Reporte anual de libertad de prensa en el mundo alerta sobre las crecientes amenazas de la desinformación, la propaganda y la IA

Mientras este miércoles la Organización de Naciones Unidas (ONU) conmemoró el Día Mundial de la Libertad de Prensa, un nuevo informe de Reporteros sin Fronteras (RSF) dedicado a este tópico puso paños fríos a la situación mediática en el globo.

A 30 años de que la ONU decidiera recordar la fecha, el Índice Mundial de Libertad de Prensa (World Press Freedom Index), que tiene como objetivo el “comparar el nivel de libertad de prensa de que disfrutan los periodistas y los medios de comunicación en 180 países y territorios”, alertó en su edición 2023 sobre los problemas que enfrenta el rubro, en un año marcado por el aumento desde 21 a 31 naciones en una situación “muy grave”, la peor clasificación posible.

Desde el aumento de gobiernos autocráticos y -otros que se dicen democráticos, pero que atentan con la libertad de prensa-, hasta el encarcelamiento de periodistas y la proliferación de “campañas masivas de desinformación o propaganda”, acusa el informe de RSF, explican las magras cifras reportadas.

La división se realiza en cinco categorías: buena, satisfactoria, problemática, difícil y muy grave. Bajo esa premisa, se reportó que la situación es “muy grave” en 31 países, “difícil” en 42, “problemática” en 55 y “buena” o “satisfactoria” en 52 países. En otras palabras, el ambiente para el periodismo es “malo” en siete de cada 10 países, y satisfactorio solo en tres de cada 10.

En conversación con The Guardian, el secretario general de RSF, Christophe Deloire, dijo que “este año hay más rojo que nunca en el mapa de RSF, ya que los líderes autoritarios son cada vez más audaces en sus intentos de silenciar a la prensa”. Y agregó: “La comunidad internacional tiene que despertar a la realidad y actuar unida, con decisión y rapidez, para invertir esta peligrosa tendencia”.

Entre los principales resultados, destacó el dominio en el ranking de los países nórdicos, con Noruega posicionándose por séptimo año consecutivo como el lugar con las mayores garantías de libertad de prensa. Irlanda, en tanto, sorprendió al lograr el segundo lugar. Dinamarca, Suecia y Finlandia componen el top 5.

En la vereda contraria, el último lugar (180) está ocupado “sin ser una gran sorpresa”, afirma la ONG, por Corea del Norte. En el penúltimo lugar, y descendiendo en relación a la anterior edición, está China, gracias a convertirse en “el mayor carcelero de periodistas del mundo y uno de los mayores exportadores de contenidos propagandísticos”, explicaron en el informe. Antepenúltimo (178) está Vietnam.

Sudamérica, en tanto, encuentra a su primer representante recién en el lugar 40, con Argentina siendo calificada en una situación “satisfactoria”, seguida por Uruguay en la misma categoría, en el puesto 52. A continuación, pero en la categoría de situación “problemática”, se ubica Ecuador (80), seguido de Chile (83), en el cuarto lugar regional.

Sobre la situación chilena, el informe asegura que “aunque la libertad de prensa está garantizada por la Constitución y la justicia, no siempre se respeta en la práctica. El periodismo de investigación pierde terreno y aumentan las agresiones contra los reporteros. Los procesos judiciales contra medios de comunicación y periodistas se han convertido en una estrategia recurrente para silenciarlos”.

Durante la visita a Nueva York de la ministra secretaria general de gobierno, Camila Vallejo, en el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, se confirmó que Santiago será la sede de la conferencia global 2024 sobre libertad de prensa. “Nos llena de orgullo y nos invita a garantizar las mejores condiciones para que los debates con representantes de la academia, la política y la sociedad civil prosperen mediante el intercambio de ideas”, dijo al respecto.

Tras Chile aparece Brasil en el lugar 92, destacado por la ONG por avanzar 18 puestos luego de la salida del Presidente Jair Bolsonaro del poder, quien habría socavado el ecosistema mediático, aseguraron en el informe. Sin embargo, explican que “la violencia estructural contra los periodistas, la alta concentración de la propiedad de los medios y los efectos de la desinformación siguen planteando grandes desafíos a la libertad de prensa”.

En general, agregan desde RSF, la región ha visto un ligero retroceso en lo que a libertad de prensa se refiere, lo que se explica en “las continuas dificultades económicas de los medios de comunicación, a los asesinatos de dos periodistas (Jeff German en 2022 y Dylan Lyons en 2023) y al fin de los esfuerzos para apoyar la libertad de prensa a nivel legislativo”.

Historias como las de Elaheh Mohammadi y Niloufar Hamedi son clarificadoras. Estos dos periodistas fueron los responsables de exponer la muerte bajo custodia policial de Mahsa Amini, situación que encendió una mecha que costó meses apagar en Irán, con postales que marcaron a Occidente. Sin embargo, según France24, les costó la libertad.

Fue por esta acción que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) los galardonó con el Premio Mundial de Libertad de Prensa 2023, graficando la profundidad del asunto. Este es uno de los factores que Reporteros sin Fronteras utiliza como parámetro para su medición.

La ONG con sede en París, cuyo objetivo autodeclarado es el defender y promover la independencia de los medios de comunicación, es reconocida como una entidad consultiva de la ONU. Además, define la libertad de prensa como “la capacidad de los periodistas, como individuos y colectivos, para seleccionar, producir y difundir noticias de interés público, independientemente de interferencias políticas, económicas, legales y sociales, y en ausencia de amenazas a su seguridad física y mental”.

Entre las principales preocupaciones del organismo están los rápidos avances tecnológicos, la distorsión de la realidad a través de la desinformación y la propaganda, aseguraron en el informe.

“Se está difuminando la diferencia entre lo verdadero y lo falso, lo real y lo artificial, los hechos y los artificios, lo que pone en peligro el derecho a la información”, explicaron, agregando que “la capacidad sin precedentes de manipular los contenidos se está utilizando para socavar a quienes encarnan el periodismo de calidad y debilitar al propio periodismo”.

En cuanto al uso de la inteligencia artificial (IA), Reporteros sin Fronteras afirmó que “está causando más estragos en el mundo de los medios de comunicación”, lo que ocurre gracias a herramientas de IA que “digieren contenidos y los regurgitan en forma de síntesis que burlan los principios de rigor y fiabilidad”, agregaron.

Sobre el uso de la propaganda, desde RSF utilizaron a Rusia como un ejemplo de cómo se ha socavado la libertad de prensa, lo que se ha visto impulsado por su invasión a Ucrania, en febrero de 2022.

Durante la medición anterior, el país ya había caído en picada frente a su anterior posición. Esta vez, descendió otros nueve puestos, ya que “los medios de comunicación estatales repiten servilmente como loros la línea del Kremlin”, aseguró The Guardian. La nación en guerra también fue escenario del primer arresto de un periodista estadounidense en suelo ruso desde el fin de la Guerra Fría, cuando en abril detuvieron a Evan Gershkovich, miembro del diario The Wall Street Journal.

Similar es la situación de Tayikistán, India y Turquía, quienes vieron cómo conflictos políticos afectaron su posición en el ranking al bajar a una situación “problemática” respecto al año pasado. India tuvo un retroceso importante (de 11 puestos) debido a la adquisición de medios de comunicación por oligarcas próximos a Narendra Modi, primer ministro de India, detalló The Guardian. Además, durante 2023 la sede de BBC en el país fue objeto de una redada a cargo de la agencia de delitos financieros luego de que el canal emitiera un reportaje con críticas a Modi.

“Estamos siendo testigos de tendencias preocupantes, pero la gran pregunta es si estas tendencias son un signo de un mundo que va hacia atrás”, dijo Guilherme Canela, el líder mundial de la libertad de expresión en la Unesco. “Ataques físicos, ataques digitales, la situación económica y el endurecimiento de la normativa: nos enfrentamos a una tormenta perfecta”, agregó.

A la fecha, siete periodistas y trabajadores de medios de comunicación han sido asesinados, afirmó Reporteros sin Fronteras. Mientras en marzo murieron dos en Afganistán; Albania, Camerún, India, Ucrania y Estados Unidos vieron un caso cada uno. Este último país se encuentra en el puesto 45, bajando tres escalones versus la edición anterior.

Una encuesta impulsada por The Associated Press reveló que casi tres cuartas partes de los adultos estadounidenses afirman que los medios de comunicación están aumentando la polarización política en el país, y algo menos de la mitad dice que confía poco o nada en la capacidad de los medios para informar de forma justa y precisa

Para 2022, fueron 55 periodistas y cuatro trabajadores de medios de comunicación los que murieron ejerciendo la profesión, detalló RSF. Desde el año 2000, la cifra alcanza los 1.795 periodistas fallecidos, agregó el mismo organismo.

António Guterres, secretario general de la ONU, calificó de “increíble”, el aumento del 50% en los asesinatos a trabajadores de la prensa registrado en 2022, consignó Al Jazeera, agregando que la libertad de prensa “es la base de la democracia y la justicia”. En cuanto a los encarcelados, serían 568 los periodistas y funcionarios de medios en esa condición a lo largo del mundo, donde 83 de ellos fueron detenidos este año, aseguró RSF.