Este próximo 15 y 16 de noviembre en Antigua (Guatemala) se llevará a cabo una nueva edición de la Cumbre Iberoamericana que contará con la presencia de 15 de los 22 jefes de Estado.

La historia de este tipo de encuentros se remonta a 1991, cuando el gobierno de España junto con el de México convocaron a varios países de habla hispana para discutir sobre temas políticos y de cooperación multilateral.

El primer encuentro comenzó en Guadalajara (México) al ritmo de unos tradicionales mariachis, siendo el entonces presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) el encargado de dar el puntapié inicial.

El encuentro de jefes de Estado no ha estado exento de anécdotas, frases y episodios que han generado risas, pero también tensión internacional. Y en La Tercera hacemos un recuento de algunos de esos momentos:

La ciudad de Viña del Mar fue sede elegida como sede en 1996 y el ex presidente Eduardo Frei (1994-2000) fue el anfitrión de la ocasión.

El líder revolucionario Fidel Castro ya había sido protagonista de varios de los encuentros, como cuando en 1992 brindo por el rey Juan Carlos de España y declaró "yo no soy realista, soy juancarlista".  Y fue en la Ciudad Jardín donde el cubano intercambió su corbata con el jefe del gobierno español de la época, José María Aznar (1996-2004).

Pero durante el resto de la cumbre, de acuerdo al diario El País, se consumó el desencuentro entre ambos. El presidente del gobierno español emplazó al líder de la isla en múltiples ocasiones. "No tengo nada contra Cuba, tengo todo contra tu régimen", le señaló en el primer almuerzo que compartieron.

A las dos de la mañana del 20 de noviembre de 2004, los jefes de Estado que estaban alojando en Costa Rica despertaron con un sismo de magnitud 6,4 que los sorprendió y obligó a algunos de ellos a salir de sus habitaciones en pijama.

"El rey (Juan Carlos I) creyó que era un tren que pasaba muy cerca del hotel, pero cuando vino el segundo meneón, dijo 'no, esto no es un tren'", relató el presidente costarricense, Abel Pacheco, en tono de broma imitando el acento español.

El movimiento telúrico, sin embargo, fue bastante serio: dejo ocho víctimas fatales, decenas de heridos y más de 500 casas destruidas.

Bajo el primer gobierno de Michelle Bachelet, en noviembre de 2007, le tocó a Santiago ser la sede del encuentro. Ahí, el entonces monarca español y el mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, protagonizaron una de las escenas más recordadas de las citas cumbre.

En medio del discurso de Chávez donde criticó el neoliberalismo, descalificó al ex jefe del gobierno español, José María Aznar, y acusó al país ibérico de ser responsable del intento de golpe de Estado en 2002, el nuevo presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, interrumpió a Chávez pidiendo respeto por Aznar. Sin embargo, el presidente venezolano insistía en continuar su discurso. Todo hasta que el rey Juan Carlos de España, asomándose desde su asiento y mirando directamente a Chávez, le espetó: "¿Por qué no te callas?".

La actual alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU pidió entonces respetar el turno de hablar de la otra persona.

Pero la tensión entre España y Venezuela no terminó ahí. Luego fue el turno de Nicaragua de hablar, pero el monarca se retiró antes y regresó para los últimos minutos de la ceremonia luego de que Bachelet se lo pidiera. Aunque salió del recinto cuando sonó el himno nacional que marcaba el fin del encuentro.