Eran las 16.26 de este martes y entre los pocos asistentes que habían llegado a esa hora al edificio de la Fiscalía Nacional, con motivo de la ceremonia del aniversario número 25 del ente persecutor, circulaba una preocupación.
Las sillas dispuestas en la explanada del recinto lucían vacías y no se percibía mayor ánimo de festejo. Ese escenario llevó a que algunos pensaran que la asistencia sería escasa. Y es que el día anterior, el directorio de la Federación Nacional del Ministerio Público (Fenamip) hizo un anuncio que encendió las alarmas: se restaban de la cita argumentando que el Ministerio Público estaba bajo “graves cuestionamientos” derivados del caso Audio.
A esa misma hora, mientras un DJ ponía un telón de fondo con canciones de ABBA, Teddy Swims, y una adaptación de la popular ‘Chica de mi barrio’, el fiscal regional de La Araucanía, Roberto Garrido, designado como vocero del Consejo de Fiscales, bajó del piso 10 para enfrentar en solitario a los medios de comunicación. Tres consultas fue las que respondió: una de ellas, cómo el Ministerio Público se hacía cargo de la crisis que atraviesa luego de los vínculos que han sido revelados entre Luis Hermosilla y funcionarios de la institución.
Sin embargo, Garrido se apresuró en señalar que “la Fiscalía no está en crisis”. “Nosotros estamos muy enfocados en los proyectos de futuro que tiene la Fiscalía, en la implementación del plan estratégico, institucional. Los equipos regionales están muy motivados en el sentido de poder implementar estas medidas. Y hay varias situaciones que nos tienen trabajando y muy enfocados en cuál es nuestra labor”, dijo.
Tras las palabras del fiscal regional de La Araucanía, entre los asistentes se preguntaban por qué el fiscal Garrido había salido solo a enfrentar a los medios de comunicación y no con más fiscales a su alrededor, lo que habría servido para transmitir -como comentaban quienes presenciaron el punto de prensa- una “imagen de unidad”. Garrido señaló posteriormente a La Tercera, en todo caso, que sus palabras estaban “absolutamente respaldadas”.
“No más clases de ética”
Casi 12 minutos duró el discurso del fiscal nacional Ángel Valencia. Ya con una explanada completamente llena, la máxima autoridad de la Fiscalía destacó los avances que ha tenido el Ministerio Público en sus 25 años, cuando partió la reforma procesal penal. A mitad de su discurso, se refirió a la contingencia, reconociendo que lo que se enfrenta es “una crisis de confianza”.
“Sabemos que esta celebración no puede abstraerse de lo que pasa a nivel nacional y cómo afecta al Ministerio Público. Hay una crisis de confianza en el sistema judicial y no estamos exentos de aquello. Tenemos en nuestras manos importantes investigaciones que nos han significado críticas, acusaciones e incluso amedrentamientos”, dijo. En ningún momento hizo mención al caso Audio.
En esa línea, Valencia lanzó un dardo, sin especificar a quién iba dirigido: “Déjenme decirles con mucha fuerza: estoy seguro que nada de esto nos va a amedrentar. Confío plenamente en el trabajo que realizan todos ustedes”.
Posteriormente, hizo otra referencia sin mencionar destinatario: “Nos adaptamos a perseguir una nueva criminalidad organizada e internacional. Es así como enfrentamos los nuevos delitos de cuello blanco, sin más clases de ética”.
Para el final de la ceremonia, la Fiscalía enseñó 25 fotos históricas del ente persecutor, que fueron elegidas por el propio Ministerio Público y tratadas digitalmente por un fotógrafo externo. En dos de ellas se podía apreciar al exfiscal regional Oriente Manuel Guerra, hoy investigado por delitos de corrupción.
El respaldo
Aunque en las jornadas previas a la realización del Consejo había varias autoridades del ente persecutor que adelantaban que sería un espacio tenso, en medio de la ceremonia por el aniversario todos se cuadraron tras la postura de que había sido una instancia de conversación “franca, tranquila y con resultados positivos”.
Eso sí, haciéndose cargo de los cuestionamientos que han enfrentado durante las últimas semanas, decidieron hacer una declaración conjunta donde evidenciaron que la cita había “transcurrido en un ambiente de respeto y colaboración, teniendo como eje central seguir mejorando la labor que se realiza en las fiscalías a lo largo de todo el país”.
En el mismo sentido, sin mencionar la denominación de caso Audio, agregaron que abordaron las indagaciones “que han afectado al sistema jurídico y político, y por supuesto, al Ministerio Público”, lo que les habría permitido tomar definiciones que, a juicio de ellos, “van a contribuir a seguir avanzando con claridad y firmeza en las distintas investigaciones”. Públicamente, eso sí, sólo se mencionó la ya comprometida por el fiscal nacional respecto de proteger las carpetas investigativas para evitar filtraciones.
Dado que también se les había cuestionado la independencia con que estarían actuando, los persecutores expresaron: “Reforzamos nuestra voluntad y compromiso de perseguir cualquier delito independiente de los involucrados, dentro o fuera de nuestra institución. La integridad de todas las personas que componen el Ministerio Público es un valor que queremos enaltecer en forma constante con un trabajo serio y responsable”.
Esto último, explicaron tras la ceremonia tres fiscales regionales que estuvieron presentes, porque consideran que se ha intentado orquestar una operación para desprestigiar el trabajo que se ha hecho, por ejemplo, en las indagaciones que pusieron en jaque los convenios con fundaciones y que tienen al abogado Luis Hermosilla en prisión preventiva.
Aceptan como un error que Valencia no hubiese comunicado con anterioridad que sostuvo un encuentro con el penalista y Andrés Chadwick al poco de haber asumido en el cargo, pero insisten en que aquello, en ningún caso, podría implicar que las indagaciones se llevaran con sesgo.
“Es innegable”
Independiente de los dichos del fiscal Garrido, entre los funcionarios no comparten los dichos del persecutor. Paulina Ruiz, presidenta de la Fenamip, dice que “es innegable que los casos de eventual corrupción han generado una crisis, donde se pone en duda la credibilidad de varias instituciones”.
En esa línea, plantea que los fiscales, en general, “deben estar libres de cualquier duda”, en su trabajo, lo que implica tomar medidas como las de “nuevos y mejores sistemas de seguimiento y control a todos los fiscales”, algo que, a su juicio, “en ningún caso tiene que ver con la realidad de la institución”.
Por lo mismo, afirma que el próximo viernes, cuando se reúnan con el fiscal Valencia, a quien “le pediremos que se sancione a quien se tenga que sancionar, independiente del cargo que ostente o haya ostentado”, haciendo un llamado al Congreso, también a modificar el sistema de elección del fiscal nacional y los persecutores regionales.