Las razones que llevaron a Joe Biden a renunciar a la carrera por la Casa Blanca
El actual presidente demócrata y candidato a la reelección anunció su dimisión tras semanas de presiones del partido, preocupaciones por su salud y resultados de encuestas desfavorables. Expertos consultados por La Tercera analizaron los motivos que lo llevaron a bajar su candidatura.
Se veía venir, tras semanas de presión del Partido Demócrata. Los rumores venían acrecentando y tomaron fuerza en los últimos días, cuando varias personas cercanas al presidente Joe Biden dijeron que creían que él había comenzado a aceptar la idea de que tal vez no pudiera ganar en noviembre y tuviera que abandonar la carrera por la Casa Blanca, según informó The New York Times.
Ya una fuente anónima había dicho a Reuters que Biden se estaba haciendo “un examen de conciencia”. La fuente aseguró que el mandatario estaba “pensando en esto muy seriamente” y que estaba considerando seriamente los llamados a hacerse a un lado como candidato presidencial demócrata y que varios funcionarios demócratas creían que su salida era cuestión de tiempo.
La Tercera consultó con algunos expertos previo a su renuncia, para conocer cuál era la probabilidad de que esto ocurriera y desmenuzar las razones que el candidato a la Casa Blanca tenía para ello.
Las dudas sobre su edad y salud
Su edad y estado de salud habían sido durante mucho tiempo su mayor debilidad política, pero tras su desempeño en el debate del mes pasado, estuvieron aún más bajo la lupa. El miércoles por la noche, Biden anunció que estaba enfermo de Covid y luego, la Casa Blanca informó que el presidente tenía “síntomas respiratorios superiores, que incluían rinorrea (secreción nasal) y tos no productiva, con malestar general” como resultado de su infección.
Un día antes de anunciar su diagnóstico, dijo en una entrevista con BET que solo una “condición médica” lo convencería de abandonar la carrera. Esa entrevista la grabó el martes, pero fue emitida el miércoles solo unas horas después de anunciar su condición de Covid. “Biden todavía piensa que su edad y su salud son lo suficientemente buenos para seguir siendo presidente. Pero todo se reduce a otra pregunta: ¿Es posible que gane Biden? Cada vez más demócratas piensan que la respuesta es no”, dijo a La Tercera el jueves John Pitney, analista político estadounidense y académico en Claremont McKenna College.
Consultado respecto a si la salud del mandatario sería un aspecto decisivo para dimitir, el abogado, exrepresentante demócrata de Carolina del Sur y comentarista político de CNN, Bakari Sellers, aseguró este martes a La Tercera que “hay dudas sobre su edad, pero al final del día, él será el que hará esa última decisión. Y esa decisión no tendrá nada que ver con edad o salud. Si tiene buena salud, la pregunta será si siente que puede servir y si siente que puede ganar”.
“Él no tiene ningún problema de salud. Cada problema que tiene es sobre su edad o sobre las cosas naturales que vienen con la edad. El partido está teniendo una discusión ahora mismo. Pero, al final del día, él es el nominado hasta que él y solo él diga que no lo es. Y, si no es él nominado, solo una persona puede responder. Y esa persona es Kamala Harris. El partido no va a ir por nadie más, queremos que eso no pase”, afirmó Sellers a este medio.
No está claro si Biden cuenta con otras enfermedades. Pero, a inicios de este mes, The New York Times informó que el Dr. Kevin Cannard, un neurólogo especializado en trastornos del movimiento y experto en Parkinson del Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, visitó la Casa Blanca ocho veces desde el verano pasado hasta la primavera de este año. Los registros oficiales de visitantes indican que al menos una de esas visitas fue para reunirse con el médico del presidente Biden.
El debate presidencial y los lapsus
“Incluso hace un mes, la idea de que el Presidente Biden se retirara de la carrera presidencial de EE.UU. parecía absurda, incluso inimaginable. Pero el mundo político ha cambiado drásticamente en las últimas semanas”, dijo a La Tercera John Shaw, director del Instituto de Políticas Públicas Paul Simon de la Universidad del Sur de Illinois.
El debate fue el momento cúspide que terminó de confirmar todas las dudas sobre su capacidad para gobernar. Era la instancia para Biden de tranquilizar a su base de votantes y demostrar su capacidad para liderar el país durante cuatro años más, dijo la emisora National Public Radio.
En vez de eso, “su desastroso desempeño” en el debate del 27 de junio “sacudió a la nación y sorprendió y entristeció a los demócratas. Sus apariciones posteriores en mítines, conferencias de prensa y en varias entrevistas en televisión han sido mejores”, señaló Shaw.
Al día siguiente del debate, el presidente hizo en un acto en Raleigh, Carolina del Norte, donde 2.000 partidarios lo vieron. Allí, su energía contrastó con lo ocurrido la noche anterior. “Algunas de las recientes apariciones de Biden en los medios no han ido bien. No han borrado las imágenes duraderas del debate del 27 de junio. Si Biden mostrara el nivel de energía y concentración que tenía en 2020, los llamados a su retirada disminuirían. Pero eso no ha sucedido”, dice Pitney.
La presión de su partido
“Mientras Biden se aislaba en su casa de la playa de Delaware después de dar positivo al test (de Covid), se aisló también cada vez más de muchos sectores de su Partido Demócrata”, escribió CNN el jueves. El representante Jamie Raskin de Maryland, un miembro destacado del comité de la Cámara de Representantes que investigó el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021, fue el último demócrata prominente hasta entonces en pedir públicamente al presidente Biden que considerara “pasarle la antorcha a otro candidato”.
En una carta enviada a Biden el 6 de julio, obtenida por The New York Times el jueves, Raskin comparó al presidente de 81 años con un lanzador de béisbol cansado y lo instó a consultar con sus compañeros demócratas sobre la continuación de su campaña.
Pero una de las figuras más destacadas del partido que lo ha presionado es la representante demócrata de California, expresidenta de la Cámara de Representantes y aliada histórica de Biden, Nancy Pelosi, cuando el miércoles pasado sugirió que se estaba “acabando el tiempo” para que Biden tomara una decisión.
Esta semana, CNN informó que Pelosi le dijo a Biden en una llamada que ella y otros demócratas temían que él estuviera “hundiendo al partido”. El medio estadounidense Politico describió que ésta fue una confrontación extraordinariamente sincera, en la que Pelosi también advirtió que algunos legisladores demócratas comenzarían a quejarse más en voz alta sobre sus debilidades políticas.
“Nadie puede obligar a Biden a retirarse. Pero cuando los demócratas experimentados le dicen que va a perder, tiene que prestar atención. Según los informes, la expresidenta Nancy Pelosi y el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, le dijeron que debería retirarse. Además los expresidentes Bill Clinton y Barack Obama son lo más cerca que nadie de ser iguales a un presidente en ejercicio. Saben de política y Biden sabe que ellos saben de política”, indicó Pitney a este medio.
“Muchos demócratas creen ahora que Biden está destinado a perder contra Trump y a llevarse consigo a muchos otros demócratas en el Congreso. Es poco probable que Biden escuche a Barack Obama o Bill Clinton, pero podría escuchar las súplicas de antiguos colegas del Senado como Chris Dodd o Chuck Schumer, o de la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi. Estas personas pueden expresar primero sus preocupaciones a Jill Biden y luego trabajar a través de ella para persuadir al Presidente Biden de que abandone su candidatura a la reelección”, anticipó Shaw.
Lo que dicen las encuestas
Un sondeo publicado este jueves reveló que Trump superaba a Biden a nivel nacional y en siete estados en disputa. La encuesta de Emerson College, patrocinado por Democrats for the Next Generation y citado por The Hill, mostró que el 46% de los votantes registrados apoyan a Trump, frente al 42% que respalda a Biden y un 12% que está indeciso. También indicó que el apoyo al presidente ha disminuido en 2 puntos desde principios de mes, mientras que el respaldo a Trump se mantuvo estable.
Otra encuesta del Centro de Investigación de Asuntos Públicos AP-NORC publicada el miércoles concluyó que solo el 14% de los estadounidenses tienen una confianza extrema o muy alta en que Biden tiene la “capacidad mental para ser un presidente eficaz”. Entre los demócratas, esa cifra es del 27%.
Los datos de las encuestas internas muestran un campo de batalla en expansión en la carrera presidencial, con New Hampshire, Minnesota, Nuevo México, Virginia y Maine volviéndose altamente competitivos en la carrera entre Biden y Trump, además de los siete principales estados actuales en disputa. “Las encuestas recientes muestran que Biden ha quedado rezagado respecto a Trump en la carrera nacional, pero especialmente en los estados críticos de oscilación que decidirán la elección en el Colegio Electoral”, dice Shaw.
En la discusión reciente de Pelosi y Biden, ella le habría dicho en privado que las encuestas mostraban que él no podía derrotar a Trump y que el mandatario podría destruir las posibilidades de los demócratas de ganar la Cámara en noviembre si continuaba buscando un segundo mandato. Biden respondió con contraataque y le dijo a Pelosi que había visto encuestas que indicaban que podía ganar, dijo una fuente a CNN.
Otra de las fuentes describió a Biden como alguien que se ponía a la defensiva con respecto a las encuestas. Y que, en un momento dado, Pelosi le pidió a Mike Donilon, asesor de Biden desde hace mucho tiempo, que se pusiera al teléfono para hablar sobre los datos. “Muchos demócratas creen ahora que se necesita una nueva boleta, con nuevos candidatos a presidente y vicepresidente, para evitar una derrota abrumadora en noviembre. Continuar con el curso actual con el presidente Biden en la boleta demócrata parece ser una receta para la derrota electoral de los demócratas”, apuntó Shaw.
“El reemplazo más probable es la vicepresidenta Harris. Hay dos razones. Primero, los votantes afroamericanos son la piedra angular del Partido Demócrata moderno. Es difícil imaginar que los votantes y líderes políticos negros aprobarían que el partido rechazara la nominación al primer vicepresidente negro. En segundo lugar, Harris ha sido puesta a prueba. Se postuló brevemente para la presidencia en 2020, pasó por un riguroso proceso de investigación para obtener la nominación a la vicepresidencia y luego fue compañera de fórmula de Biden en 2020. Ningún competidor en el Partido Demócrata tiene ese nivel de experiencia nacional”, dice Pitney.
El intento de asesinato a Trump
“La supervivencia de Trump a un intento de asesinato el fin de semana pasado solo ha fortalecido a sus seguidores y aumentado su confianza. El impulso ha cambiado claramente a favor de él”, señala Shaw. Así lo muestran las encuestas: entre los posibles votantes, el 52% dijo que su elección para presidente es Trump, mientras que el 47% afirmó lo mismo sobre Biden, según mostró un sondeo publicado el jueves por CBS News.
Es probable que Trump reciba más simpatía tras el intento de asesinato, dijo Grant Reeher, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Syracuse, al medio US News & World Report. “No se sabe qué pasa por la cabeza y el corazón de este hombre, pero demostró valentía por fuera. Y eso no sólo es algo positivo para los estadounidenses, sino que encaja con la narrativa fundamental de su campaña”, argumentó.
Por otro lado, el Partido Republicano ya está prácticamente unificado en torno a Trump. Incluso los miembros de la colectividad que compitieron contra él en las primarias y que a menudo lo criticaron en el proceso, se han alineado. “No hace falta estar de acuerdo con Trump el 100% del tiempo para votar por él”, dijo la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley en la convención republicana este martes. “Escúchenme. No siempre he estado de acuerdo con el presidente Trump. Pero coincidimos más a menudo de lo que discrepamos”, declaró.
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