Francisco Ljubetic, ex fiscal regional de La Araucanía: "No se puede crear una policía para reprimir al pueblo mapuche"
Abogado valoró que Carabineros prepare en Colombia un grupo especial que enfrente la violencia en La Araucanía, aunque enfatizó que no debe estar focalizado en un grupo, sino en un tipo de delito.
El interés del exfiscal regional de La Araucanía, Francisco Ljubetic, por el escenario de violencia rural que se vive en la zona, no disminuye pese a cambiar la persecución penal por las aulas de la Universidad Autónoma de Temuco, en donde se desempeña como vicedecano de la Facultad de Derecho. Dado su conocimiento del conflicto, conversó con La Tercera sobre la preparación que recibe un equipo especial de Carabineros en Colombia para hacer frente a estos hechos de violencia.
Una tierra que no le es desconocida, dado que mantuvo un contacto estrecho con este país, sobre todo al investigar los presuntos vínculos entre la CAM y las Farc.
¿Qué le parece que Carabineros haya optado por crear un grupo antiterrorista para La Araucanía?
Siempre sostuvimos que una de las variables para investigar de buena forma los hechos violentistas en la región y, particularmente, poder prevenir ese tipo de acciones era tener una policía especializada. Para cualquier equipo de trabajo que se dedica a investigar y reprimir tipos de acciones como las que ocurren en la zona, una de las variables de mayor trascendencia es la permanencia de este en el tiempo.
Desde el punto de vista estratégico, no se puede crear una policía para reprimir al pueblo mapuche, ni nada por el estilo. Pero en el entendido de que quienes cometen delitos sean mapuches o no, como ya hemos visto en delitos que participan personas sin la ascendencia, no es una policía orientada a esa represión, sino a una especialidad que se da en nuestra región, porque la quema de camiones, de predios, viviendas, el ataque a las policías y a particulares, no lo he visto en ningún lugar en Chile. A lo menos la policía debiera tener la sensibilidad básica de poder asumirlo en esos términos con un equipo especial y permanente.
¿Qué le parece que esta capacitación sea en Colombia? ¿Cree que es un buen referente para lo que ocurre?
Es una herramienta que uno nunca puede dejar de lado. En su momento, como fiscales fuimos a trabajar con especialistas de allí. Es evidente que las policías deben hacer todo lo necesario para perfeccionarse. Si uno lo ve en otras áreas, no es raro. Cibercrimen de la PDI se ha especializado en el extranjero. Conocí policías dedicados al narcotráfico que fueron a la selva boliviana y colombiana.
En materia de inteligencia, los policías van al extranjero y se perfeccionan en países más avanzados en esa materia. En Colombia, las Farc tuvieron al pueblo colombiano de rodillas porque tomaron toda la ruralidad. Las diferencias son significativas con Chile, pero hay que tener presente que las herramientas que sirvieron para atacar muchos de esos núcleos terroristas pueden servir acá.
¿Cómo fue su experiencia con la fiscalía colombiana?
Fue muy significativa en dos o tres aspectos. Por ejemplo, en técnicas de investigación. Ellos, con un flagelo como el que vivieron durante décadas, tuvieron que replantearse la forma de persecución, de represión y también desde el punto de vista investigativo. Crearon protocolos especiales para atender el sitio del suceso, para reconocimiento de partícipes por parte de testigos y víctimas, para que las propias policías tuvieran dentro de sus unidades habituales especialistas para atender este tipo de casos, cosa que no tenemos. Por ejemplo, nuestro perito fotográfico saca fotos en todos los hechos que se le encargan. Lo mismo el perito químico y el mecánico. Esos especialistas, que ya no son los oficiales investigadores, pero que ayudan y colaboran en toda la parte técnica, también siguen cumpliendo funciones habituales. Comparten su tiempo de trabajo, cuando en La Araucanía se requieren personas que estén a tiempo completo trabajando en un equipo integral. Si se quiere hacer algo serio, debe ser en esa línea.
También eran interesantes en Colombia las estrategias para insertarse en una ruralidad que era atosigante. Los policías se crían, se forman y trabajan en la urbanidad, y no al revés, entonces habría que replantearse la formación de estos policías para que ella se pudiera reflejar en su participación adecuada en un hábitat que no es el frecuente. Si ya tenemos dificultades para perseguir delincuentes en la urbanidad, en la ruralidad mi adversario me lleva muchos pasos adelante porque conoce el lugar.
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