Dos tercios de hogares con niños redujeron sus ingresos producto de la pandemia

Si bien toda la población se ha visto golpeada por la crisis económica, el impacto más fuerte lo han tenido las familias con hijos, donde hay menores de edad que pueden sufrir carencias y privaciones producto de la falta de recursos.

Así lo comprueba la Encuesta Social Covid-19 en Hogares con Niños, Niñas y Adolescentes, aplicada entre junio y agosto por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, la que muestra que los hogares con menores de edad que perciben que no les alcanza el dinero más que se triplicaron. En el periodo “previo” a la pandemia, según se explica, el 15% tenía esa opinión; y durante la crisis sanitaria esta cifra creció a un 52,9%.

Llevado a la realidad nacional, esto quiere decir que en más de 1,3 millones de hogares con niñas, niños y adolescentes sus ingresos no les son suficientes. Y la situación podría ser más crítica si se considera que el 66,1% de los hogares con hijos disminuyó sus ingresos, equivalentes a más de 1,6 millones de hogares.

Por supuesto, la pobreza se agudizó más en los hogares que antes de la pandemia ya eran pobres. Siete de cada 10 hogares con niños, ubicados en el primer quintil, dicen que no les alcanza el dinero. Y la situación es más crítica en las familias donde la mujer es la jefa de hogar.

También se triplicaron los hogares con niños donde no hay nadie trabajando, los que aumentaron de 6,6% a 20%. La cifra escala hasta el 41% en el caso de los hogares dirigidos por mujeres y hasta el 53,4% en aquellas familias que son del quintil más pobre de la población.

La subsecretaria de la Niñez, Carol Bown, plantea que el problema no es solo la grave reducción de recursos de las familias chilenas, sino que también “el estrés familiar que produce el empobrecimiento, el hacinamiento y el encierro; eso puede influir negativamente en el desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes”.

Agrega que “son tiempos difíciles, pero juntos tenemos que trabajar para mejorar la vida de los niños, niñas y adolescentes y sus familias, de modo de que podamos mitigar de la mejor manera posible los efectos negativos de la pandemia”.

La subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candia, explica que estos datos permiten orientar de mejor forma las políticas públicas. “Seguiremos fortaleciendo la Red de Protección Social que impulsamos este año, a la que se han sumado nuevos instrumentos como el Bono Covid Navidad, la posibilidad de contar con nuevos aportes del Ingreso Familiar de Emergencia para 2021 y la extensión de la Ley de Protección al Empleo”, detalla.

Además, Candia cuenta que, junto al Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ya están trabajando para levantar una segunda ronda de la encuesta, cuyos resultados serán presentados en enero próximo.

La privación económica que enfrentan las familias con hijos tiene como consecuencia la postergación incluso de las necesidades más básicas. Según la encuesta, el 67,7% de estos hogares (cerca de 1,7 millones) aplazó sus consultas médicas o tratamientos de salud.

Además, el 58,3% de los hogares con niños redujo su gasto en alimentación, el 48,7% bajó sus gastos en servicios básicos y el 46,5% se tuvo que endeudar durante la pandemia. En tanto, el 20,4% ha enfrentado inseguridad alimentaria, el 12,8% dejó de pagar el dividendo o arriendo, el 19,3% redujo el gasto en educación y el 12,4% tiene intención de hacer cambios en la educación de sus hijos, como podría ser el cambio de colegio.

Sayo Aoki, representante adjunta de la Unicef en Chile, dice que es preocupante el impacto de la pandemia en el derecho a la educación de las niñas y niños, cifras que son consistentes con lo que ocurre en Latinoamérica, donde el coronavirus “ha privado al 97% de los estudiantes de la región de continuar con su educación de manera presencial”.

Además, advierte que la reducción de recursos reflejada en la encuesta permite proyectar “un aumento de la pobreza en América Latina, también en Chile, con mayor impacto en los hogares con niños y niñas”. Por ello, cree que es vital “contar con un sistema de protección social sensible a las necesidades de la infancia en Chile”.

Para enfrentar la crisis, tres cuartos de las familias con hijos buscaron otras formas de obtener dinero, generando nuevos ingresos o endeudándose. Esta situación ocurrió en el 82,3% de los hogares del primer quintil.

Además, la encuesta muestra que el 46,8% de los hogares con niños, niñas y adolescentes recibió aportes en bienes o dinero de parte del gobierno, cifra que baja al 38,5% en aquellos hogares donde no hay hijos.