Colegio de Arquitectos se apresta a restaurar por cuarta vez la fachada de su sede gremial

Nadie se explica cómo los rayados llegaron hasta el segundo y casi al tercer piso del frontis del Colegio de Arquitectos de Chile. Hace tres años que este no ha sido restaurado y en los inmuebles contiguos algunos dicen que los dueños de casa "ya se rindieron" con los grafitis. Otros bromean con las pinturas que cubren su fachada. Comentan que "en casa de herrero, cuchillo de palo".

Lo cierto es que en el gremio buscan cambiar su imagen. Y luego de reunir los fondos suficientes, ahora se aprestan a utilizar un nuevo producto que promete limpiar fácilmente su fachada de hormigón. Será el cuarto arreglo de la fachada.

El edificio está a pocos pasos de la Plaza Italia, epicentro de las celebraciones, marchas y protestas santiaguinas. En esa misma cuadra comparten el espacio un preuniversitario, un cine, una tienda de ropa, un restaurante, una galería de arte y un banco. Pero ninguno de ellos llega ni cerca a la cantidad de rayados que tiene la sede de los arquitectos.

Los vecinos aseguran que ya parece deporte, que los rayados aparecen a diario, que no se concentran en días específicos ni tampoco debido a alguna contingencia particular; y que en el edificio parecen resignados a borrarlos permanentemente.

Entre los métodos que utilizan, con el fin de no tener que pagar por un servicio profesional cada semana, está desde pasar una brocha encima del rayado hasta raspar la pintura con lija o con un sencillo cuchillo cartonero, para luego dar una mano de sellante acrílico.

El edificio, ubicado en Alameda 115, fue construido en 1920 por el arquitecto Luciano Kulczewski, considerado el "Gaudí chileno" y uno de los exponentes del Art Nouveau en Chile (ver cronología).

Para Humberto Eliash, presidente del colegio, "es un orgullo tener una de las piezas más importante del Art Nouveau, pero por otra parte es un dolor de cabeza inmenso por el vandalismo, por la ubicación. Es de dulce y agraz".

¿Por qué este edificio se raya con más frecuencia que las construcciones vecinas? "Hay una razón y es que tiene una morfología que parece que a los agresores les da un significado de que eso implica poder. Es como una expresión de antipoder", afirma Eliash.

El otro motivo, más técnico, es que al ser monumento histórico la limpieza es distinta. "Tenemos que hacer un proceso de desmanchado, de limpiar con vapor para que no se dañe el estuco, es una cosa compleja y costosa", dice el presidente de los arquitectos.

Sebastián Gray, académico de Arquitectura de la UC y expresidente del gremio, explica que la casa "representa el tipo de casas burguesas que había a lo largo de toda la Alameda, de buena calidad, con comercio en el primer piso y vivienda en los superiores. Es de un estilo muy poco representado en Chile, tiene un inmenso valor arquitectónico".