Las fuerzas rusas estrechan el cerco en Mariupol y Zelensky denuncia “cientos de violaciones” a mujeres
El Ministerio de Defensa ruso dijo que el puerto marítimo comercial de Mariupol estaba bajo pleno control, mientras el mandatario ucraniano acusó a los soldados invasores de violar a mujeres e incluso a niñas.
El Ejército ruso estrechó este miércoles su cerco en torno a la ciudad de Mariupol (sur) y en el este, mientras el Presidente ucraniano, Volodymir Zelensky, denunció “cientos de violaciones” a mujeres, e incluso a niñas, cometidas por los soldados rusos desde el inicio de la invasión.
“Se han registrado cientos de casos de violación, incluidos los de niñas menores de edad y niños muy pequeños. ¡Incluso un bebé!, aseguró Zelensky el martes en un mensaje ante el Parlamento lituano. “Solo hablar de ello da miedo”, dijo, según recogió la agencia de noticias ucraniana Ukrinform.
“Este es el Ejército ruso, el ‘defensor de los niños’. Esta es la ‘operación especial’ planteada en Moscú. Esta es la historia de la lucha por la ‘paz rusa’”, censuró Zelensky, remarcando que las autoridades continúan registrando e investigando los posibles crímenes de guerra cometidos en territorio ucraniano.
El Presidente lituano, Gitanas Nausėda, afirmó, por su parte, que “es sencillamente imposible imaginar mayores horrores” y lamentó que “algunos países de la Unión Europea aún no se atrevan a decidir cuándo van a limitar las compras de petróleo ruso”.
Varios testimonios recogidos por los medios corroboran los temores de las ONG, que señalan indicios del uso de la violación como “arma de guerra”. Una mujer ucraniana dijo a AFP que fue violada por dos soldados rusos cuando supieron que era la esposa de un militar ucraniano.
La defensora del pueblo de Ucrania, Lyudmyla Denisova, declaró el lunes a la BBC que los rusos tenían en un sótano ubicado en Bucha a 25 niñas y mujeres -de entre 14 y 24 años- que eran constantemente violadas. Nueve de ellas están actualmente embarazadas. “Los soldados rusos les dijeron que las violarían de tal manera que no querrían tener relaciones sexuales con ningún hombre, para evitar que tengan hijos ucranianos”, agregó.
Ese mismo día, funcionarios de la ONU pidieron investigar la violencia contra las mujeres en Ucrania y proteger a los millones de niños desplazados por el conflicto. “Cada vez oímos hablar más de violaciones y violencia sexual”, dijo Sima Bahous, directora de la agencia ONU Mujeres. “Esas denuncias deben ser objeto de una investigación independiente para garantizar justicia y encontrar responsables”, reclamó.
Los funcionarios solicitaron también detener la invasión rusa. “Esta guerra debe parar. Ahora”, enfatizó Bahous. “Es hora de terminar esta guerra. Los niños de Ucrania no pueden permitirse esperar”, remarcó Manuel Fontaine, director del programa de emergencias de la Unicef.
Bahous, que regresó de un viaje a la región del conflicto, dijo que “la combinación de desplazamientos masivos con la amplia presencia de conscriptos y mercenarios y la brutalidad contra los civiles ucranianos han levantado todas las señales de alerta”.
Fontaine alertó sobre el riesgo del hambre en Ucrania. “De los 3,2 millones de niños que, según estimaciones, siguen en sus casas, casi la mitad no tiene lo suficiente para comer”, estimó. “La situación es peor en ciudades como Mariupol y Kherson, donde los niños y sus familias pasan semanas sin agua corriente, servicio de saneamiento, abastecimiento regular de alimentos y cuidados médicos”, añadió.
Antes de la reunión, la embajadora de Noruega ante la ONU, Monu Juul, puso el acento en la falta de educación escolar. Juul, cuyo país es miembro no permanente del Consejo de Seguridad, dijo que 5,7 millones de niños ucranianos están afectados por el cierre de escuelas y no tienen dónde estar.
“Las escuelas son importantes, no sólo para la educación de los niños, sino también para protegerlos de la violencia, los abusos sexuales e incluso de la trata de seres humanos”, dijo.
“Los niños son inocentes. Siempre. Paren de matarlos. Paren de destruir su futuro. ¡Paren la guerra!”, remarcó.
Una misión de expertos creada por los países de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (Osce) halló pruebas de crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos por Rusia en Ucrania, según un informe inicial publicado el miércoles.
La misión fue creada el mes pasado por 45 de los 57 países participantes en la Osce para investigar posibles delitos, incluidos posibles crímenes de guerra en Ucrania, y transmitir la información a organismos como los tribunales internacionales. Rusia se opuso.
“La misión descubrió claros patrones de violaciones del DIH (Derecho Internacional Humanitario) por parte de las fuerzas rusas”, dijo el informe, citando que no se tomaron las precauciones necesarias, ni se actuó de forma proporcionada, ni se respetaron lugares como escuelas y hospitales.
La misión también encontró algunas “violaciones” por parte de Ucrania, en particular en el trato a los prisioneros de guerra, pero dijo que las violaciones de Rusia “son por lejos mayores en naturaleza y escala”.
Control de ciudad portuaria
Tras replegar sus tropas de la región de Kiev y el norte de Ucrania, Rusia se enfoca en el este, especialmente en la ciudad de Mariupol, cuya toma daría a Moscú continuidad territorial entre los territorios prorrusos del Donbás y la anexionada península de Crimea.
El Ministerio de Defensa ruso dijo el miércoles que el puerto marítimo comercial de Mariupol estaba bajo pleno control, mientras que todos los “rehenes” de los buques en el puerto han sido liberados.
Moscú también anunció durante la jornada que más de mil soldados ucranianos se habían rendido en Mariupol, una estratégica ciudad portuaria que las fuerzas rusas bombardean desde hace más de 40 días y han cercado durante más de un mes.
Unos “1.026 soldados ucranianos de la 36ª Brigada de Infantería de Marina depusieron voluntariamente las armas y se rindieron” en la zona de la planta metalúrgica de Ilich, de los cuales 150 resultaron heridos y fueron trasladados al hospital de Mariupol, indicó un funcionario del Ministerio de Defensa ruso.
“Los restos de las unidades ucranianas y de los nazis (del batallón) Azov presentes en la ciudad están bloqueados y privados de la posibilidad de salir del cerco”, detalló el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov.
Durante la noche del martes al miércoles, la televisión estatal rusa que anunció la rendición mostraba a hombres con uniformes de camuflaje que transportaban heridos en camillas.
Conquistar esta ciudad sería una victoria importante para los rusos, ya que les permitiría consolidar sus avances territoriales en la costa a lo largo del mar de Azov, uniendo la región de Donbás, controlada en parte por sus partidarios, con Crimea, que Moscú anexó en 2014.
Entre 20.000 y 22.000 personas murieron en Mariupol, dijo el martes a CNN Pavlo Kyrylenko, gobernador ucraniano de la región de Donetsk, aunque admitió que era “difícil hablar de un número de víctimas”, porque la ciudad está aislada del resto del mundo por las fuerzas rusas.
El consejero presidencial ucraniano, Mykhailo Podolyak, indicó en Twitter que “los soldados ucranianos están rodeados y bloqueados” en esta ciudad en el mar de Azov, donde un “90% de las casas” han sido destruidas.
La caída de Mariupol parece inevitable para algunos expertos militares, pero después de más de seis semanas de lucha, las fuerzas ucranianas todavía resisten. La lucha se concentra ahora en la gigantesca zona industrial de la ciudad. El miércoles, el Ejército ucraniano indicó en Telegram que continuaban los bombardeos rusos, en especial contra el puerto y el vasto complejo metalúrgico de Azovstal, hasta ahora un bastión de las fuerzas ucranianas.
En tanto, el jefe de los separatistas prorrusos de Luhansk, en el este de Ucrania, aseguró el miércoles que sus tropas controlan la mayor parte de esta región, uno de los objetivos prioritarios del Kremlin. En una conferencia de prensa cerca de la central eléctrica en Chtchastia, una ciudad que estaba bajo el control de Kiev antes de la ofensiva rusa del 24 de febrero, Leonid Pasechnik dijo que “entre el 80 y el 90%” de la región de Luhansk había sido conquistada. Según él, los “nazis” ucranianos aún controlan “la ciudad de Kreminna, una parte de la de Rubizhne, Severodonetsk, Lisichansk y una parte de Popasnaia” en la región.
“Tan pronto como hayamos liberado (toda la región), tomaremos la decisión de proporcionar una posible ayuda a nuestros hermanos de Donetsk, y eventualmente a la Federación de Rusia”, continuó Pasechnik. La agencia AFP no pudo confirmar estas declaraciones de manera independiente.
Por su parte, cuatro residentes civiles de la ciudad oriental ucraniana de Kharkiv murieron y 10 resultaron heridos el miércoles, cuando las fuerzas rusas intensificaron sus bombardeos sobre la ciudad, dijeron autoridades locales. “El enemigo está bombardeando casas residenciales, áreas residenciales. Desafortunadamente, hay víctimas civiles; lo peor es que los niños están muriendo”, dijo el alcalde de Kharkiv, Ihor Terekhov, a la televisión nacional ucraniana.
Amenazas de ataques a Kiev
Asimismo, Rusia amenazó este miércoles con bombardear centros de mando en Kiev y acusó a Ucrania de atacar posiciones militares en su territorio. “Vemos intentos de sabotaje y bombardeos de las fuerzas ucranianas contra posiciones en el territorio de la Federación de Rusia”, dijo Konashenkov. “Si estos hechos continúan, el Ejército ruso atacará centros de toma de decisiones, también en Kiev, lo que el Ejército ruso se ha abstenido de hacer hasta ahora”, añadió.
Los analistas creen que el Presidente ruso Vladimir Putin, enfrentado a la feroz resistencia ucraniana, quiere asegurarse una victoria en el este antes del desfile militar del 9 de mayo en la Plaza Roja, que conmemora la victoria soviética contra los nazis de 1945. Moscú retiró a finales de marzo sus fuerzas de los alrededores de Kiev y la mitad norte de la capital, asegurando que ahora quiere concentrar sus esfuerzos en el sur y el este.
En respuesta a esta ofensiva, Zelensky publicó en sus redes sociales un video en el que pide a Occidente un listado de armas para enfrentar la invasión rusa en su país. “Sin armamento adicional, esta guerra se convertirá en un baño de sangre sin fin, esparciendo miseria, sufrimiento y destrucción. Mariupol, Bucha, Kramatorsk: la lista continuará. Nadie detendrá a Rusia, excepto Ucrania con armamento pesado”, señaló el gobernante en Twitter.
La respuesta de EE.UU. no tardó en llegar. El gobierno del Presidente Joe Biden anunció el miércoles una ayuda militar de US$ 800 millones a Ucrania, y dijo que espera proporcionar nuevas capacidades para repeler ataques rusos en el este del país europeo.
La nueva partida, que eleva el total de ayuda desde que las fuerzas rusas invadieron Ucrania en febrero a más de US$ 2.500 millones, incluye sistemas de artillería, munición y vehículos blindados de transporte de personal, dijo Biden en un comunicado tras una conversación telefónica con su par ucraniano.
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