El príncipe Bin Salman tilda de "repulsivo" el crimen de Khashoggi

BIN SALMAN
El príncipe Bin Salman, al centro, en el "Davos del desierto" en Riad. Foto: AFP

En su primer discurso tras la muerte del periodista, alabó la cooperación de Turquía en las pesquisas.


El asesinato del periodista Jamal Khashoggi fue "un crimen repulsivo que no tiene justificación", dijo el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman (MBS), durante su esperada intervención ante el foro Future Investments Initiative en Riad. Obviando las voces que apuntan a su responsabilidad y sin entrar en detalles, el hombre fuerte del reino señaló que su país está tomando "todas las medidas legales necesarias para hacer justicia" y alabó la cooperación de Turquía en el caso.

Fue la primera vez que MBS habló en público desde que Arabia Saudita reconoció el viernes pasado que Khashoggi murió dentro de su consulado en Estambul. Las graduales filtraciones de los responsables turcos habían puesto contra las cuerdas a Riad, que hasta entonces había negado tal posibilidad y afirmaba que el periodista había salido de la legación diplomática. Pero ni esa primera admisión, ni las confusas explicaciones que siguieron parecen haber satisfecho a Turquía, cuyo Presidente insistió el martes en que la persona que organizó el asesinato debe "rendir cuentas".

"Muchos están tratando de aprovechar este doloroso incidente para crear una división (entre ambos países), pero no van a lograrlo mientras haya un Rey que se llame Salman, un príncipe heredero llamado Mohamed bin Salman y un presidente turco llamado Recep Tayyip Erdogan", dijo el poderoso príncipe.

Sus palabras dejaron la impresión de que buscaba la complicidad de Turquía, con cuyo Presidente mantuvo una conversación telefónica poco antes. De hecho, sorprendió que elogiara explícitamente a Erdogan, con quien sus relaciones no eran buenas.

"Llevaremos a los culpables ante los tribunales", insistió MBS sin entrar en detalles sobre cómo, en una monarquía absoluta como la saudita, era posible que una operación de esa envergadura se hubiera llevado a cabo sin el beneplácito de las más altas instancias.

El príncipe dijo que igual que su país ha dado "grandes pasos para reestructurar su economía, ahora ha llegado el momento de reestructurar las instituciones de seguridad", en referencia al encargo que ha recibido de su padre el rey. A continuación, se volcó a la economía, tema en el que se encuentra mucho más cómodo y que era el motivo de la mesa del foro en la que participaba junto al príncipe heredero de Bahrein, Salmán bin Hamad, y el primer ministro de Líbano, Saad Hariri.

MBS, que parecía en buena forma, incluso se atrevió a bromear con que Hariri iba a quedarse un par de días en Riad y que esperaba que no hubiera rumores de que lo habían secuestrado. La referencia a la retención, el año pasado en el reino, del primer ministro libanés hizo que este se riera nervioso. Pero le significó un aplauso general al príncipe.

De todos modos, No está claro que su buena actuación vaya a ser suficiente para reducir la presión política que pesa sobre él por el caso Khashoggi, pero envía un buen signo a los inversores.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.