Balance de la visita papal valora que gira iniciara renovación de la Iglesia
Comisión organizadora entregó hoy la "cuenta pública" de Francisco en Chile y aseguró que 1,6 millones de personas "salieron a su encuentro".
"Creo que lo más complejo de la visita fue la falta de información que tenía el Papa respecto de la realidad de nuestra Iglesia. Ciertamente, ese hecho derivó en que los temas más importantes no fueran precisamente los que el Papa traía como mensaje para Chile, sino aquellas realidades que la agenda local necesitaba visibilizar, de manera de aprovechar la gira para poder enfrentar ciertos temas en nuestra Iglesia".
Así se expresó Javier Peralta, director ejecutivo de la Comisión Nacional de la visita del Papa Francisco, sobre el "momento más complejo" de la gira pontificia, efectuada entre el 15 y 18 de enero pasado, en tres ciudades: Santiago, Temuco e Iquique. Y lo dijo en una entrevista inserta en el "Reporte de Sustentabilidad y Cuenta Pública de la Visita", documento de 139 páginas que hoy publicó la Conferencia Episcopal (Cech), en su sitio web oficial.
El documento no es un análisis pastoral, sino un balance -en su mayor parte cuantitativo- de los principales aspectos sociales, ambientales y económicos de la visita.
"En el aspecto social, resalta la participación inclusiva de más de 1,6 millones de personas que salieron al encuentro del Papa y sobre 20 mil voluntarios. En materia ambiental, se logró el objetivo de hacer una visita 100% carbono neutral, el reciclaje de casi dos toneladas de desechos y la reducción de un 77% en la generación de residuos", informó la Cech.
Y agregó que en lo económico, "la organización de la visita recaudó $ 6.564 millones, un 64% más de lo originalmente propuesto".
Sin embargo, es imposible analizar la presencia de Francisco en Chile sin el contexto actual, posterior a la gira, en el cual el propio Pontífice ha criticado el actuar de los obispos por su manejo ante los casos de abusos, la renuncia de todos los prelados (de las cuales se han aceptado cinco) y la creciente judicialización de las denuncias, con 119 causas vigentes en la fiscalía contra miembros de la Iglesia Católica chilena. De hecho, en enero fueron las críticas a la presencia del entonces obispo de Osorno, Juan Barros (hoy emérito), las que encendieron la mecha, y que terminaron con el Papa enviando a Charles Scicluna para recabar antecedentes.
Javier Peralta, en una de sus respuestas en el informe, agregó que se "generó una brecha entre las expectativas y la realidad. Pero, al mismo tiempo, debió producirse algo de esta naturaleza para que se iniciara un proceso de renovación al interior de la Iglesia".
El obispo Fernando Ramos, secretario general de la Cech y coordinador general de la comisión de la visita, también abordó el tema a través de una carta. "Al finalizar, el Santo Padre consideró fundamental escuchar y atender con mayor profundidad acusaciones de abusos de poder, conciencia y sexual que han ocurrido al interior de la Iglesia de nuestro país. Esta realidad abrió un proceso del cual aún somos parte y que invita a una profunda reflexión sobre la Iglesia que debemos ser", sostuvo.
En el balance también se incluyó un capítulo especial sobre el encuentro de Francisco con las víctimas de abuso sexual y se adjuntó un relato de la "post-visita" respecto del mismo tema.
En cuanto a la asistencia, una fuente de la organización explicó que de los 1,6 millones de personas que salieron a su encuentro, 900 mil corresponden a gente que lo vio en la calle, cifra que les fue entregada por Carabineros y el gobierno.
También se señaló que el evento resulta incomparable con la gira de Juan Pablo II en abril de 1987, quien visitó ocho ciudades en seis días y cuyas estimaciones de público para los encuentros masivos (como el del Parque O'Higgins, con 500 mil personas) no tienen una metodología comprobable.
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