Mario Abdo Benítez asume como nuevo presidente de Paraguay
A la ceremonia asistieron los presidentes Mauricio Macri de Argentina, Michel Temer de Brasil, Tabaré Vázquez de Uruguay, Evo Morales de Bolivia e Iván Duque de Colombia, entre otros.
El exsenador Mario Abdo Benítez asumió este miércoles la presidencia de Paraguay con el desafío de mantener la estabilidad económica, combatir la pobreza y luchar contra la corrupción en medio de un creciente descontento ciudadano.
Abdo recibió la banda presidencial de manos del titular del Congreso, Silvio Ovelar, en una ceremonia en la sede del gobierno a la que no asistieron legisladores de su partido leales al saliente presidente Horacio Cartes.
"Demos la bienvenida en esta nueva etapa al disenso", dijo en sus primeras palabras como gobernante.
"Les invito a construir desde el disenso una democracia madura donde las instituciones sean fuertes con poderes autónomos (...) y una justicia valiente", agregó en el discurso, en el que además solidarizó con los pueblos de Venezuela y Nicaragua y prometió que Paraguay no será indiferente ante su sufrimiento.
A la ceremonia asistieron los presidentes Mauricio Macri de Argentina, Michel Temer de Brasil, Tabaré Vázquez de Uruguay, Evo Morales de Bolivia, Iván Duque de Colombia, Jimmy Morales de Guatemala y Tsia Ing Wen de Taiwán, entre otros.
La presidencia de Abdo, un especialista en marketing de 46 años formado en Estados Unidos, mantendrá en el poder durante los próximos cinco años al conservador Partido Colorado, que dominó la política paraguaya las últimas siete décadas, incluida la feroz dictadura del general Alfredo Stroessner.
Al reemplazar en el cargo al millonario tabacalero Cartes, recibirá un país estable en términos económicos pero con manifestaciones ciudadanas en aumento por casos de corrupción que involucran mayormente a legisladores del oficialismo.
Si bien no se esperan grandes cambios respecto a la administración anterior, Abdo tendrá que forjar alianzas que le permitan gobernar.
El Partido Colorado no tiene mayoría en el Senado y aunque sí la tiene en la Cámara de Diputados, los enfrentamientos frecuentes al interior de la agrupación la vuelven volátil. La ausencia de 27 legisladores leales a Cartes en la ceremonia de juramento el martes evidenció esas fracturas.
El nuevo mandatario, quien participó días atrás en reuniones con inversionistas en Nueva York, continuaría con la política de endeudamiento de su antecesor, quien autorizó la emisión de US$2.910 millones en bonos en los mercados internacionales durante su mandato.
El foco estará puesto también en los cambios que puedan impulsarse en materia impositiva en un país con la presión tributaria más baja de la región en el que muchos reclaman una mayor contribución al fisco del sector agropecuario, clave para el crecimiento.
La economía en el cuarto exportador mundial de soja creció un 4,8% el año pasado a pesar de la inestabilidad en la región y se espera una expansión de 4,7 para este año. La pobreza afecta a más de una cuarta parte de la población.
"El Paraguay va a seguir creciendo, pero necesitamos un crecimiento económico más inclusivo, sacar a nuestra gente de la pobreza extrema, disminuir el desempleo (...) buscaremos generar políticas tributarias que nos permitan recaudar más", dijo Abdo.
Otro de los desafíos del presidente será mostrar que no apaña la corrupción en momentos que se repiten las protestas en las calles y frente al domicilio de legisladores de su partido investigados por la justicia.
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