Líbano anuncia el cierre de todas sus oficinas e instituciones públicas en señal de solidaridad con Gaza

Las autoridades de Líbano han anunciado este lunes el cierre de las oficinas e instituciones del Gobierno en señal de solidaridad con la población de la Franja de Gaza ante los ataques del Ejército israelí en el marco de la guerra abierta en la zona, que se ha saldado con casi 18.000 muertos en el enclave palestino.

Así lo ha confirmado el primer ministro libanés, Nayib Mikati, que ha indicado que se trata de una respuesta al “llamamiento a nivel mundial a favor de Gaza y en solidaridad con los palestinos”, además de con “pueblo libanés en Gaza y las aldeas fronterizas libanesas”, que se han visto afectadas por el intercambio de ataques entre las fueras israelíes y miembros del partido-milicia libanés Hezbolá en la frontera.

La medida llega poco después de que el Ejército de Israel haya informado de nuevos lanzamientos de cohetes desde Líbano hacia territorio israelí a medida que continúa el fuego cruzado en la zona. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han indicado en un comunicado que han logrado interceptar al menos seis de estos lanzamientos y han afirmado que han abierto fuego contra la “fuente” de estos ataques.

Varios cazas de la Fuerza Aérea de Israel han sido desplegados en las inmediaciones después de que decenas de proyectiles israelíes hayan alcanzado a lo largo de la mañana las localidades de Naqura, Zibqin y Yarine, entre otras.

Este mismo lunes, Hezbolá ha anunciado la muerte de uno de sus combatientes, identificado como Abbas Hasan Arzuni, en el marco de los ataques contra el sur de Líbano, si bien no ha ofrecido más detalles al respecto, según ha recogido el diario libanés ‘L’Orient- Le Jour’.

El domingo, varios soldados israelíes resultaron heridos por disparos realizados desde el sur de Líbano contra el norte de Israel. Según fuentes del Ejército israelí, ya son cerca de un centenar los miembros de Hezbolá que han muerto desde el inicio de la guerra.

Israel lanzó la ofensiva sobre Gaza como respuesta a unos atentados que dejaron el 7 de octubre en suelo israelí unos 1.200 muertos y que también han derivado en un cruce de ataques prácticamente diario en la frontera con Líbano, donde tiene presencia la milicia chií Hezbolá.