Muere el último dictador militar de Bolivia

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Luis García Meza durante una audiencia en La Paz, en octubre de 2008.

Luis García Meza, quien gobernó entre 1980 y 1981 y cumplía una pena de 30 años de cárcel, falleció hoy a los 88 años, en un hospital militar de La Paz.


El último dictador militar de Bolivia, Luis García Meza, quien cumplía una sentencia de 30 años de cárcel, murió este domingo tras sufrir un infarto cardiaco, informaron sus médicos. Tenía 88 años.

García Meza fue ingresado en un hospital militar en La Paz después de sufrir un infarto y no pudo ser reanimado. Murió "por posible paro respiratorio", según el reporte médico. El hospital de la Corporación del Seguro Social Militar (Cossmil) dijo a The Associated Press que el fallecimiento se produjo a las 3.00 de hoy.

El abogado de García Meza, Frank Campero, recordó que el exmilitar fue operado hace unos 20 años, cuando le insertaron una válvula en el corazón, e indicó que por su edad ya no era posible volver a operarlo. "Tener estos infartos que ha tenido de manera prolongada y continua ha acabado con su vida", indicó.

El ex general de Ejército fue sentenciado por un tribunal boliviano a 30 años de cárcel sin derecho a indulto por una decena de asesinatos durante sus 13 meses de gobierno (1980-1981) y por daño económico al Estado. La víctima emblemática de su dictadura fue el dirigente socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz, cuyos restos no fueron hallados hasta ahora, según la Agencia Boliviana de Información.

Pero García Meza estuvo poco tiempo en la cárcel desde que fue extraditado de Brasil en marzo 1995. Aunque fue condenado a reclusión en el penal de máxima seguridad de Chonchocoro en el altiplano, pasó al menos los últimos cinco años internado en el hospital de la Cossmil, de La Paz, aquejado de dolencias cardiacas, donde falleció.

En enero de 2017 un tribunal de Italia condenó a García Meza junto a otros seis ex militares de Chile, Perú y Uruguay, por la muerte de varios italianos durante el llamado Plan Cóndor, bajo el cual las dictaduras sudamericanas colaboraban para eliminar a opositores.

La defensa de García Meza anunció en su momento que apelaría aquella sentencia al considerar que el exdictador no tuvo opción de defenderse en el proceso seguido en Italia.

Hace dos años le fue rechazada una petición de libertad condicional.

El militar boliviano encabezó un cruento golpe de Estado en julio de 1980 que depuso a la presidenta Lidia Gueiler Tejada (1979-1980) en momentos en que Bolivia intentaba regresar a la democracia tras 16 años de dictadura.

En declaraciones a la red Erbol, Campero dijo que García Meza dejó dos notas, una para Bolivia y otra para su familia, que se harían públicas hoy. Adelantó que estarían relacionadas con la "inocencia" del exmilitar por las muertes ocurridas en su mandato de facto y con la revelación de que el golpe de 1980 "fue a solicitud" del exdictador Hugo Banzer Suárez.

"La muerte de García Meza debemos tomarla en dos términos, uno como ser humano, la solidaridad a la familia por la pérdida y segundo, reflexionar sobre estos aspectos de la historia, nosotros apostamos por la democracia no por la dictadura", afirmó el canciller boliviano Fernando Huanacuni.

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