Las claves del caso de vertido de microplásticos que amenaza las costas del norte de España

Un voluntario muestra varios pellets en la palma de su mano en la playa de La Arena, a 10 de enero de 2024, en Muskiz, Vizcaya, País Vasco (España). Foto: Europa Press

Las autoridades temen que los pellets hallados en las playas, vinculados a la caída de un contenedor de un buque mercante el mes pasado, puedan ser tóxicas y hay indicios de que se han encontrado también en las costas de Francia.


El 8 de diciembre, el barco de carga Toconao -registrado con el número IMO 9627899- perdió seis contenedores, de los cuales uno contenía sacos con bolitas de plástico. Éstos se perdieron frente a la costa de Portugal, a unos 80 kilómetros al oeste de Viana do Castelo, en la frontera con España. Así, los pellets han llegado a las costas de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco, desde donde se reportó el incidente a las autoridades de España, Portugal y también de la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA).

Uno de los seis contenedores llevaba 1.000 sacos de pellets, cada uno con 25 kilos de las diminutas esferas blancas que se utilizan para la fabricación de productos de plástico, según indicó el representante del gobierno gallego, Alfonso Rueda. Greenpeace y otras organizaciones medioambientales calcularon que podrían haberse perdido millones de pellets, y agregaron que las bolitas encontradas suponen un peligro para la vida marina y humana, ya que pueden descomponerse en microplásticos que pueden llegar a comer los peces que más tarde capturan los pescadores.

Los gobiernos de Galicia -la comunidad autónoma más afectada- y de Asturias pidieron ayuda al gobierno central en Madrid. El Gobierno de España aseguró que se enteró de la llegada de los pellets a las costas de Galicia el pasado 13 de diciembre tras recibir una llamada de Salvamento Marítimo, mientras que Portugal aseguró que solo tenía conocimiento de estos hechos y de que el incidente estuviera relacionado con la pérdida de carga del Toconao a través de los medios de comunicación.

Pellets de plástico en la playa de Sabón, el 9 de enero de 2024, en A Coruña, Galicia. Foto: Europa Press

Este lunes, fiscales estatales españoles abrieron una investigación para comprobar el alcance de este vertido, el origen y determinar si puede acarrear responsabilidad penal. Y este martes, fue declarada una emergencia medioambiental en Galicia, medida con la que podrá solicitar ayuda al Estado español. La llegada de los pellets afecta a Galicia a un mes de que se realicen las próximas elecciones autonómicas, previstas para el próximo 18 de febrero.

El presidente de la Xunta en Galicia y candidato a la reelección, Alfonso Rueda, admitió este lunes que “por supuesto” le preocupa la repercusión de la llegada de los pellets a las costas gallegas en las elecciones. El político del Partido Popular de Galicia explicó que la Xunta “va a recoger todo lo que llegue a las playas”, mientras que se quejó de que los partidos de oposición hagan “campaña descaradamente” con este asunto.

Sin embargo, la situación no se ve favorable para Rueda, pues se le critica que en realidad no ha tomado las medidas necesarias para abordar el problema de contaminación en las costas. Esto, porque fuentes del Gobierno de Pedro Sánchez señalaron que a la noche del martes, la Xunta de Galicia todavía no había solicitado los medios estatales para limpiar las playas, a pesar de que el presidente de la Xunta había anunciado al mediodía que quedaría activado el nivel 2 de emergencia.

En el nivel 2 de emergencia, son los gobiernos autónomos de España los que lideran el operativo, coordinan las intervenciones y solicitan los medios. Por ello, el Gobierno español pidió a la Xunta que concrete qué necesita para poder enviar esos efectivos con el material correspondiente y actuar de inmediato.

Alfonso Rueda, actual presidente de la Xunta de Galicia. Foto: Facebook

Los pellets de plástico miden alrededor de cinco milímetros y se utilizan como materia prima en la industria del plástico. Con ello se fabrica una amplia gama de productos, como envases, embalajes o dispositivos electrónicos. El aumento de marea blanca en las costas gallegas -como la han denominado en alusión a la marea negra del buque petrolero Prestige en 2002- preocupa a la comunidad medioambiental, ya que los pellets no son biodegradables, afectan al suelo y al agua y, en definitiva, a los ecosistemas y la diversidad biológica.

En las costas de Galicia y Asturias se han hecho limpiezas de playa para sacar los microplásticos, coordinadas por organizaciones medioambientales y autoridades locales mediante la recogida manual y el uso de tecnologías especializadas para filtrar y extraer partículas más pequeñas de los sedimentos y el agua. Las asociaciones ecologistas, voluntarios y personal de los municipios afectados llevan ya días recogiendo los pellets, con numerosos voluntarios colando la arena de las playas para extraer las impurezas, una tarea muy complicada debido a su pequeño tamaño.

En tanto, los orígenes del buque mercantil Toconao permanecen inciertos, ya que navega por las costas de Europa y el Mar Mediterráneo con la bandera de Liberia, tiene como armadora a Polar 3 LTD -compañía establecida en el paraíso fiscal de las Islas Bermudas-, que, a su vez, es una filial de una gran empresa radicada en Chipre, propiedad de un armador alemán.

Todos estos antecedentes dificultan responsabilizar a un culpable de contaminar nocivamente el ecosistema y entorpecen determinar una indemnización por los daños ambientales. El Toconao, bajo la bandera de Liberia, se suma a la lista de “banderas de conveniencia” utilizadas por armadores para eludir inspecciones rigurosas y reducir costos.

Toconao
El buque mercantil "Toconao", que actualmente navega bajo bandera de Liberia, se construyó en 2013. Foto: Vessel Finder

Maersk, la empresa de transporte contratada para transportar los contenedores, dijo a The Associated Press en un email que los contenedores se perdieron el 8 de diciembre en el mar en el viaje desde el puerto español de Algeciras a Rotterdam, Holanda. Añadió que el Toconao es un buque fletado y no parte de la flota de la compañía danesa, y que hace la ruta entre en el norte de Europa y el Mediterráneo.

Las comunidades de Asturias y Cantabria también se encuentran en nivel 2 de emergencia por contaminación, habiendo tomado la medida inmediatamente después de encontrar los primeros microplásticos en sus costas, mientras que Galicia se demoró tres semanas. En octubre pasado, la Comisión Europea propuso una serie de medidas para prevenir el mal manejo y pérdida de los pellets, que deben ser debatidas por los 27 miembros de la Unión Europea y por el Parlamento Europeo, y entrarían en vigencia 18 meses después de lograrse cualquier acuerdo.

Junto al contenedor con pellets, el buque Toconao también perdió otros cinco contenedores que, según indicó la Delegación del Gobierno en Galicia, llevaban “pasta de tomate, neumáticos, barras de aluminio y rollos de papel film”. Aunque la pérdida de contenedores fue en aguas portuguesas, hasta la fecha no se ha anunciado que hayan llegado pellets a Portugal. En cambio, sí han llegado a las costas de Francia, según lo que anunció la vicepresidenta segunda de la Xunta y consejera de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda, Ángeles Vázquez.

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