Así cayó la abogada de conocido productor y traficante de marihuana de la Región de Valparaíso
La mujer de 52 años fue reconocida por los detectives del caso como quien prestaba asesorías a la familia del principal imputado para que lograsen evadir la justicia. En su poder, además, se detectó un vehículo de alta gama que adquirió de la hermana de este sujeto.
Desde 2016 que la PDI estaba tras los pasos de un sujeto que era reconocido como uno de los principales traficante de marihuana en la Región de Valparaíso: Iván Cortés Guerra, alias “el Farkas. En esa época fue detenido y enfrentó un juicio por delitos vinculados a la Ley de Drogas, pero salió absuelto y siguió con su “carrera delictual”, como comentan desde la Policía de Investigaciones.
Sin embargo, detectives siguieron tras sus pasos y finalmente el 27 de abril de 2022 se logró la desarticulación de su banda. Junto con él, fueron detenidos cuidadores de las plantaciones que mantenía y brazos operativos, y con los meses también fueron aprehendidos otros colaboradores y testaferros, incautándosele, adicionalmente, 11 vehículos avaluados en $ 299.300.000.
Pero el caso no quedó ahí, pues siguiendo la ruta del dinero que había conseguido “el Farkas” producto de la actividad ilícita, los detectives de la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado de Valparaíso establecieron que la abogada que lo defendía a él y a su familia, Paola Vega Bolados, estaba implicada en el caso y que estaba haciendo uso de los frutos del dinero ilegal que Cortés Guerra había obtenido.
“La aparición de Paola en el entramado del caso en que “el Farkas” es protagonista, surge una vez que él es absuelto en 2017. Ella fue quién lo defendió en el primer juicio oral que él tuvo. Ahí lo defendió por tráfico ilícito de drogas, que es delito base para lavado de activos. Desde ahí, Paola tiene conocimiento del negocio al que este imputado se dedicaba. Paola, además, defendió a la pareja de este sujeto, por lo que se posiciona como la abogada de confianza de este clan familiar. Por lo mismo, tras tener buenos resultados con ella, tras su nueva detención, “el Farkas” vuelve a contratar sus servicios”, comentó al respecto el subcomisario Francisco Silva de la PDI.
A diferencia de la investigación anterior, como comenta el detective, en esta oportunidad abrieron arista por el delito de lavado de activos, y fue así como advirtieron que el principal imputado mantenía una gran cantidad de autos y que los inscribía a nombres de terceros. Uno de ellos, un Audi modelo Q5 avaluado en $ 45.000.000 llegó a manos de la abogada y por ello se comenzó a indagar el grado de participación que ella tenía en la operaciones.
Se intervino su celular y fue blanco de seguimiento, con lo que se advirtió que también prestaba asesorías al clan familiar respecto de cómo lavar el dinero.
“En base a los análisis de los teléfonos, se advirtieron llamadas y mensajes que daban cuenta de que Paola asesoraba a testaferros para que mintieran a la policía y dijeran que los vehículos que tenían eran de ellas y no de “el Farkas”. Hablaba con ellas y les decía lo que tenían que decir para que el delito de lavado de activos quedara impune. Esto da cuenta de que la asesoría legal habría cruzado el límite y estaba instruyendo acciones para evadir a la justicia. Así, fijamos que es parte de la banda”, aseguró el subcomisario.
Alto poder adquisitivo
Respecto del perfil de la abogada, desde la PDI indicaron que mantiene un alto poder adquisitivo. Tiene una parcela en la comuna de La Serena, donde fue detenida, y mantiene una vida con ciertos lujos.
Tiene una casa de dos pisos grande, con jardines para recorrer y piscina. Además, detallan oficiales del caso, tiene un quincho cerrado de dos pisos con una sala de eventos y mesa de pool. En la investigación, se le definió como una persona observadora y meticulosa, poseedora, además, de “el don de la palabra”, pues en el momento de su detención y posteriormente contó anécdotas e historias para intentar conectar con quienes la escuchaban.
En cuanto a la imputación de los delitos, formalmente se acogió a su derecho a guardar silencio, aunque informalmente le transmitió a quienes ejecutaron su detención que no había cometido ningún delito, que era inocente.
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