Tras la represalia de Hezbolá, todas las miradas se centran en Irán
No está claro si Irán utilizará el ataque del grupo militante como excusa para evitar una mayor escalada.
El jefe de Hezbolá, Hassan Nasrallah, dijo el domingo al pueblo libanés que podían “tomar un respiro”, diciendo que después de una salva de cohetes el domingo, el grupo militante respaldado por Irán había terminado con las represalias contra Israel por el asesinato en julio de un alto dirigente en Beirut.
Ahora, todas las miradas están puestas en Irán, que había dicho que también infligiría una “respuesta dolorosa” a Israel después del asesinato de Ismail Haniyeh, líder del grupo militante palestino Hamas, en Teherán horas después de la muerte del comandante de Hezbolá.
El ataque de Hezbolá, que siguió a lo que Israel llamó un ataque preventivo el domingo, provocó declaraciones de felicitación de Hamas y militantes iraquíes respaldados por Irán, mientras que los rebeldes hutíes en Yemen pidieron más ataques. Israel aseguró que no hubo daños importantes. Las bajas y los daños en Líbano también fueron limitados, indicó Hezbolá.
Los mensajes de Irán han sido menos claros.
El domingo, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, no se refirió directamente a la operación, pero comentó que “la guerra tiene muchas formas” y agregó: “No siempre significa tener un arma en la mano. Significa pensar correctamente, hablar correctamente, identificar correctamente, apuntar con precisión”.
El presidente del Parlamento iraní dijo que Israel sufrió una derrota a manos de Hezbolá similar a la guerra de 2006 entre Líbano e Israel. “No pueden encubrir esta derrota”, afirmó. Su ministro de Asuntos Exteriores aseguró que habría una respuesta “precisa y calculada” a Israel, pero que “a diferencia del régimen sionista, Irán no busca aumentar las tensiones, aunque no las teme”.
Una pregunta es si Irán usará el ataque del domingo de Hezbolá, que lo ha proclamado un éxito, como cobertura para evitar una mayor escalada mientras Teherán busca una respuesta que disuada a Israel de nuevos ataques y al mismo tiempo evite desencadenar una guerra regional.
“Su cálculo no está necesariamente en sinergia con el resto del ‘eje de resistencia’”, comentó Sanam Vakil, un experto en Medio Oriente de Chatham House, con sede en Reino Unido, refiriéndose a la red de milicias aliadas de Irán en la región. “No siempre se debe suponer que Irán va a participar o que se va a involucrar en lo que viene después”.
El grado en que el ataque de Hezbolá influirá en los propios planes de Irán dependerá de hasta qué punto Teherán se considere parte de la operación de Hezbolá. “No está claro en este momento si Irán considera esto parte de su propia represalia”, dijo un funcionario de seguridad israelí.
Algunos aliados iraníes, como los rebeldes hutíes en Yemen, han presionado para que se adopte una línea más dura.
El ministro de Defensa de los hutíes, el mayor general Mohammad Al-Atifi, señaló el domingo que quería “asegurar a todo el mundo que la respuesta del Eje de la Yihad y la Resistencia a los crímenes del enemigo sionista está llegando y es inevitable”.
Aunque tanto Israel como Hezbolá han señalado que quieren reducir la tensión y no parece que haya ningún ataque inminente, los funcionarios del Pentágono creen que la amenaza a Israel por parte de Irán sigue existiendo, dijo el lunes el portavoz del Pentágono, el mayor general Pat Ryder.
“Seguimos evaluando que existe una amenaza de ataque y, una vez más, nos mantenemos bien posicionados para poder apoyar la defensa de Israel y proteger a nuestras fuerzas en caso de que sean atacadas”, señaló Ryder.
Los funcionarios en Washington dicen que no tenían planes de cambiar la presencia militar estadounidense reforzada en la región.
A fines de la semana pasada, un segundo grupo de ataque de portaaviones estadounidense llegó a la región. El USS Abraham Lincoln y sus barcos acompañantes viajaron desde el Pacífico como parte del esfuerzo de Estados Unidos por aumentar su presencia militar.
Se une al grupo de ataque USS Theodore Roosevelt, que ha estado operando en Medio Oriente. Estados Unidos también desplegó un escuadrón de F-22 Raptor de la Fuerza Aérea, y el USS Georgia, un submarino de misiles de crucero, está cerca. El Roosevelt tenía previsto partir esta semana, pero ahora permanecerá en la región al menos hasta la semana próxima o posiblemente más tarde, dijo el lunes un funcionario estadounidense.
El Pentágono evalúa que la decisión de aumentar la presencia militar estadounidense en Medio Oriente durante las últimas semanas ha logrado disuadir a Irán y sus representantes de lanzar un ataque más amplio, comentó Ryder. Las medidas enviaron un “mensaje claro a todos los actores de la región de que somos serios”, agregó.
Inmediatamente después del asesinato de Haniyeh, Jamenei señaló que era “el deber de Irán vengarse” y que Israel había “preparado el terreno para un castigo severo”. El ministro de Asuntos Exteriores en funciones del país, Ali Bagheri-Kani, dijo a los diplomáticos este mes que la respuesta de Irán sería “definitiva y decisiva”. Sin embargo, unos días después, el máximo diplomático de Irán indicó que la respuesta del país sería “en el momento adecuado y en la forma apropiada”.
Desde los asesinatos de finales de julio, Estados Unidos y algunos países árabes han estado trabajando para aliviar las tensiones. Israel prometió fuertes represalias contra Irán si atacaba al país directamente de nuevo. En abril, Irán envió más de 300 misiles y drones a territorio israelí, un ataque que fue frustrado en gran medida después de la coordinación con Estados Unidos, Occidente y sus aliados árabes en la región.
Amos Yadlin, exjefe de inteligencia militar israelí, dijo que cree que Irán está considerando una respuesta diferente a la de repetir el ataque directo contra Israel visto en abril, basándose en su propio análisis y en evaluaciones de inteligencia no públicas. Las razones, aseguró, son las amenazas de Estados Unidos y las promesas de Israel de que su represalia sería mucho más fuerte que en abril, así como la oposición interna del presidente iraní Masoud Pezeshkian, que espera mejorar la economía de Irán y sus vínculos con Occidente.
Yadlin comentó que Irán podría estar buscando un tipo diferente de represalia, incluido el posible ataque a un funcionario israelí de alto nivel.
El ataque de Hezbolá podría proporcionar una manera para que Irán desescalara la situación, dijo Danny Citrinowicz, quien se desempeñó como jefe de la rama iraní del Ejército israelí y ahora es miembro del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional con sede en Tel Aviv. Habría más presión sobre Hezbolá para responder al asesinato de Fuad Shukr, ya que era un funcionario de Hezbolá y fue asesinado en Beirut. Pero Haniyeh no era iraní.
“Tienen la capacidad de tomar represalias de una manera menos severa que la que Hezbolá intentó hoy”, apuntó Citrinowicz.
El asesinato de Haniyeh difirió en aspectos críticos del ataque de abril a una instalación diplomática en Damasco que desencadenó el ataque directo sin precedentes de Irán contra Israel ese mes.
“La idea de que Irán lanzaría cientos de misiles en represalia por ese tipo de ataque de alguna manera frustra el propósito de disuadir a Israel”, dijo Daniel Sobelman, un investigador con sede en Israel de la Iniciativa de Medio Oriente en la Escuela Kennedy de Harvard. “La única razón por la que Israel se metió en todo ese lío” de una presunta acción encubierta, “fue para obligar a los iraníes a tomar represalias según esos parámetros, según esas ciertas reglas del juego”, agregó.
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