Tras investigación por presunto caso de corrupción: canciller de Austria apela a la presunción de inocencia y asegura que quiere dar continuidad al Gobierno de coalición
El canciller de Austria, Sebastian Kurz, es sospechoso de desviar fondos gubernamentales para pagar encuestas de opinión “exclusivamente motivados para el avance político del partido”, señalaron desde fiscalía. El vicecanciller y líder del Partido Verde de Austria, Werner Kogler, insistió en la necesidad de que los hechos se “aclaren por completo”.
El canciller de Austria, Sebastian Kurz, apeló este jueves a la presunción de inocencia y se ha mostrado a favor de dar continuidad al Gobierno de coalición, después de que la Justicia llevara a cabo registros en la sede de su partido, el Partido Popular Austríaco (OPV) y en varios despachos de la Cancillería.
Kurz mantuvo una reunión con el presidente austríaco, Alexander Van der Bellen, que calificó de “buena” y “con confianza”, aunque evitó dar más detalles sobre la instancia en una breve declaración ante la prensa a su salida del Palacio de Hofburg.
Por otra parte, sí señaló que la presunción de inocencia también se le debe aplicar y confirmó que quiere mantener la coalición con el Partido Verde, ya que el Gobierno se ha enfrentado “bien” a la pandemia de Covid-19, entre otros logros. No obstante, aseguró que el OPV está “preparado para todos los escenarios”.
Durante la jornada, el vicecanciller y líder del Partido Verde de Austria, Werner Kogler, anunció conversaciones con Van der Bellen y los partidos políticos del país con representación parlamentaria para “discutir cómo proceder”, después de las acusaciones que pesan sobre Kurz y su círculo más cercano.
“Tenemos que trabajar juntos para garantizar la estabilidad y una aclaración, es por eso por lo que me gustaría saber cómo proceder”, señaló Kogler en una serie de mensajes publicados a través de su cuenta de Twitter.
Kogler insistió en la necesidad de que los hechos se “aclaren por completo”. “Esto es lo que espera la gente en Austria”, afirmó, antes de asegurar que la coalición gobernante no puede volver a sus funciones y que la capacidad de Kurz “está cuestionada en este contexto”. “Tenemos que garantizar la estabilidad”, recalcó.
Los registros se llevaron a cabo en el marco de una investigación por presuntos delitos de corrupción, la que está relacionada con unas encuestas que supuestamente encargó el Ministerio de Finanzas de Austria en las que Kurz y el Partido Popular Austríaco salían favorecidos y que aparecieron en un grupo de medios del país.
Los investigadores creen que la cartera de Finanzas desvió dinero para los sondeos que, a juicio del fiscal, estaban “exclusivamente motivados para el avance político del partido”, hechos que habrían ocurrido entre el 2016 y 2018.
Su publicación en el grupo mediático estuvo acompañado de una cooperación publicitaria de más de 1,1 millones de euros. El grupo mediático rechaza las acusaciones.
Kurz está acusado de incitar al pago de sobornos, mientras que varias personas de su círculo más cercano están acusadas del pago de los mismos, entre los que destacan, entre otros, sus estrategas de medios de comunicación Johannes Frischmann y Gerald Fleischmann.
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