Trump y Harris queman sus últimos cartuchos en mítines en lugares clave previo a elecciones
En vísperas del inicio de las presidenciales en Estados Unidos, los dos principales candidatos a la Casa Blanca se desplegaron en terreno durante el sábado y domingo, apuntando a sectores estratégicos del electorado que buscan convencer. En tanto, las encuestas continúan marcando un empate técnico entre ambos.
Con amplios despliegues territoriales, Kamala Harris y Donald Trump, los candidatos del Partido Demócrata y del Partido Republicano de Estados Unidos, respectivamente, llevaron adelante este fin de semana nuevos mítines políticos en su campaña a la presidencia. En vísperas del inicio de una de las elecciones más importantes del mundo, la actual vicepresidenta y el exmandatario visitaron lugares clave de cara a su potencial victoria.
Cuando las encuestas siguen la misma tendencia que el último mes, con los dos principales contendores a la Casa Blanca en un empate técnico a nivel nacional, y muy parejos en los battlegrounds o estados clave, el foco de las campañas parece retornar hacia el electorado que necesitan convencer de cara a los comicios de este martes 5 de noviembre.
La semana recién finalizada estuvo marcada por dos actos simbólicos, como lo fue la polémica intervención en Nueva York por parte de Trump y los republicanos -que dispararon frases racistas y xenófobas que podrían costarle puntos muy valiosos en las elecciones- y el mitin de la noche del martes de Harris, pronunciado en el mismo lugar en el que su ahora rival alentó a sus partidarios a invadir el Capitolio, el 6 de enero de 2021.
Ahora, en cambio, ambos apuestan a territorios donde muy pocos votos a su favor podrían definir que la balanza se decantara para uno u otro lado.
Destinos distintos
Según diversos analistas locales, lo más posible es que sean siete los estados que definan la carrera presidencial. La razón se debe a la cantidad de votos que entrega el Colegio Electoral por imponerse en el voto popular de dichos lugares, lo que, según el modelo estadounidense, entrega todos los apoyos del estado. Ello, sumado a lo impredecible del electorado, hace que una suma de triunfos en dichas regiones entreguen las llaves a la Casa Blanca a quien lo logre.
Arizona, Nevada, Wisconsin, Carolina del Norte, Michigan, Pennsylvania y Georgia son los únicos estados considerados como competitivos, y ha sido puntualmente en los últimos cuatro donde ambos candidatos han puesto especial esfuerzo estos últimos dos días.
Ejemplo de ello fue lo que ocurrió este sábado cuando, en una inusual coincidencia, el avión presidencial Air Force Two en el que se transporta Kamala Harris descendió hacia el aeropuerto de Charlotte, en Carolina del Norte. El avión que estaba estacionado a unos metros de distancia no era otro que un Boeing 757 privado de color rojo, blanco y azul: era el transporte aéreo de Donald Trump.
La imagen reflejó un hecho muy real. Ambos saben que la pelea final está en un puñado de ciudades, lo que explica que, desde el martes, tanto Trump como Harris han hecho campaña en los mismos estados.
Mientras el primero hizo campaña en los suburbios de Gastonia, la segunda apareció en Charlotte para liderar un mitin con la estrella de rock Bon Jovi. No fue la única coincidencia, porque los temas tratados también fueron similares, con las diferencias lógicas de quienes compiten desde veredas contrarias.
“Tenemos una oportunidad en esta elección de pasar página de una década en la que Donald Trump intentó mantenernos divididos y temerosos unos de otros. Hemos terminado con eso”, dijo Harris desde Charlotte.
El exmandatario aseguró que, de vencer este martes, iba a deportar a millones de inmigrantes. Al contrario, advirtió que si perdía, “cada pueblo de Estados Unidos se convertiría en un escuálido y peligroso campo de refugiados”.
No se quedó ahí. “La única ayuda gratuita que van a recibir es un viaje gratis de regreso a casa”, añadió durante su discurso en Greensboro, Carolina del Norte.
La vicepresidenta, en tanto, dijo desde Atlanta, Georgia, que Trump abusaría de su poder si llega a volver a la Casa Blanca. “Se trata de alguien cada vez más inestable, obsesionado con la venganza, consumido por el agravio, y el hombre está en busca de lograr un poder sin que lo controlen”, planteó ante sus seguidores.
Luego, en la noche, Harris hizo una visita no anunciada a la prensa en Nueva York durante la noche del sábado, donde apareció en el popular programa de televisión Saturday Night Live apenas tres días antes de las elecciones. Su intervención ocurrió en el clásico sketch de apertura, interpretándose a sí misma como el doble reflejo de la versión de Maya Rudolph, humorista estadounidense.
Este domingo, ambos partieron hacia lugares distintos. La carta demócrata se dirigió a Michigan, puntualmente en East Lansing. Según la agencia de noticias Reuters, Harris arribó a esa ciudad universitaria ubicada en un estado industrial porque “se considera una victoria obligada para la demócrata”.
Puntualmente, requiere de los casi 200.000 árabe-estadounidenses del estado que votan el próximo martes. La postura del presidente en ejercicio, Joe Biden, frente a la guerra entre Israel y Hamas, ha hecho tambalear el apoyo de la comunidad. La visita de la vicepresidenta también podría ser una respuesta a la visita del viernes de Trump a Dearborn, el corazón de la comunidad árabe-estadounidense, donde prometió poner fin a las guerras en Medio Oriente.
El expresidente republicano, por otro lado, tuvo una jornada maratónica, ya que visitó tres mítines en ciudades más pequeñas, pero de distintos estados. Comenzó el día en Lititz, Pennsylvania, para luego dirigirse a Kinston, Carolina del Norte, durante la tarde. Para el anochecer se esperaba que llegara a Macon, Georgia, donde lideraría un acto político nocturno.
Jason Miller, asesor de Trump, dijo a The Associated Press que los múltiples viajes del exmandatario no son una señal de alarma de la campaña. “No estoy preocupado por nada”, aseguró el viernes a la agencia de noticias. “Tenemos una estrategia inteligente que hará que el presidente Trump atraviese los 270 (votos electorales), tal vez incluso un par de estados que te sorprendan. Pero vamos a seguir nuestra estrategia. Nuestra estrategia proviene de nuestros datos y nuestra orientación”.
Encuestas y paridad
Cuando más de 72 millones de estadounidenses ya han votado, según datos del Laboratorio Electoral de la Universidad de Florida, la duda que queda en el aire es qué ocurrirá en los estados clave. Y la serie final de encuestas de The New York Times y Siena College da una pista de aquello.
Según el periódico neoyorquino, “la vicepresidenta Kamala Harris muestra nueva fuerza en Carolina del Norte y Georgia, mientras el expresidente Donald J. Trump anula su ventaja en Pennsylvania y la mantiene en Arizona”.
No solo eso, porque también destaca que han pasado décadas desde la última vez que los sondeos mostraran una carrera tan pareja entre los dos candidatos a llegar a la Oficina Oval, tanto en el Sun Belt -el Cinturón del Sol, o la región que se extiende desde la costa atlántica del Sureste hasta la costa pacífica del Suroeste- como del Rust Belt -el Cinturón del Óxido, la región del Nordeste y Medio Oeste que se ha visto seriamente impactada por un proceso de decadencia industrial y económica desde hace casi 50 años-.
La encuesta del Times y Siena College detallan que Harris estaría ligeramente arriba en Nevada, Carolina del Norte y Wisconsin, mientras que Trump lidera Arizona. En tanto, Michigan, Georgia y Pennsylvania se encuentran empatadas. Sin embargo, la diferencia que los separa en los siete estados clave no supera el margen de error, por lo que, técnicamente, no se puede afirmar que ninguno tenga una ventaja consolidada en esos battlegrounds.
De todos modos, en la campaña de Harris más de uno debe haber sacado cuentas alegres, pues el sondeo reveló que “hay indicios de que los votantes tardíos se decantan por Harris”, donde “entre el 8% de los votantes que declararon haber decidido su voto recientemente, Harris gana por un 55% frente a un 44%”, explicó el periódico.
Cerca del 40% de los consultados dijo ya haber votado por métodos anticipados, y, en ese grupo específico, Harris supera a Trump por ocho puntos porcentuales. ¿La buena noticia para la campaña del expresidente? Este tiene una ventaja entre los votantes que dicen que es muy probable que voten, pero que aún no lo han hecho.
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