Isabel Allende en acto en La Moneda por 50 años del Golpe: “Se han intentado invertir las responsabilidades de la tragedia”
"El Golpe de Estado fue un crimen y no hay contexto, ideología política, contingencia o razones que legitimen el despojo de la voluntad popular y de la dignidad humana”, dijo en su discurso la senadora, hija del fallecido expresidente Salvador Allende.
Un emocionado discurso fue el que entregó Isabel Allende Bussi, hija del expresidente Salvador Allende, en la ceremonia realizada en La Moneda, en el marco de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, encabezado por Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973.
Durante el acto “Por la democracia, hoy y siempre”, realizado en la Plaza de la Constitución, la senadora del Partido Socialista apuntó a quienes intentan justificar el quiebre democrático ocurrido hace cinco décadas, que terminó con la muerte de su padre, líder de la Unidad Popular.
“Este cruento golpe militar y civil de Chile ha intentado ser justificado por sectores que cerraron los ojos ante las violaciones a los derechos humanos”, señaló.
“En estos últimos meses hemos visto con dolor, con preocupación que se promueva un revisionismo histórico, se ha intentado invertir las responsabilidades de la tragedia que vivimos en los últimos 17 años más oscuros en nuestra historia”, recalcó Allende.
En esa misma línea, planteó que se ha intentado culpar al expresidente y su gobierno de los hechos ocurridos ese martes 11 de septiembre de 1973: “De manera insólita, se busca tergiversar los hechos y de culpar a la Unidad Popular y al Presidente Allende del Golpe de Estado”.
“Los verdaderos responsables son quienes quebraron la institucionalidad, bombardearon este palacio, persiguieron, torturaron, asesinaron y desaparecieron a miles de chilenos”, enfatizó.
“Sin duda también los que ampararon políticamente y guardaron silencio cómplice ante las atrocidades que se vivían en nuestro país”, agregó.
La senadora dijo que “el Golpe de Estado fue un crimen y no hay contexto, ideología política, contingencia o razones que legitimen el despojo de la voluntad popular y de la dignidad humana”.
El Presidente Gabriel Boric encabezó la ceremonia en La Moneda, que contó con la asistencia de los exmandatarios Michelle Bachelet y Ricardo Lagos, y máximas autoridades latinoamericanas como el mexicano Andrés Manuel López Obrador, el colombiano Gustavo Petro y el boliviano Luis Arce. También estuvo presente el expresidente de Uruguay, José Mujica, además de otras figuras internacionales.
Como lo habían anticipado, los partidos de oposición no participaron de la conmemoración.
Homenaje a su padre
La senadora partió su intervención en La Moneda haciendo un sentido homenaje a su padre, Salvador Allende. Su discurso inició a las 11.52 horas, después del minuto de silencio que evocó la hora exacta del bombardeo en Palacio, y logró emocionar hasta las lágrimas a la ministra de Defensa, Maya Fernández (PS), nieta del fallecido expresidente.
“Quisiera comenzar agradeciendo, querido Presidente Gabriel Boric, la oportunidad de estar aquí a nombre de la familia Allende. Es una tremenda emoción dirigirme a ustedes, en esta la conmemoración de los 50 años del golpe civil y militar que nos afectó no solo a Chile, sino que conmovió al mundo”, dijo la parlamentaria.
“También le agradecemos abrazar la idea de instalar un memorial en el vano de la puerta de Morandé 80, con los zapatos de mi padre, el presidente constitucional de Chile, que calzó ese martes 11 de septiembre de 1973, último vestigio de su presencia en La Moneda”, continuó.
“Para nosotros simbolizan una prenda personal, testigo de esa terrible jornada que nos acerca a la historia, pero también el largo caminar de mi padre, como luchador social e intérprete de los anhelos de justicia social, por todo el país, en una trayectoria política de décadas, que terminó consecuentemente y dignidad a pocos metros de aquí”, agregó.
Con emoción, señaló: “A 50 años del Golpe, he tratado de hacer un relato. Créanme, no ha sido fácil, más bien ha sido triste y doloroso. Me tocó ser la última persona, del entorno de mi padre y entrar al Palacio a ese día junto a otras personas. Teníamos un relato que contar, lo que significó la Unidad Popular y también la barbarie que comenzaba a imponerse”.
“La memoria es un primer paso para llegar a la verdad, pero necesitamos mucho más para alcanzar la justicia, la reparación y asegurar la no repetición de esos hechos de ese día. Por eso suscribo completamente el lema: memoria, es democracia y futuro”, apuntó.
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