Las razones tras el tercer lugar de Agrupación Nacional y la incierta carrera por el sillón de premier francés

Marine Le Pen, líder del partido francés de extrema derecha Agrupación Nacional, llega a la sede de la colectividad el día después de la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias anticipadas, en París, el 8 de julio de 2024. Foto: Reuters

Mientras el partido de extrema derecha de Marine Le Pen y Jordan Bardella dijo que haría un “examen de conciencia” de sus errores, la alianza izquierdista Nuevo Frente Popular aseguró que llegará a un acuerdo esta semana sobre un candidato a primer ministro que propondrá a Macron.


“¿Quién gobernará Francia?”. Esa era la pregunta que este lunes se hacía el diario Le Monde, un día después del sorpresivo resultado de la segunda vuelta de las elecciones legislativas, en las que la alianza de izquierda Nuevo Frente Popular quedó primera, pero lejos de la mayoría absoluta que le permitiría reclamar el poder sin posible oposición, relegando al tercer lugar a Agrupación Nacional, la fuerza de extrema derecha que llegaba como favorita a los comicios del domingo.

Aunque la colectividad liderada por Marine Le Pen y Jordan Bardella se situó como primer partido de Francia con diferencia por el número de votos en el balotaje de las legislativas, se vio relegada en la Asamblea Nacional por el efecto del llamado “cordón sanitario”, la estrategia del Nuevo Frente Popular (que logró 182 escaños) y Juntos, la coalición liderada por el presidente Emmanuel Macron (con 168 curules), destinada a frenar el avance electoral de la extrema derecha.

“Hoy tenemos una gran frustración”, reconoció este lunes el vicepresidente de Agrupación Nacional y alcalde de Perpiñán, Louis Alliot, en una entrevista a la emisora RTL, en la que subrayó que la formación sigue siendo “el primer partido en la Asamblea Nacional, el primer grupo político”. Pese a ello, la tienda de Le Pen y Bardella dijo que va a hacer un “examen de conciencia” de sus errores.

En la segunda vuelta de las legislativas celebradas este domingo, Agrupación Nacional consiguió 143 diputados junto a sus socios conservadores, muy por encima de los 89 que tenía en la Asamblea saliente, pero muy por debajo de los 289 que hubieran sido necesarios como mínimo para obtener una mayoría absoluta con la que gobernar.

Con todo, Agrupación Nacional y sus aliados obtuvieron este domingo cerca de 10,1 millones de votos, equivalentes al 37,05%. Un resultado que supera con creces las cifras de las legislativas de 2022, donde el partido de extrema derecha cosechó cerca de 3,6 millones de sufragios en el balotaje, cifra correspondiente al 17,3%.

Quizá por ello, Marine Le Pen destacó que su partido había duplicado sus apoyos, por lo que consideró que el resultado del domingo “pone los cimientos de la victoria futura”. “Esto es una victoria en diferido”, aseguró.

“Agrupación Nacional ha logrado hoy el avance más importante de toda su historia”, declaró el presidente del partido, Jordan Bardella, en un discurso de cinco minutos pronunciado media hora después de que se diera a conocer el sondeo a boca de urna que daba a su colectividad el tercer puesto. “Esta noche empieza todo. Un viejo mundo ha caído y nada puede detener a un pueblo que ha empezado a recobrar la esperanza”, afirmó.

Bardella culpó al “Frente Republicano” de la derrota de su partido, describiéndolo en su discurso como “alianzas políticas antinaturales, destinadas a impedir por todos los medios que los franceses elijan libremente una política diferente”.

Al respecto, Adam Hsakou, coordinador de programas del German Marshall Fund of the United State, declaró a Euronews que “Agrupación Nacional sigue enfrentándose a su techo de cristal. Su derrota se debe a la retirada de muchos candidatos en situaciones triangulares”. El experto hacía alusión a los acuerdos tácticos entre oponentes centristas e izquierdistas, que sacaron a cerca de 215 candidatos de contiendas a tres bandas para evitar dividir el voto anti-Agrupación Nacional.

Según El País, unos de los duelos más repetidos fueron los que se dieron entre Agrupación Nacional y los centristas de Juntos. Y ante ese dilema, y según los datos de Ipsos, los votantes de la izquierda del Nuevo Frente Popular votaron masivamente por el partido de Macron. Es lo que hizo el 72%, frente al 25% que dudaba o se abstuvo, y el 3% que habría pasado de la izquierda a votar por la extrema derecha.

En un análisis de las 351 circunscripciones donde se enfrentó un candidato de Agrupación Nacional con un candidato del Nuevo Frente Popular, Juntos o Los Republicanos y al reducirse a dos los candidatos de la primera vuelta, las dos alternativas subieron en votos en estos distritos, pero con intensidad bien diferente: la extrema derecha subió 7 puntos de media por distrito y sus rivales, 23 puntos, destacó el periódico español.

Pero no solo “cerco sanitario” estaría detrás del sorpresivo tercer lugar del partido de Le Pen y Bardella. El encuestador de Ipsos, Brice Teinturier, señaló a Reuters las propias deficiencias de Agrupación Nacional, incluidas las revelaciones antes de la segunda vuelta de que varios de sus candidatos habían expresado opiniones xenófobas, lo que generó dudas sobre si el partido realmente se había deshecho de su pasado más tóxico.

“Lo que pasó también es que los candidatos de Agrupación Nacional demostraron en esta campaña que no estaban preparados o que tenían en sus filas candidatos antisemitas, xenófobos u homofóbicos”, dijo Teinturier a la televisión France 2.

Asimismo, Adam Hsakou destacó que “Agrupación Nacional está pagando sin duda el revuelo causado por la cuestión de la doble nacionalidad, que animó el período previo a las elecciones. Jordan Bardella fue incapaz de calmar la situación. Es una lección para el hombre que encarna perfectamente la normalización del partido: joven, de familia inmigrante, no lleva el apellido Le Pen, es elocuente y eficaz en las redes sociales”, añadió. El experto hacía alusión a la polémica que la formación alimentó en las últimas semanas con varias declaraciones en favor de que los franceses que tienen doble nacionalidad queden excluidos de “puestos de trabajo extremadamente sensibles”.

En todo caso, no obtener la mayoría absoluta y, por tanto, verse obligado a una “cohabitación” con Macron podría, de hecho, jugar a favor de Agrupación Nacional. “No se verán obligados a intentar gobernar durante los próximos tres años y evitarán así cualquier responsabilidad sobre lo que ocurra en Francia durante los próximos años”, explicó a Euronews Douglas Webber, profesor emérito de Ciencias Políticas en la escuela INSEAD.

Con escasas opciones de convertirse en primer ministro, Bardella, de 28 años, recibió este lunes un reconocimiento a su ascendente carrera política. El delfín de Marine Le Pen presidirá el grupo parlamentario Patriotas por Europa que ha promovido el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y que con la suma de los diputados franceses de Agrupación Nacional llega a los 84 eurodiputados, lo que lo convierte por ahora en el tercer grupo más grande de la Eurocámara.

La carrera por el sillón de Attal

Durante semanas, lo único que se discutió fue la perspectiva de que la extrema derecha tomara el poder por primera vez en la historia moderna de Francia. Lo que vendrá ahora, tras el sorpresivo triunfo de la izquierda, sigue siendo muy incierto.

Según Le Monde, los posibles escenarios para un gobierno tras la segunda vuelta de las elecciones legislativas incluyen una coalición, un gobierno minoritario o un gobierno técnico. Pero a falta de una mayoría clara en los escaños de la Asamblea Nacional, “el riesgo de bloqueo institucional es real”, advierte el periódico.

En medio de este incierto panorama, la elección del futuro primer ministro pertenece formalmente al presidente del país, Emmanuel Macron, quien no está legalmente obligado por los resultados de las elecciones, aunque la costumbre política dicta que el jefe de gobierno sea elegido entre las filas de la fuerza o coalición política más fuerte, consigna el portal Politico.

Al respecto, Jean-Luc Mélenchon, líder de La Francia Insumisa, expresó su confianza durante una entrevista televisiva en el canal de noticias LCI en que la alianza de izquierda Nuevo Frente Popular llegará a un acuerdo esta semana sobre un candidato a primer ministro que propondrá a Macron.

En su cuenta de la red social X, comentó que Olivier Faure, primer secretario del Partido Socialista, propuso que el grupo parlamentario más numeroso designe un primer ministro. “Tenemos varios nombres para proponer: Manuel Bompard, Mathilde Panot, Clémence Guette”, escribió Mélenchon, quien reiteró: “Nunca seré el problema, siempre seré parte de la solución”. Y es que el líder de La Francia Insumisa despierta reticencias en el macronismo.

Quien ya se restó de la carrera fue el expresidente François Hollande, quien rechazó las sugerencias de que pueda formar un gobierno y convertirse en primer ministro, tras su elección a la Asamblea Nacional. “Para estar en un gobierno, ¿no hay que ser candidato para dirigirlo? Yo no lo soy”, dijo el político socialista en BFM-TV.

El portal Politico hizo una lista de los posibles candidatos a reemplazar a Gabriel Attal como primer ministro, divididos en cuatro grupos. Así, en el primero de ellos, que denominó “Jean-Luc Mélenchon y sus leales”, el medio destacó que, además del propio líder de La Francia Insumisa, otros candidatos al cargo son el coordinador del movimiento, Manuel Bompard; la presidenta de su grupo en el Parlamento, Mathilde Panot; la figura en ascenso Clémence Guette; o Eric Coquerel, presidente de la comisión de finanzas de la Asamblea Nacional. Con todo, Político dijo que el ganador más probable en la disputa sería Mélenchon.

En un segundo grupo, constituido por “los rivales de extrema izquierda no se doblegan ante Mélenchon”, Politico incluyó a François Ruffin, un experiodista y cineasta que busca postularse para las próximas elecciones presidenciales, y a Clémentine Autain, que formó parte del grupo de La Francia Insumisa en las dos últimas legislaturas, pero que se ha vuelto cada vez más crítica con Mélenchon. En esta contienda, el medio apuesta como ganador a Ruffin.

“Los socialistas resucitados” conforma el tercer grupo. Los posibles candidatos podrían provenir de la nueva generación de socialdemócratas, incluido el actual líder del Partido Socialista, Olivier Faure, el presidente saliente de su grupo, Boris Vallaud, o el principal candidato en las elecciones de la UE, Raphaël Glucksmann. Según Politico, las mayores opciones las tiene Vallaud.

Por último, el medio coloca a las “opciones no partidistas” como cuarto grupo. “El eurodiputado socialdemócrata Glucksmann puso esta opción sobre la mesa el mes pasado al promover a Laurent Berger, exlíder del sindicato reformista CFDT. Berger también es reconocido, tanto en la izquierda como en la derecha, por su capacidad para crear consensos y cerrar brechas. Su enfoque moderado, sin embargo, podría resultar un fracaso para Mélenchon”, escribió Politico.

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