Naciones Unidas advierte que la humanidad enfrenta una “espiral de autodestrucción”
En un nuevo informe, la Oficina de la ONU para la reducción de los riesgos de catástrofes subrayó que estos aumentan rápidamente en el mundo a causa del cambio climático, provocado por la acción humana, y por una inadecuada gestión de los riesgos. El número de las catástrofes, incluyendo sequías, temperaturas extremas o inundaciones, debería aumentar a 560 cada año, o sea 1,5 diarias, de aquí a 2030, poniendo en peligro millones de vidas.
La acción humana sobre el clima contribuye al incremento de las catástrofes en el mundo, advirtió la ONU este martes, que pidió detener esta “espiral de autodestrucción” que enfrenta la humanidad.
En un nuevo informe, la Oficina de las Naciones Unidas para la reducción de los riesgos de catástrofes subrayó que estos aumentan rápidamente en el mundo a causa del cambio climático, provocado por la acción humana, y por una inadecuada gestión de los riesgos.
El informe revela que entre 350 y 500 catástrofes de mediana y gran magnitud han ocurrido cada año en las últimas dos décadas.
El costo de esas catástrofes alcanzó, de media, unos 170.000 millones de dólares anuales en la última década.
El número de las catástrofes, incluyendo episodios de sequía, temperaturas extremas o inundaciones, debería aumentar a 560 cada año, o sea 1,5 diarias, de aquí a 2030, poniendo en peligro millones de vidas. En 2015, se registraron 400.
“El mundo debe hacer más para integrar el riesgo de catástrofe en nuestra manera de vivir, construir e invertir”, subrayó la vicesecretaria general de Naciones Unidas, Amina Mohammed, en la presentación del informe.
La responsable llamó a la comunidad internacional a sacar a la humanidad de esta “espiral de autodestrucción”.
“Debemos transformar nuestra complacencia colectiva en acción. Juntos, podemos reducir el ritmo de los desastres que pueden evitarse”, agregó.
El informe lamenta que el mundo tenga una percepción errónea de los riesgos relacionados con las catástrofes naturales, y lo atribuye a que los riesgos se “subestiman” y a sentimientos de “optimismo” e “invencibilidad”.
El informe indica que el alcance y la intensidad de las catástrofes aumenta, y que el número de personas muertas y afectadas por las catástrofes fue más elevado en los últimos cinco años que en los cinco anteriores.
Las catástrofes tienen un impacto desproporcionado en los países en vías de desarrollo, que pierden en promedio un 1% de su PIB anualmente a causa de las catástrofes, frente a entre 0,1% y 0,3% en los países desarrollados. El costo más elevado se da en la región Asia-Pacífico.
Desde 1980, solo el 40% de las pérdidas relacionadas con las catástrofes estaban aseguradas, y las tasas de cobertura en los países en desarrollo son inferiores al 10% -a veces rozan el cero-, lo que agrava las consecuencias a largo plazo de esos desastres.
“Las catástrofes pueden evitarse, pero solo si los países invierten el tiempo y los recursos necesarios para comprender y reducir los riesgos”, sostuvo Mami Mizutori, representante especial del Secretario general para la reducción de los riesgos de catástrofe.
“Al ignorar de manera deliberada los riesgos y al no integrarlos en el proceso de toma de decisiones, el mundo está financiando su propia destrucción”, agregó.
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