Se cumple el pronóstico: EE.UU. registra repunte de muertes por el rebrote de coronavirus

Few people wear masks as they walk on the beach pier in Ocxeanside, California
Few people wear masks as they walk on the beach pier during the global outbreak of the coronavirus disease (COVID-19) in Oceanside, California, U.S., June 22, 2020. REUTERS/Mike Blake

A partir del rebrote de Covid-19 en estados del sur y el este del país, han subido los fallecidos, aunque las cifras generales todavía no llegan a los máximos registrados en abril. En Florida se alcanzó una cifra récord de 496 muertos en una semana, con un promedio de 71 diarios, mientras que en California ya se superó las 90 muertes diarias.


Un repunte largamente previsto de decesos por coronavirus en Estados Unidos ha iniciado, principalmente en estados del sur y el oeste del país, de acuerdo con datos sobre la pandemia.

La cifra diaria de muertes había bajado durante meses incluso en estados como Florida y Texas, donde se registraron aumentos bruscos de contagios y hospitalizaciones, y los casos diarios confirmados en el país batieron récords varias veces en los últimos días.

Los científicos habían advertido que esta situación no duraría. Una muerte por coronavirus suele producirse varias semanas después del contagio. Los expertos pronosticaron que al aumentar los casos y las hospitalizaciones, lo mismo sucedería en algún momento con los decesos. El pronóstico se está cumpliendo.

“Está aumentando de manera constante. Y está aumentando al momento en que se había previsto”, dijo William Hanage, un investigador de enfermedades infecciosas en la Universidad de Harvard.

De acuerdo con un análisis de The Associated Press de los datos de la Universidad Johns Hopkins, el promedio móvil semanal de muertes diarias reportadas en Estados Unidos ha aumentado de 578 hace dos semanas a 664 el 10 de julio, aún muy por debajo de los picos de abril. Las muertes diarias reportadas aumentaron en 27 estados en ese lapso, pero en la mayoría de esos estados el promedio es inferior a las 15 muertes por día. Un grupo más pequeño de estados es el que impulsa el aumento nacional de muertes.

Los legisladores de Nevada han decidido aplazar su sesión especial de emergencia debido a que personal del edificio legislativo ha dado positivo en coronavirus.

El gobernador Steve Sisolak había convocado a la sesión a fin de que los legisladores pudieran distribuir el presupuesto estatal en medio de un déficit proyectado de 1.200 millones de dólares a raíz de las afectaciones económicas de la pandemia.

El sábado, 13 legisladores de Nevada decidieron que ahora la sesión se realizaría a distancia y ambas cámaras acordaron suspender las actividades hasta la mañana del lunes. Eso dará tiempo a los legisladores para someterse a pruebas.

Por su parte, las autoridades de Arkansas reportaron un récord estatal de 1.061 nuevos casos confirmados de coronavirus para un periodo de 24 horas, pero no se registraron muertes por el virus.

Funcionarios sanitarios del estado dijeron el sábado que el total de casos de COVID-19 ahora aumentó a 27.864.

Y en Nuevo México, los reguladores de sanidad han ordenado el cierre de una tienda de la cadena Walmart en la ciudad de Las Cruces después de que cuatro de sus empleados han dado positivo en coronavirus en las últimas tres semanas.

El Departamento Ambiental de Nuevo México informó el sábado que la orden también exige que Walmart realice pruebas a los empleados de la tienda y realice tareas de desinfección en el edificio,

California reporta en promedio 91 muertes diarias, seguida por Texas con 66 y aumentos significativos en Florida, Arizona, Illinois, Nueva Jersey y Carolina del Sur. Se cree que el aumento en Nueva Jersey se debe en parte a que sus informes de muertes probables son menos frecuentes.

Florida estableció un récord de 496 muertes en una semana, un promedio de 71 decesos diarios, se informó el sábado. El promedio semanal de Florida hace tres semanas era de 30 por día.

El impacto ya lo sienten las familias que perdieron seres queridos y también los trabajadores de la salud que trataron de salvarlos.

Rublas Ruiz, un enfermero de cuidados intensivos en Miami, estalló en llanto durante una cena de cumpleaños reciente con su esposa y su hija. Dijo que estaba abrumado por la cantidad de enfermos que han muerto bajo su cuidado.

“Conté 10 en menos de cuatro días en nuestra Unidad de Cuidados Intensivos y dejé de contar porque eran tantos”, dijo el enfermero del Centro Médico Regional Kendall.

El virus ha matado a más de 130.000 personas en Estados Unidos y más de medio millón en el mundo, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins, aunque se cree que las cifras reales son mucho más altas.

Los investigadores prevén que las cifras de muertes seguirán aumentando durante varias semanas, aunque no de manera tan drástica como en marzo y abril, por varias razones.

Primero, las pruebas eran sumamente limitadas a inicios de la pandemia y ahora resulta claro que los contagios no reconocidos se propagaban en el transporte público, las residencias para ancianos y otros lugares antes de que se supiera qué sucedía. Ahora ha aumentado el número de pruebas y se comprende mejor la magnitud de los focos.

Segundo, mucha gente ha modificado su conducta en cuanto a la salud, y el uso de la mascarilla se ha vuelto mucho más común en algunos lugares. Y aunque aún no hay vacuna, ha ido mejorando el tratamiento de los enfermos en los hospitales.

Otro factor, trágico, es que los nuevos virus fatales suelen atacar en primer término a grupos vulnerables de la población como los ancianos o las personas debilitadas por otros trastornos. Eso significa, al menos en el noreste, que “muchas de las personas vulnerables ya han muerto”, dijo Perry Halkitis, decano de la facultad de salud pública de la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey.

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