En una sesión ordinaria de pleno este lunes, sin la presencia de las magistradas Ángela Vivanco y María Teresa Letelier, el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Blanco, decidió que la comisión de ética del máximo tribunal analice el supuesto tráfico de influencias en las nominaciones de cargos en el Poder Judicial.
En su declaración del miércoles 19 de junio, ante cuestionamientos por una serie de revelaciones periodísticas a partir de las investigaciones al abogado Luis Hermosilla y al exjuez de la Corte de Apelaciones de Santiago, Juan Antonio Poblete, los magistrados anunciaron cambios a la instancia.
Soledad Melo, la portavoz de la Corte Suprema, elegida en medio de la crisis, explicó en su diálogo con los medios esa jornada que la comisión mantenía una mentalidad y un “espíritu que es muy antiguo”, por lo que era necesario actualizarla.
Pese a ello, esa jornada se desestimó que la comisión se avocara al estudio de los hechos, al considerarse, según dijo Melo, que “no corresponde mientras no avancen aquellas investigaciones que están en progreso”.
El hecho de que en la decisión participaran magistrados involucrados abrió un flanco de críticas al Poder Judicial y al liderazgo de Blanco.
Bajo ese contexto, este lunes, el mandamás de la Corte Suprema indicó que “en uso de sus facultades decidió convocar a la Comisión de Ética para conocer los hechos que afectan a integrantes de este tribunal, con hechos que son de público conocimiento”.
La comisión estará conformada en esta oportunidad por el propio Blanco y las ministras Adelita Ravanales y Gloria Ana Chevesich.
La vocera, Soledad Melo, en tanto, afirmó que “todos los integrantes del Tribunal Pleno reconocen el trabajo que ha desarrollado el presidente y mantienen su voluntad de apoyar todas las iniciativas y proyectos que él ha impulsado”.
“Igualmente, reiteran su lealtad a la figura que representa para esta Corte Suprema y el Poder Judicial”, señaló.