Rusia rompe la parálisis bélica y está cerca de conquistar la segunda ciudad más grande de Ucrania
Las fuerzas del Kremlin comenzaron una ofensiva contra Kharkiv y han capturado algunas aldeas fronterizas. Ante esta situación, el presidente Volodymyr Zelensky canceló sus compromisos internacionales.
Rusia decidió abrir un nuevo frente y comenzó una ofensiva contra Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania. Las tropas rusas lograron ocupar una docena de aldeas fronterizas y las Fuerzas Armadas de Ucrania se vieron obligadas a retirarse a varios kilómetros de la frontera.
Kharkiv, en el noreste de Ucrania, es un importante centro industrial y científico del país, además, se convirtió en uno de los símbolos de la resistencia en la guerra. Las tropas ucranianas ahora tienen que desviar sus ya reducidas fuerzas para defender un área que arrebató a los rusos en una sorprendente victoria a mediados de 2022.
Este ataque ruso comenzó el 10 de mayo dese Belgorod, en el norte de la región de Kharkiv, hacia Lyptsi y Vovchansk, localidad ubicada a unos 4 kilómetros de la frontera rusa y a unos 48 kilómetros de la ciudad de Kharkiv.
Según el Instituto para el Estudio de la Guerra, un think tank estadounidense que monitorea diariamente la situación en los frentes de batalla de los principales conflictos activos del mundo, los avances rusos se hicieron desde el noroeste y noreste de Vovchansk, y de acuerdo al Ministerio de Defensa ruso sus fuerzas se han apoderado de las ciudades cercanas de Bukruvatka y Lukyantsi.
“Los rusos están tomando posiciones en las calles de Vovchansk”, escribió el miércoles el político ucraniano Oleksey Goncharenko en Telegram. “Bueno, la ciudad está bajo ocupación rusa”.
“En algunas zonas, alrededor de Lukyantsi y Vovchansk, en respuesta al fuego enemigo y a los ataques de las tropas terrestres, y para salvar las vidas de nuestros militares y evitar pérdidas, nuestras unidades maniobraron y se trasladaron a posiciones más ventajosas”, anunció el Ejército ucraniano durante la noche entre martes y miércoles. A lo largo de los dos años de guerra, ambos bandos han utilizado típicamente el lenguaje de moverse a “posiciones más ventajosas” para indicar retiradas.
“Unas 8.000 personas ya han sido evacuadas... La mayoría de ellas son mujeres, personas mayores, personas con movilidad reducida y personas con discapacidad y niños”, dijo la agencia estatal de servicios de emergencia en una publicación en Telegram.
El Estado Mayor de Ucrania informó que la situación “sigue siendo difícil”, pero insistió en que sus fuerzas “no permitían que los ocupantes rusos se afianzaran”.
Según un análisis de BBC Rusia, gran resonancia recibieron las declaraciones del comandante de la compañía de reconocimiento ucraniana que lucha en esta dirección, Denis Yaroslavsky, quien afirmó que la primera línea de defensa cerca de Volchansk supuestamente “simplemente no existía” y los rusos “entraron a pie”.
Esta versión fue confirmada por el editor jefe de la publicación de Censor, el periodista ucraniano Yuri Butusov, que se encontraba justo en el lugar. “No hay señales de estructuras defensivas dentro o alrededor de la ciudad”, dijo el 13 de mayo. Según él, las líneas defensivas están situadas lejos de la frontera, pero por alguna razón en las tierras bajas y no en las alturas.
En esta dirección hay campos minados, señala el corresponsal militar, pero están colocados de tal manera que sólo pueden contrarrestar los vehículos blindados enemigos y no las unidades de a pie.
La preparación inadecuada para repeler al enemigo ha sido según algunos expertos, la razón del repentino reemplazo del comandante del grupo operativo-táctico de tropas Kharkiv.
En Ucrania, explicó BBC Rusia, el proceso de construcción de fortificaciones está estructurado de tal manera que no existe un único organismo responsable de este proceso. Teniendo en cuenta que las líneas defensivas tienen una estructura clásica de tres franjas y un campo delantero, es decir, una franja de apoyo, un departamento separado se encarga de la disposición de cada una de ellas. La línea del frente, debido al peligro de bombardeo, la desarrolla la unidad militar que controla esta zona, además participan contratistas civiles y administraciones regionales.
A principios de abril, en medio de rumores sobre la amenaza de un ataque a la región de Kharkiv, el presidente Zelensky visitó la región. Junto con el jefe de la administración militar regional de Kharkiv, Oleg Syniehubov, inspeccionó las líneas defensivas.
“Debemos estar preparados. Y los rusos deben ver que estamos dispuestos a defendernos. Y para que nuestro pueblo entienda que Ucrania está preparada si el enemigo intenta atacar”, enfatizó entonces Zelensky.
La reacción de Zelensky
Debido al empeoramiento de la situación en la región, el mandatario ucraniano canceló su participación de sus compromisos en el extranjero. “El presidente Zelensky ha dado orden de aplazar todos los eventos internacionales de su agenda para los próximos días y que sean coordinadas nuevas fechas”, explicó el secretario de Prensa de la Presidencia ucraniana, Sergi Nikiforov, en su página de Facebook.
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, anunció el miércoles la liberación de otros 2.000 millones de dólares en ayuda militar para las fuerzas ucranianas que frenan los ataques rusos en la línea del frente.
Blinken hizo el anuncio en una conferencia de prensa en Kiev con el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba. Los 2.000 millones de dólares en ayuda militar son parte de un paquete de 61.000 millones de dólares que Washington aprobó hace varias semanas tras meses de retrasos en el Congreso. El secretario de Estado dijo que el propósito de la ayuda era “proporcionar armas hoy”, así como invertir en infraestructura ucraniana y ayudar a Ucrania a comprar equipo militar de otros países.
Los dirigentes militares y políticos de Ucrania aseguran que la situación se ha estabilizado y que la ofensiva del enemigo se ha ralentizado. Pero quedan preguntas sin respuesta sobre por qué los rusos lograron superar rápidamente la primera línea de defensa de las Fuerzas Armadas de Ucrania y si estaba preparada adecuadamente.
Según The New York Times, la artillería y los drones proporcionados por Estados Unidos y la OTAN han sido eliminados por técnicas de guerra electrónica rusas, que llegaron tarde al campo de batalla, pero que han demostrado ser sorprendentemente efectivas. Y un debate que duró meses en Washington sobre si enviar a Ucrania un paquete de armas y municiones por valor de 61.000 millones de dólares creó una oportunidad que Rusia claramente ha aprovechado, a pesar de que el Congreso finalmente aprobó la legislación.
En entrevistas al diario The New York Times, funcionarios estadounidenses expresan su confianza en que muchos de estos avances rusos serán reversibles una vez que se abra completamente el grifo de nuevas armas, muy probablemente en algún momento de julio, y Zelensky encuentre formas de traer más tropas (y más jóvenes) al frente. Pero dudan en ofrecer predicciones sobre dónde estarán las líneas de batalla incluso dentro de unos meses, o si Zelensky podrá montar su contraofensiva largamente postergada el próximo año, después de que la primavera (boreal) pasada fracasara.
El secretario de Estado, Antony J. Blinken, dijo el domingo con cierta subestimación que “no hay duda de que las largas demoras en el envío de armas han tenido un costo”. Insistió, en su aparición en “Face the Nation” de CBS, que “estamos haciendo todo lo posible para acelerar esta asistencia”. Pero los funcionarios estadounidenses dicen que el presidente Joe Biden continúa rechazando la sugerencia de su par francés Emmanuel Macron de que el despliegue de tropas occidentales en Ucrania puede ser necesario, una evaluación que la oficina de Macron dijo recientemente que “mantiene absolutamente”.
“En privado, a algunos de los asesores de Biden les preocupa que, así como Estados Unidos ha aprendido lecciones clave de la guerra (sobre las tecnologías que funcionan y las que no), también lo ha hecho el mandatario ruso, Vladimir Putin. Y su mayor preocupación es que mientras Rusia reemplaza el armamento destruido en los primeros 27 meses de la guerra, Putin pueda estar recuperando terreno justo cuando Biden se prepara para reunirse con sus aliados más cercanos en una reunión del Grupo de los 7 en Italia el próximo mes”, apuntó The New York Times.
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