Desde compra de casas, departamentos y parcelas, hasta inversiones en el mercado financiero. Esas son solo algunas de las formas en las que bandas criminales, sin importar su tipo, “invierten” los recursos que obtienen de sus actividades ilícitas para “blanquear” el origen ilegal de estos. Actividades igualmente irregulares y las cuales son investigadas a través del delito de “lavado de activos”.

De acuerdo a cifras de la Policía de Investigaciones (PDI), desde el 2019 y hasta este año, se han logrado incautar más de $72 mil millones en recursos ilícitos, ya sea en dinero o en bienes. De ese total, la policía civil reporta que en lo que va de 2024, hasta junio pasado, se han requisado $3.732.894.429 por parte de la institución. Mismo periodo en el que, además, han recibido desde el Ministerio Público, 32 órdenes de investigar cómo las organizaciones criminales buscan invertir los recursos que obtienen de sus delitos base.

El reporte, además, permite visualizar el incremento que han tenido las incautaciones a lo largo de los años, ya que los casi $4 mil millones registrados a junio de 2024 están bastante por encima de los $2.737 millones requisados durante todo 2019. No obstante ello, la cifra dista mucho de los más de $37 mil millones que se anotó en 2023, año en el que -según explican desde la PDI- se recepcionaron los bienes del “megrafraude” tributario detectado en diciembre del año pasado.

El subprefecto Johnny Fica, jefe de la Brigada de Lavado de Activos, señala que el aumento en las incautaciones de los recursos provenientes de un origen ilícito se ha debido al incremento en las indagatorias. “Aquí el objetivo no es tan solo poder desbaratar, obviamente, el grupo criminal o detener a sus integrantes, sino que también poder recuperar los bienes o los activos que son producto de este delito”, detalla el oficial de la PDI.

En lo que va del año, según las estadísticas de la PDI, se han materializado tres investigaciones por lavado de activos a partir de otras indagatorias que lleva la policía civil, lo que ha permitido, además, detener a 34 personas por tener participación en este delito.

En ese sentido, Fica indica que las investigaciones por lavado de activos involucran un factor de tiempo, así como también se relacionan con la “magnitud del grupo o la organización criminal que uno esté investigando. Obviamente la variable tiempo va a estar determinada por la magnitud de la banda”.

Autos, casas y hasta inversiones

De los más de $3.732 millones incautados en lo que va de 2024, el 34% corresponde a bienes inmuebles que han sido requisados durante las pesquisas. Le siguen, con $1.000 millones de pesos incautados (22,9%), los activos congelados, es decir, que sus dueños no pueden disponer de ellos mientras dure la investigación. El 21,1% del total, en tanto, es por vehículos motorizados. Mucho más atrás, con el 5,8%, están “metales” como el oro y otros; 3,7% corresponde a otros activos menores y el 1,4% a cigarrillos. Al final del listado, con 0,1% de los recursos, se posicionan las monedas virtuales o “criptomonedas”.

Ante ello, el subprefecto asegura que las formas de lavar activos “van cambiando, mutando”. El oficial cuenta que “hemos detectado, por ejemplo, grupos o bandas que han utilizado empresas que son de fachada donde tratan de simular ingresos, y eso es muy tradicional, particularmente de grupos que actúan de manera nacional, y que pretenden jugar con el sistema financiero”.

Asimismo, sostiene que esos negocios se dan en diferentes áreas comerciales: “Hemos encontrado rubros que son desde botillerías, restaurantes, prestadores de servicio, como asimismo se han instalado negocios de transferencias o cambios de moneda”.

El origen ilícito de los recursos también es otro de los factores que influye en cómo se intentarán utilizar estos recursos. En el primer semestre, de acuerdo a las cifras de la PDI, los “delitos base” de los más de $3.700 millones incautados se refieren a tráfico de drogas y asociación ilícita. “El perfil de quien busca lavar el dinero normalmente sigue siendo el mismo traficante. Pero, a medida que va creciendo el grupo y las operaciones de tráfico son mayores en términos de volumen y cantidad, con conexiones internacionales, estos grupos criminales se empiezan a asesorar por profesionales”, afirma el jefe de la Brigada de Lavado de Activos.

Fica también indica que bandas locales tienden a realizar maniobras para ocultar el dinero de forma tradicional a través de la compra de inmuebles, vehículos, e incluso inversiones en el sistema financiero. Sin embargo, agrega, organizaciones criminales internacionales realizan lavado de dinero de manera más compleja y sofisticada. Ejemplo de eso es la incipiente utilización de monedas virtuales.

Investigaciones más complejas

La utilización de este tipo de tecnologías y recursos, no solo para lavar el dinero, sino que también incluso para realizar las propias transacciones ilegales, representa actualmente uno de los mayores desafíos para las policías en este tipo de investigaciones.

Según explica el subprefecto, las bandas “están buscando siempre hacer más sofisticadas las maniobras de lavado y ese también es el desafío de la institución: que como el lavado evoluciona, nosotros tenemos que hacer lo mismo”. En ese sentido, la PDI desde hace un tiempo ha comenzado a capacitar a los detectives en el uso de dichas monedas virtuales, así como también en la utilización de nuevas herramientas tecnológicas.

“A nosotros como institución nos preocupa no tan solo el uso de criptomonedas o criptoactivos, que es una realidad y que la policía ha logrado incautar, también esa relación de que el crimen organizado está utilizando esos métodos no tan solo como un medio de lavado, sino que además como un método de pago”, alerta el detective.

Pero ya sea a través de formas tradicionales o nuevas de lavado de dinero, desde la PDI destacan que la investigación de este tipo de delitos es fundamental, por lo mismo la institución pasó de tener solo una unidad que indaga estos hechos, a habilitar una por cada región. “La única forma de desbaratar los grupos criminales es atacando la estructura económica financiera, no existe otra receta. No podemos limitarnos simplemente al aspecto de detener a quienes cometen el delito”, concluye el profesional.