una democracia?

En el 2015. Yo digo, entre una democracia pura y un autoritarismo puro hay un montón de grises. Yo creo que cuando la oposición ganó las elecciones legislativas ese año se hizo con la mayoría de la Asamblea Nacional, que le permitía cambiar a los jueces del Tribunal Supremo, frenar la reestructuración de la deuda, es decir, hacer un montón de cosas. Y Maduro decidió que no iba a permitir que la oposición ejerciera la mayoría que legítimamente había obtenido en las elecciones. Ahí Venezuela dejó de ser una democracia.

¿A qué se parece Venezuela? ¿Cuál sería el país símil?

Yo no lo veo, no encuentro un país exacto. Uno podría decir que tiene elementos de Nicaragua, tiene elementos de los países que tienen mucho petróleo y han sido gobernados durante muchos años por un mismo partido o un mismo líder, como muchos países árabes: Siria, Irak, etc. Tiene elementos de algunos países de Europa del Este, de Erdogan, de Putin. O sea, es una mezcla. Yo defino a Venezuela como un autoritarismo caótico. Yo digo que es un autoritarismo que se fue construyendo por medio de una acumulación de decisiones tácticas. No es que un día dijeron, bueno, vamos a hacer esto.

¿Cuál es el verdadero rol de los militares?

Los militares juegan un rol central porque el chavismo es un régimen cívico-militar de verdad. ¿Qué quiere decir un régimen cívico-militar? Es lo que inventó Fidel Castro en Cuba. Es la idea de que los militares no son aliados, sino que son parte del mismo dispositivo político. De manera tal de que si cae uno, caen los dos. Esto lo empezó a construir Chávez, y lo perfeccionó Maduro justamente porque no tenía el influjo natural sobre los militares que tenía Chávez, que era teniente coronel. Lo terminó de perfeccionar Maduro mediante diferentes mecanismos. Por arriba, les cedió el control de las áreas más importantes de la gestión: áreas económicas, control de las fronteras, policía, puertos, aeropuertos. Todo eso está bajo control de generales, brigadieres o almirantes. Y por abajo, les dio a los militares de bajo rango el control de las estaciones de servicio de PDVSA para que cuando vayas a cargar la gasolina subsidiada tengas que pagarle, para no hacer la fila, 10 dólares al militar que está atendiendo la estación de servicio, lo cual permite a los militares de los escalafones más bajos hacerse un sobresueldo que triplica o cuadriplica su sueldo militar. Entonces, desde arriba hasta abajo vos ves a los militares imbricados en todo el sistema de la administración pública venezolana, en todo el Estado. Eso es lo que hace que al final lo terminen apoyando. La lealtad es total. Por eso nunca se quebró la Fuerza Armada Nacional Bolivariana: los tipos saben que si cae Maduro, caen ellos.

Es decir ¿es una lealtad monetaria y no ideológica?

Creo que hay algún componente ideológico, sobre todo en los escalafones medio altos del Ejército y sobre todo en la Guardia Nacional, que es una rama de la Fuerza Armada que Maduro perfeccionó y cuidó mucho. Por abajo es más dudoso, y de hecho hubo deserciones. Hay muchos militares presos y exiliados. El componente ideológico explica una parte, pero la mayor parte tiene que ver con incentivos monetarios.

¿Cuál ha sido la responsabilidad de la oposición en el “problema venezolano”?

La oposición es corresponsable del drama venezolano. Tiene una responsabilidad obviamente menor a la del gobierno, desde luego, pero que es central. En primer lugar, porque tuvo una primera etapa muy antidemocrática en el golpe contra Chávez (2002). Después, cuando no reconocieron el triunfo de Chávez en el referéndum revocatorio de 2004 o cuando decidieron no presentarse a las elecciones legislativas de 2005. O sea, hubo una primera etapa muy antidemocrática. Y después, porque entró en una especie de oscilación entre momentos en los cuales decidía seguir la senda electoral y momentos en los cuales apostaba a estrategias insurreccionales, a tratar de quebrar a los militares, al delirio del gobierno paralelo de Guaidó. O sea, fue muy desvariante la oposición. Creo que nunca supieron entender al chavismo. Pienso que también estaban un poco presos del sesgo de clase. Dicho esto, creo que en la última elección presidencial la oposición aprendió de sus errores y se mantuvo en la senda electoral. Eligió una candidata que justamente era la candidata más intransigente, la que decía que había que abstenerse en elecciones anteriores, y esa candidata hizo todo lo posible por seguir dentro de la senda electoral. Y no solo ganaron las elecciones, sino que además construyeron este sistema para mostrar las actas, y tienen la legitimidad popular de su lado hoy. Entonces la oposición aprendió de sus errores.

María Corina Machado
La líder de la oposición, María Corina Machado, durante la campaña presidencial en junio pasado. Foto: Reuters/Gaby Oraa

Por lo que ha podido ver en Venezuela, ¿cómo está la correlación de fuerzas actualmente?

Me parece que un fenómeno nuevo es que la oposición logró penetrar en bastiones del chavismo, en el Petare precisamente, pero también en otros barrios. Creo que en buena medida porque el liderazgo de María Corina Machado -y esto que voy a decir no les gusta mucho a los opositores- tiene rasgos mesiánicos, carismáticos, equivalentes a los que tuvieron el primer Chávez y Carlos Andrés Pérez. Dos Presidentes fuertes de la historia de Venezuela. Hay una tradición de este tipo de liderazgos mesiánicos en la historia política, en la cultura política venezolana, y yo creo que María Corina logró encarnar eso.

La pregunta del millón, ¿qué es lo que podría ocurrir en Venezuela en el corto plazo?

Hay tres o cuatro factores que podrían producir un cambio de gobierno en Venezuela. El primero es la presión internacional. Creo que Brasil, Colombia y México están haciendo todo lo posible por reencauzar democráticamente el proceso político en Venezuela. Creo que están teniendo una posición muy constructiva. Incluyo en ese paquete a Estados Unidos, que aflojó las sanciones para que hubiesen elecciones democráticas. Pero creo que eso no va a alcanzar.

¿Por qué?

Porque hubo momentos de mucho mayor aislamiento internacional y diplomático entre 2017 y 2022, pero Maduro aguantó. No veo entonces por qué ahora, en un momento en el que está mucho más cómodo que en aquella época, la presión internacional pueda alcanzar. Ese factor no lo veo. En segundo lugar, una movilización popular imparable, que es lo que en algún momento estuvo en el corazón de la estrategia opositora, tampoco la veo. No la veo porque ya se fue mucha gente de Venezuela. O sea, mucha de la gente que se movilizó en 2017 después de la represión se fue. Y el tercer factor es el quiebre de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que tampoco lo veo. Entonces, no veo que ninguno de estos tres elementos sea suficiente para forzar un cambio de gobierno.

Libro José Natanson
El libro de José Natanson "Venezuela. Ensayo sobre la descomposición (Debate)".

¿Cuál es el peso real de los aliados de Maduro, llámese Irán, China y los rusos?

Influyen y son muy importantes para la supervivencia del gobierno de Maduro. En momentos muy difíciles, Irán envió barcos con gasolina para abastecer a Caracas. Turquía, con asistencia alimentaria, en momentos en que por la dificultad de girar dinero y demás Venezuela no estaba logrando importar alimentos. Turquía fue importante. Primero China y después Rusia, con inversiones en la industria petrolera y minera. O sea, fueron muy importantes, y son todavía muy importantes. Esos aliados de Venezuela sí podrían contribuir a una transición democrática en Venezuela, a un reencauzamiento del conflicto, etc. Pero ¿qué les importa a los rusos o a los chinos si Venezuela es democrática o no es democrática desde el momento que ellos mismos no lo son?

Maduro debe asumir su tercer mandato el 10 de enero ¿Qué podría pasar de aquí a ese día?

Tal vez me equivoque, pero yo veo statu quo en Venezuela. Veo inercia.

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