Estudio evidencia fuerte disminución en las solicitudes de refugio de venezolanos

Julio Pérez llevaba al menos cuatro años incómodo en el Ejército Bolivariano de Venezuela. Hace tiempo, según relata su esposa, Stefanía Rodríguez, que su permanencia ahí era compleja por la situación que atraviesa el país. Parte de su familia ya estaba en Chile. Por eso, Pérez y Rodríguez tomaron la decisión de venirse con sus dos hijos.

El viaje lo hicieron por tierra. "Llegamos a Tacna muy tarde y le pagamos (US$ 150 por persona) a un 'coyote' para cruzar. Ahí empezó el terror, fue horroroso", recuerda Rodríguez. Según su testimonio, los cuatro fueron dejados en el desierto, en la frontera de Perú, alrededor de las 22.30 horas, y tuvieron que caminar hasta las 6.00 del día siguiente para pisar suelo chileno. "Pasamos por sectores minados, subimos cerros, yo pensé que no lo íbamos a lograr", cuenta Rodríguez.

La familia Pérez Rodríguez finalmente llegó a Chile el 19 de enero pasado. "Hace unas semanas empezamos el proceso para solicitar el refugio", dice Rodríguez. Volver a Venezuela no es ninguna opción.

El caso de esta familia venezolana es una de las tantas historias que llegan a la fundación Servicio Jesuita a Migrantes (SJM). Se trata de una nacionalidad con un fuerte y creciente impacto migratorio en Chile.

Según una estimación realizada hace un año por el Instituto Nacional de Estadísticas y el Departamento de Extranjería y Migración (DEM), Venezuela había desplazado a Perú y se transformaba en la primera población migrante del país, con 288.233 personas, es decir, el 23% del total de ciudadanos foráneos.

En este escenario, el SJM realizó un estudio sobre la migración venezolana en Chile. El informe arrojó que las políticas migratorias habrían afectado "el número de ingresos al país, pues se levantaron barreras administrativas para frenar la migración venezolana". Esto, dice la institución, "aumentó la cantidad de víctimas de trata y tráfico, los ingresos por pasos no habilitados subieron exponencialmente en relación a años anteriores y ha habido impedimentos para acceder al sistema de solicitud de refugio".

Sobre esto último, los datos de SJM muestran que durante el primer semestre de 2019 hubo un aumento "sustantivo" en el número de venezolanos que ingresaron solicitando refugio. Pero, a partir de julio, la cifra pasó de 3.361 solicitudes a 19 y luego, en diciembre, a solo tres (ver infografía). "La disminución podría vincularse a que menos personas llegan a la frontera a solicitar refugio. Pero también hemos visto casos de rechazo en la frontera a la solicitud que no quedan registrados en ninguna parte y lo mismo ha sucedido en oficinas de Extranjería. Eso es grave, porque son rechazos que incumplen la ley de protección de refugiados", dice el director de incidencia de SJM, Juan Pablo Ramaciotti.

La Tercera se contactó con el DEM, pero no fue posible obtener su visión sobre estas materias migratorias.

El informe del SJM también revela que, respecto de la Visa de Responsabilidad Democrática, hasta diciembre del año pasado se habían solicitado 207.038 visados. De todos ellos, a fines de 2019 se otorgó el 26,7%, habiéndose cerrado el proceso en 11.043 casos.

Respecto de la disminución de venezolanos que ingresan a Chile, el informe señala que en junio de 2019 el gobierno introdujo una nueva medida, estableciendo que estos ciudadanos debían solicitar sus visas de turismo por vía consular. Esto, de acuerdo al análisis del SJM, "significó que durante los últimos días de junio cerca de 400 personas quedaran en el paso fronterizo de Chacalluta".

Ramaciotti afirma que "cuando se puso el visado consular de turismo, la única forma de entrar era esperando una visa consular. Eso en la práctica operó como un tapón, porque desde ese momento a través de los consulados se empezó a filtrar el número de ingresos para venezolanos".