En medio de la crisis política que estalló en La Moneda con la denuncia por violación en contra del exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, por parte de una funcionaria de Gobierno, durante la jornada de este viernes La Tercera develó una situación que complicó aún más el panorama judicial de la -hasta el jueves- autoridad.

Y es que la semana pasada, y antes de que se estampara la denuncia en su contra este lunes 14, mientras era el jefe civil de las policías ocupó su ascendencia sobre éstas para pedirle a efectivos de la Unidad de Inteligencia de la PDI que fueran hasta el hotel Panamericano, en que pernocta durante la semana y en el que habrían ocurrido los hechos de los que se le acusa, para que revisaran las cámaras de seguridad del recinto y saber si existían imágenes de él y la víctima. Esto, ya que -según las mismas fuentes- la autoridad no recordaba lo que había ocurrido la noche del 22 de septiembre.

La situación, del todo irregular, quedó al descubierto el martes 15 cuando personal de la PDI, de otra brigada, mandatados por el fiscal regional Xavier Armendáriz - quien tramita la denuncia por agresión sexual-, llegaron hasta el recinto. Ahí, los trabajadores del lugar los miraron extrañados y les dijeron a los detectives que ya días antes personal de la PDI se había llevado los registros de las imágenes del hotel Panamericano.

De inmediato, los detectives alertaron de lo ocurrido a sus superiores y al Ministerio Público, lo que determinó la apertura de una nueva indagatoria en su contra, esta vez por infracción a la Ley de Inteligencia y eventual obstrucción a la investigación.

De hecho, eso motivó a que ese mismo martes la Fiscalía le incautara el celular a la autoridad.

Una vez que La Tercera develó estos nuevos eventuales cargos contra Monsalve, y en medio de una extensa rueda de prensa en Lampa, el Presidente Gabriel Boric entregó una información adicional: que el propio exsubsecretario Monsalve le había informado el martes en la noche del tema de esas cámaras. “Él me dijo que había revisado las cámaras del hotel (...) esa es toda la información que tengo, no conozco nada de adulteración de pruebas”, aseguró.

La versión de Monsalve

Cercanos al ahora exsubsecretario entregan más antecedentes de la cita a puertas cerradas con el Mandatario. Ese día, y luego que la ministra del Interior Carolina Tohá supiera por el director de la PDI de la denuncia y de la revisión de las cámaras, Monsalve dijo que no tenía detalles de la acusación interpuesta en su contra, pero que el incidente había ocurrido el 22 de septiembre tras una cena en un restaurante del centro de Santiago, a unos pasos de La Moneda, con la denunciante.

Le detalló que en la cena consumieron varias copas de pisco sour, lo que coincide con la versión de la víctima. En su relato, sostuvo que después de eso ambos tuvieron una laguna de conciencia de al menos 10 horas en que ni él ni la denunciante podían explicar y que juntos intentaron reconstruir lo que había pasado.

Sospecha de que los drogaron

La versión que el exsubsecretario ha compartido con cercanos es que frente a ese hecho, la pérdida de conciencia, tuvo la presunción de que ambos pudieron ser víctimas de un intento de robo o extorsión con algún fármaco en el restorán al que asistieron. Monsalve llegó al lugar en un Uber solicitado por él, pero regresó al hotel en un auto desconocido junto a la mujer.

En esa línea y dado que su cargo es de alta exposición pública consideró necesario solicitarle a un tercero la revisión de las cámaras del hotel al que llegó esa noche del 22 de septiembre junto a la mujer que hoy lo tiene denunciado por una agresión sexual.

El objetivo, le transparentó al Mandatario, era ver cómo llegó esa noche a su hotel.

Fuentes cercanas a la exautoridad aseguran que también revisó sus cuentas del banco para verificar la posibilidad de un fraude.

La versión que Monsalve le transmitió al Presidente podría explicar las 48 horas que demoró La Moneda en solicitarle su renuncia, falta de celeridad en la reacción que hoy es blanco de críticas y que reactivó las amenazas de la oposición de presentar una acusación constitucional en en contra del mandatario.

La posibilidad de una extorsión al jefe de las policías es lo que explicaría las decisiones posteriores que adopta el Jefe del Estado que opta esperar hasta el jueves para solicitar formalmente la renuncia de Monsalve y le da la posibilidad de que viaje al sur para explicar los hechos a su familia antes de que el caso estalle.

Durante la jornada de este viernes el Presidente tuvo que responder por esa decisión y más tarde la ministra vocera de gobierno Camila Vallejo fue increpada directamente a aclarar si la visita de Monsalve a la región del Biobío fue o no en el avión de carabineros. Fuentes cercanas a Monsalve aseguran que se trasladó en auto particular, pero no detallaron si el regreso fue o no en el avión institucional.

¿Omisión de denuncia?

La intervención de Boric generó una serie de reacciones en cadena. Ya es que la revisión de Monsalve a las cámaras podrían ser clave para la imputación en su contra y el hecho de que el Presidente supiera de que tuvo acceso a ellas antes que la fiscalía dejó expuesto a La Moneda.

La oposición, específicamente la UDI y Republicanos, han solicitado que la Fiscalía cite a declarar al Presidente por una presunta omisión de denuncia al tener conocimiento de que el subsecretario habría realizado esas acciones.

“Si efectivamente el exsubsecretario Monsalve le reconoció al Presidente Boric que personalmente había revisado las cámaras del hotel donde supuestamente estuvo con la denunciante, lo que correspondía entonces es que el Mandatario presentara estos antecedentes ante la Fiscalía, tal como se le exige a cualquier funcionario público, que tiene el deber de denunciar un delito”, señalaron a través de un comunicado los parlamentarios de la UDI.

El hecho de que el Presidente tuviera conocimiento de aquello, a juicio de algunos abogados de la plaza consultados, podría incurrir en el delito del artículo 175 del Código Penal, el cual establece a los funcionarios públicos la obligación de denunciar al tener conocimiento de un ilícito.

El Presidente Gabriel Boric durante la conferencia de prensa en que se refirió a Manuel Monsalve. Foto: Edwin Navarro/Aton Chile

La vocera, Camila Vallejo, le bajó el perfil a la situación en la única conferencia que ha realizado esta semana por el caso. A su juicio, cuando Monsalve le devela al Presidente que tomó resguardos, ya había una investigación penal en curso, por lo que no era necesario denunciar.

A juicio de Rodrigo Ríos, académico de derecho de la U. Finis Terrae, el Presidente “potencialmente puede ser un sujeto activo de este delito, dada su condición de empleado público, siempre que se acredite que tomó conocimiento de la realización de alguna conducta delictiva y haya omitido denunciarla dentro del plazo legal”.

Catherine Lathrop, abogada penalista, sostiene que si bien esto siempre es políticamente incorrecto, “lo más grave es lo que ocurre con el Presidente, quien reconoce que supo que Monsalve revisó las cámaras de seguridad, por tanto, de aquello se colige que sabía que el exsubsecretario accedió a esa evidencia de manera ilegal, por lo que este hecho es muy grave”, pudiendo incluso configurarse una figura encubridora.

Irrumpe la defensa

Este viernes Monsalve tuvo su primera reunión formal con sus abogados siendo exautoridad.

En los días previo fichó a los abogados María Inés Horvitz, Cristián Arias y Lino Disi. Todos profesionales que cuentan con una larga experiencia en el área penal.

En el caso de Horvitz, es abogada de la Universidad de Chile desde 1985, en su carrera profesional se desempeñó por 16 años como abogada litigante en el Consejo de Defensa del Estado (CDE) y desde el 2006 y hasta el 2023 como consejera del mismo organismo. La abogada, quien además es académica de derecho penal en la misma casa de estudios desde donde egresó, también integró la comisión técnica que elaboró el proyecto de reforma procesal penal.

Cristián Arias, quien es académico de derecho procesal en la Universidad de Chile, es abogado desde 1993 y desde entonces ha trabajado en la Corporación de Asistencia Judicial, como abogado del CDE y durante cinco años como abogado de la Defensoría Penal Pública. En paralelo, también ha trabajado en estudios particulares.

El último integrante del equipo que defenderá a Monsalve es Lino Disi, quien además de abogado en magíster en derecho público, especializado en litigios de alta complejidad en al área penal.

A un día de haber abandonado el palacio de La Moneda tras una rueda de prensa en la que aseguró que buscaría demostrar su inocencia, se reunió al mediodía con el equipo que lo representará.

Durante la jornada la Fiscalía y la PDI realizaron una serie de indagatorias que buscaban recabar antecedentes para evaluar la situación futura del exsubsecretario del Interior.