Rectora de Harvard renuncia a su cargo tras acusaciones de plagio y polémicos dichos sobre antisemitismo en el campus
Claudine Gay es la segunda rectora de universidades de la Ivy League que deja su puesto en las últimas semanas, en medio de acaloradas discusiones en el Congreso sobre el antisemitismo en las casas de estudio. A esto se suman nuevas denuncias en su contra por plagio de trabajos académicos.
La rectora de la Universidad de Harvard, Claudine Gay, renunció el martes en medio de nuevas acusaciones de plagio en trabajos académicos, convirtiéndose en la segunda líder de la Ivy League en dimitir después de la controversia sobre su testimonio ante el Congreso el mes pasado sobre el antisemitismo en el campus.
Gay, que fue la primera persona afroamericana y la segunda mujer en servir como rectora de Harvard, ocupó ese cargo durante poco más de seis meses. Su mandato es el más corto en la historia de la universidad, según destacó la cadena NBC News.
“Con gran pesar, pero con un profundo amor por Harvard, escribo para compartir que dejaré el cargo de rectora”, escribió Gay en una extensa carta a la comunidad académica. “Esta no es una decisión que tomé fácilmente. (...) Pero, después de consultar con los miembros de la Corporación, ha quedado claro que lo mejor para Harvard es que renuncie para que nuestra comunidad pueda afrontar este momento de desafío extraordinario centrándose en la institución en lugar de cualquier individuo”, continúa el comunicado.
La Corporación Harvard, el órgano rector de la universidad de 11 miembros, dijo en un correo electrónico a la comunidad que sus miembros habían aceptado la renuncia de Gay “con tristeza” y que el rector y director académico de la escuela, Alan Garber, asumiría el cargo de rector interino mientras la Corporación Harvard busca un reemplazo permanente.
Los nuevos seis casos de plagio dados a conocer el lunes por el sitio de noticias The Washington Free Beacon se suman a otros 40 de los que Gay ya tenía denuncias, reavivando el escándalo que ha envuelto su rectoría en el corto tiempo que alcanzó a estar en el cargo. La cientista política y décima tercera rectora de Harvard había asumido el cargo el 1 de julio de 2023, pero renunció apenas seis meses después de su mandato, el período más corto de cualquier presidente en la historia de Harvard.
Siete de los 17 trabajos publicados de Gay ya se habían visto afectados por el escándalo, pero los nuevos cargos, que no fueron reportados previamente, se extienden a un octavo: en un artículo de 2001, Gay toma casi media página de material palabra por palabra de otro académico, David Canon, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Wisconsin.
La Corporación Harvard dijo hace varias semanas que una “revisión independiente” del trabajo académico publicado de Gay había encontrado varios casos en los que ella no citaba adecuadamente una fuente, y que estaba solicitando cambios en dos artículos para corregir esa falla. Pero otras acusaciones de plagio siguieron a esa declaración, hasta el lunes inclusive, incluso cuando Gay dijo que defendía la “integridad de mi erudición”.
El escándalo de plagio académico se suma a las críticas que recibió desde las comunidades universitarias por su testimonio en una audiencia en el Congreso, en la que no pudo decir de manera inequívoca que los llamados en el campus al genocidio de judíos violarían la política de conducta de la escuela.
Claudine Gay es la segunda rectora de las universidades de la Ivy League en renunciar tras su par Liz Magill, de la Universidad de Pennsylvania. Ambas dieron respuestas vacilantes e imprecisas ante el Comité de Educación de la Cámara de Representantes en la audiencia del 5 de diciembre, tras las preguntas de la representante republicana de Nueva York, Elise Stefanik, sobre un aumento del antisemitismo en los campus universitarios tras el estallido de la guerra entre Israel y Hamas en octubre.
Gay, Magill y la rectora del Instituto de Tecnología de Massachusetts, Sally Kornbluth, se negaron a dar una respuesta definitiva de “sí” o “no” a una pregunta de Stefanik sobre si pedir el genocidio de judíos violaría los códigos de conducta de sus escuelas en materia de intimidación y acoso, diciendo que tenían que equilibrarlo con las protecciones de la libertad de expresión.
Alegando insatisfacción con sus testimonios, más de 70 legisladores estadounidenses firmaron una carta exigiendo que las juntas directivas de las tres universidades destituyeran a las rectoras. Magill renunció después de recibir reacciones violentas por sus comentarios.
A pesar de la controversia que envolvía a Gay, la Corporación Harvard reafirmó el mes pasado su confianza en que ella podría liderar la escuela a través de un período de alta tensión por la guerra en Medio Oriente.
Algunos de los críticos de Gay, incluido el multimillonario administrador de fondos de cobertura Bill Ackman, argumentaban que ella fue elegida para el puesto como parte del esfuerzo de la escuela por promover la diversidad más que por sus calificaciones. Activistas de derecha, incluido el periodista e investigador Christopher Rufo, celebraron el martes la renuncia de Gay como una victoria en su misión de desmantelar los programas de diversidad, equidad e inclusión.
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