Kenji Fujimori y el House of cards a la peruana
El hijo mimado de Alberto Fujimori evitó en diciembre la destitución de Kuczynski, pero los sobornos de legisladores de su confianza a congresistas fujimoristas, revelados en unos videos, inclinaron la balanza y generaron la renuncia del Presidente peruano.
En Perú no se lo toman muy en serio, pero hay algo único en Kenji Fujimori: tiene la cualidad de sorprender una y otra vez, tanto a amigos como enemigos. En diciembre, cuando el Congreso decidió no destituir a Pedro Pablo Kuczynski por "incapacidad moral para gobernar", fue el hijo mimado de Alberto Fujimori quien le lanzó un salvavidas al Presidente, ya que con su voto y el de otros nueve congresistas fujimoristas, logró evitar la salida anticipada del mandatario. Lo que nadie sabía era que Kenji negoció sus votos a cambio de un indulto para su padre, que tras la controvertida votación en el Parlamento salió en libertad.
Kenji, de 37 años, se ha convertido en uno de los protagonistas de la política peruana. Pero si en diciembre salvó a PPK, ahora se convirtió en una suerte de verdugo del Presidente. La noche del martes, congresistas de Fuerza Popular, el partido de su hermana Keiko del cual fue expulsado por su acción rebelde a favor de Kuczynski, reveló una serie de videos en los que legisladores de su confianza intentaron sobornar a sus pares fujimoristas para votar contra la destitución del mandatario, que estaba prevista para mañana.
De inmediato los peruanos le pusieron nombre al escándalo: los "Kenjivideos", que guardan semejanza con los "vladivideos", las cintas que se revelaron en la época más oscura del régimen fujimorista y en los que se podían apreciar a congresistas, políticos y empresarios recibiendo coimas de parte del superpoderoso asesor Vladimiro Montesinos desde su salita del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN). Los videos terminaron por derribar el gobierno de Fujimori (1990-2000).
En un déjà vu, los "Kenjivideos" terminaron por inclinar la balanza, una revelación determinante para muchos congresistas que pensaban abstenerse, pero que luego anunciaron que votarían a favor de la destitución de PPK en el Congreso. Y eso terminó por sellar la suerte del Presidente.
House of cards a la peruana
Pero fue Keiko, quien sostiene una pelea a muerte con su hermano, quien dio la verdadera estocada a PPK. Porque fue su partido quien dio a conocer los "Kenjivideos". Keiko no tuvo problema alguno en exponer a su hermano comprando los votos de congresistas para ayudar a PPK. "Lamento mucho las actitudes delincuenciales de mi hermana", dijo Kenji. "Lamento que mi propio hermano esté envuelto en estas prácticas que tanto daño nos hicieron como peruanos y como familia", respondió la líder de Fuerza Popular.
En una escena estilo surrealista de la política peruana, en redes sociales se comentaba que finalmente el fujimorismo terminó por denunciar las "malas prácticas" del fujimorismo aprendidas en la era fujimorista. Todo esto además ocurrió justo cuando Kenji, que es congresista desde 2011 y que en 2016 fue el más votado, anunció el martes la conformación de un nuevo partido, Cambio 21, que alude al conglomerado de su padre Cambio 90.
Desde la votación de diciembre, Fuerza Popular se partió en dos y esa división hizo que el fujimorismo perdiera la mayoría en el Congreso. Mientras Keiko controla a 59 congresistas, Kenji cuenta con la fidelidad de 10. La percepción de los peruanos sobre el conflicto entre hermanos ya se percibe en las encuestas. En el último sondeo de Ipsos, conocido el fin de semana pasado, Kenji superó en popularidad a Keiko, con un 33% y 29% de aprobación ciudadana, respectivamente.
Ambos, además, tienen ambiciones presidenciales. Algunos más escépticos creen que la pelea entre hermanos no es tal y que todo se trata de una compleja maquinación entre fujimoristas para hacer caer a PPK, cosa de que el camino quede libre para que vuelvan al Palacio Pizarro. Ello, con Fujimori en libertad y al más puro estilo de House of cards, pero a la peruana.
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