Presidente Biden visita por primera vez frontera con México en medio de complicaciones con el tema migratorio
Luego de que los demócratas perdieran el control de la Cámara de Representantes, las posibilidades de hacer una reforma para manejar el ingreso de migrantes se entraba para el mandatario estadounidense. Este lunes y martes, Biden sostendrá una cumbre con AMLO y Trudeau en Ciudad de México, donde el tema será uno de los puntos de la agenda.
Este domingo en la ciudad fronteriza de El Paso, Texas, Joe Biden enfrentó uno de los asuntos más conflictivos de la política norteamericana: el tema migratorio. En una ciudad cuyo alcalde declaró estado de emergencia por la gran cantidad de personas que se han instalado en plazas y calles, el presidente demócrata visitó el lugar por primera vez en sus casi dos años de gobierno. Lo hizo en medio de los señalamientos de republicanos, que lo han criticado por ser blando con la seguridad fronteriza mientras el número de migrantes que cruzan se ha disparado.
Se esperaba que el presidente norteamericano se reuniera con funcionarios fronterizos para discutir la migración, así como el aumento del tráfico de fentanilo y otros opioides sintéticos, que están provocando un aumento vertiginoso de las sobredosis en Estados Unidos. Biden tenía planificado visitar el Centro de Servicios para Migrantes, en El Paso, y reunirse con organizaciones sin fines de lucro y grupos religiosos que apoyan a los inmigrantes que llegan.
Desde El Paso, Biden viajará a Ciudad de México, donde él y los líderes de México y Canadá, Andrés Manuel López Obrador y Justin Trudeau, respectivamente, se reunirán este lunes y el martes para una cumbre conocida como la junta de los “Three Amigos”. La inmigración es uno de los puntos de la agenda.
Durante la última semana, Biden anunció planes para expandir las nacionalidades de migrantes que pueden ser expulsados de vuelta a México: ahora se agregaría a los cubanos, haitianos y nicaragüenses, cuya presencia en la frontera ha aumentado este último año.
De todos modos, con la Cámara de Representantes bajo el poder de los republicanos, se espera que se bloquee cualquier tipo de cambio legislativo, dejando a Biden sin muchas opciones.
La visita a El Paso, indicaron a Reuters cercanos al Presidente Biden, se pensó para demostrar que se está tomando el tema en serio, además de terminar con las preguntas de “cuándo planea visitar la zona” y potencialmente, buscar otra oportunidad para presionar al Congreso, en miras a aprobar una nueva ley. “El viaje es un reconocimiento de que se trata de un asunto serio, con dificultades reales, pero que también solo puede solucionarse con la ayuda de los republicanos”, comentó Karen Finney, una consultora demócrata.
Hasta el momento, el Congreso ha frustrado la mayoría de las reformas en migración, o cualquier mayor financiamiento en el tema. Estados Unidos, por ahora, continúa empleando la misma legislación que usaba durante la pandemia, conocida como el “Título 42″ y que servía para expulsar rápidamente a los migrantes. Al respecto, el presidente reconoció que no hay una solución fácil en este tema, si bien continúa los preparativos para el fin de esta polémica política sanitaria del gobierno de Donald Trump, que utiliza el pretexto de la pandemia de Covid-19 para expulsar a migrantes que cruzan la frontera.
“Nuestros problemas en la frontera no aparecieron en una noche, y no se resolverán en una noche. Es un tema complicado”, indicó en una conferencia de prensa. Por eso mismo, arremetió contra los republicanos por lo que considera un “discurso enardecedor” sobre migración, instándolos a trabajar en miras a aprobar una nueva legislación y más fondos para la seguridad fronteriza.
“La reforma migratoria debe ser un tema bipartisano, podemos hacerlo de ese modo de nuevo. No es solo lo correcto que hay que hacer, sino que también una cosa inteligente en el plano económico. Es demasiado fácil ser solamente demagogo en este asunto”, declaró el presidente.
En la frontera con México, durante el año 2022, los oficiales fronterizos estadounidenses detuvieron un récord de 2,2 millones de migrantes, aunque ese número incluye personas que intentaron cruzar múltiples veces.
Los esfuerzos de Biden para bajar la ola migratoria han despertado críticas desde ambos lados. Además de los republicanos, los activistas por los derechos humanos y algunos demócratas señalaron que las restricciones anunciadas este jueves son un retroceso e incumplimiento de la promesas de campaña que hizo Biden en 2020.
Al mismo tiempo, el gobierno de Biden anunció un programa para permitir la entrada legal de 30 mil migrantes al mes, originarios de Nicaragua, Cuba o Haití. En las próximas semanas, se espera que se adopte una versión actualizada de una ley de la era Trump, que esta vez impediría a los migrantes en frontera ser elegibles para asilo, si es que no buscaron protección primero en otro país, como México.
Desde que Biden entró a la Casa Blanca, Estados Unidos ha vivido un incremento importante de la migración desde Latinoamérica. Entre los factores que explican esta ola se incluye el aumento de personas que escapan de regímenes autoritarios, como es el caso de Nicaragua y Venezuela.
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