Organismos vinculados con la migración alertan de aumento del flujo de venezolanos cruzando a Colombia y Brasil

Pacaraima
Refugiados y migrantes venezolanos ingresan a uno de los albergues que el gobierno brasileño ha instalado en Pacaraima, con el apoyo de organismos internacionales, para ofrecerles protección. Foto: R4V/Valmik Mota

Señalan que la mayoría de los que están pidiendo protección internacional son jóvenes, de entre 16 y 18 años, que temen ser reclutados por el Ejército venezolano luego de ser señalados en sus escuelas y hogares.


El pasado 8 de agosto, casi dos semanas después de las elecciones presidenciales en ese país, la líder de la oposición en Venezuela, María Corina Machado, advirtió que podría ocurrir una “ola migratoria” sin precedentes en el país si Nicolás Maduro se aferraba al poder. “Podríamos ver una ola migratoria como nunca hemos visto, con tres, cuatro, cinco millones de venezolanos (saliendo del país) en un muy poco tiempo”, aseguró entonces.

Un mes después de esa advertencia, organismos vinculados con la migración alertan que desde el 29 de julio de 2024, un día después de celebrarse las elecciones presidenciales en Venezuela, se registró un aumento de migrantes en la frontera con Colombia y Brasil debido a la crisis política que enfrenta el país y las actuaciones represivas denunciadas en contra del régimen de Maduro.

Por ejemplo, la Fundación Nueva Ilusión, una organización colombo-venezolana que lleva más de 7 años trabajando en Cúcuta a favor de los “migrantes caminantes” venezolanos, informó que entre 140 y 160 venezolanos al día ingresan a Colombia por Cúcuta solicitando protección internacional por motivos de persecución política.

Patricia Salguero, fundadora de la organización, alertó que muchas de las personas que salen de Venezuela solicitan protección en otros países tras ser “marcados por el gobierno venezolano”, de acuerdo con un reporte publicado por el sitio web de Efecto Cocuyo.

“La mayoría de los que están pidiendo protección internacional son jóvenes”, sostiene Salguero, quien comenta: “Nos cuentan que tuvieron que huir de Venezuela después de las elecciones porque fueron marcados por las autoridades debido a la persecución política que se desató. Llegan de todos lados: Caracas, Miranda, Portuguesa, Táchira”.

Celso Barboza, miembro de la sociedad civil, de migrantes venezolanos, organizada en Cúcuta, entrega más detalles. “Yo tengo conocimiento de al menos 85 migrantes venezolanos que ya pidieron asilo político aquí en Cúcuta. Y esos son los que se quedaron en la ciudad, porque muchos se fueron para Bogotá o siguieron para Panamá o Ecuador”, explicó a Efecto Cocuyo.

Cucuta
Personas cruzan la frontera entre Colombia y Venezuela por el puente internacional Simón Bolívar en Cúcuta, el 18 de agosto de 2022. Foto: Reuters

Barboza asegura que muchos prefieren pasar por trochas por temor a que en los puntos migratorios regulares los estén esperando autoridades de Venezuela para detenerlos. “Aumentó el miedo desde las elecciones. Ahora los migrantes llegan y hasta en Colombia se esconden porque temen que los agarren y los deporten”, aseguró.

Un documento elaborado por la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (Plataforma R4V), un mecanismo de coordinación regional coliderado por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), da cuenta del aumento del flujo migratorio, por vías terrestres, hacia Colombia y Brasil, principalmente, destaca el medio venezolano que tuvo acceso a la investigación.

Según el estudio, denominado “Impacto de las elecciones en Venezuela sobre las personas Refugiadas y Migrantes”, actualizado hasta el 21 de agosto, “a lo largo de ambas fronteras (Colombia y Brasil), los movimientos de personas venezolanas, así como de otras nacionalidades que pretenden entrar o salir del país, han vuelto en gran medida a los niveles preelectorales, aunque experimentan ciertas fluctuaciones”.

En el caso de Colombia, el documento resalta que durante la semana del 12 al 18 de agosto, la entrada media de migrantes venezolanos se ubicó en 1.771 al día, y “los perfiles de las personas venezolanas recién llegadas incluían a personas en necesidad de protección internacional, personas políticamente activas (ya sea activistas o miembros de partidos políticos, y personas percibidas como políticamente activas, como defensores de derechos humanos), personas que participaron en el reciente proceso electoral (incluidos observadores), exmiembros de fuerzas de seguridad, periodistas y otras personas involucradas en investigaciones académicas o de medios de comunicación sobre acontecimientos recientes”.

Escapando a Brasil para evitar reclutamiento

En el caso del paso fronterizo por Brasil, la OIM informó que el 26 de agosto fue uno de los días de mayor afluencia de migrantes venezolanos en la zona de Pacaraima desde las elecciones presidenciales. “Entraron 744 personas, de las cuales, 589 requirieron solicitud de protección internacional”, alertó la entidad.

En Brasil indican que antes de las elecciones del 28 de julio tenían una media de entradas de migrantes venezolanos de 350 personas por día, teniendo un peak preelectoral de 648 personas el 25 de julio. “Tras la reapertura de la frontera el 29 de julio, se produjo una semana de aumentos progresivos en la salida. Desde entonces, los movimientos fluctúan justo por encima de los niveles preelectorales (a un ritmo medio de 405 personas durante la última semana del 12 al 18 de agosto)”, detalla el informe de la Plataforma R4V.

Personas en la frontera con Venezuela, vista desde la ciudad brasileña de Pacaraima, estado de Roraima, el 16 de noviembre de 2017. Foto: Reuters

Coincide con ese balance Selma Campos, coordinadora de Asuntos Migratorios para la alcaldía de Pacaraima, ciudad fronteriza con Venezuela, quien dice que en Brasil el flujo de migrantes venezolanos se ha mantenido dentro de la medida que ellos reportan desde 2023: entre 300 y 400 al día. “Pero ahora, una gran cantidad de esas entradas están buscando protección internacional”, comentó a Efecto Cocuyo.

En ese sentido, destaca el cambio de perfil del migrante venezolano que entra a Brasil: Ya no sólo se enfoca en el refugio humanitario sino en buscar protección internacional. “Seguimos teniendo personas que entran a Brasil debido a la crisis humanitaria que hay en Venezuela, pero vemos con preocupación que ahora buscan asilo político”, dice Campos.

Los nuevos perfiles de migrantes venezolanos entrando a Brasil, según el estudio de la Plataforma R4V, incluyen a jóvenes de entre 16 y 18 años que temen ser reclutados por el Ejército venezolano luego de ser señalados en sus escuelas y hogares.

Un socio de la Plataforma R4V realizó un “ejercicio de monitoreo” en la semana del 12 al 18 de agosto, entrevistando a los venezolanos que ingresaban a territorio brasileño. Entre los entrevistados, las principales razones para abandonar Venezuela fueron el miedo a la violencia postelectoral, el aumento de la violencia y la seguridad personal (60%); así como la búsqueda de oportunidades de empleo y el acceso a la atención sanitaria (30% en conjunto).

Un soldado chileno escolta a migrantes hasta las instalaciones policiales en Colchane, en la frontera con Bolivia, el 15 de febrero de 2022. Foto: Archivo

Respecto a los planes de los migrantes entrando a Brasil, la medición reveló que el 80% de las personas venezolanas entrevistadas informó haber salido de su país por primera vez, y el 59% expresó su deseo de establecerse y permanecer en Brasil, mientras que el 40% manifestó una posición de “esperar y ver”.

Militares en fronteras de Chile y Perú

En una versión previa del informe, actualizado al 6 de agosto, se apunta que, en el caso de Chile y Perú, “las Plataformas Nacionales R4V destacan que, si bien no se han observado movimientos inusuales de población, los gobiernos han incrementado sus medidas de control fronterizo, en el caso de Chile también desplegando presencia militar adicional a lo largo de la frontera con Perú, en preparación para una posible ‘ola de migrantes de Venezuela’”.

“El aumento de la presencia de fuerzas militares en las fronteras de Chile y Perú puede servir para disuadir al creciente número de personas venezolanas con necesidades de protección internacional (incluidos miembros de partidos políticos, personas involucradas en actividades electorales y otros perfiles de riesgo) y migrantes vulnerables de buscar protección, llevar a las personas refugiadas y migrantes a recurrir a entradas irregulares e incluso dar lugar a casos de devolución o deportación”, agrega.

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