La mañana de este martes la ministra en visita que investiga malversación de caudales públicos en el Ejército, Romy Rutherford, dictó procesamiento en contra del excomandante en jefe de la institución, Juan Emilio Cheyre por la utilización irregular de $128.638.559 millones que debían ser destinados a labores de inteligencia. Asimismo, determinó ampliar cargos a Óscar Izurieta y a Juan Miguel Fuente-Alba. Todo, en la denominada arista “Gastos Reservados” que lleva la magistrada.
Se trata de la primera vez que la jueza inculpa al excomandante en jefe que ejerció el cargo entre los años 2002 a 2006, dado que tras la declaración del coronel (R) Sergio Vásquez -jefe de Contabilidad y Remuneraciones en la Comandancia en Jefe, entre 2010 y 2014, y luego jefe de Finanzas hasta 2018-, éste entró en su radar, estableciendo que las irregularidades venían desde hace años.
Tras la formulación de los cargos, Cheyre quedará preso en el Batallón de Policía Militar N° 1 de Peñalolén y en los próximos días deberá definirse si puede o no acceder a libertad bajo fianza.
De acuerdo con los detalles del caso, a Izurieta se le amplió el procesamiento por $95.153.689 y a Fuente-Alba por montos equivalentes a $50.714.559. A ambos se les mantuvo la libertad provisional bajo fianza otorgada por la Corte Marcial y el arraigo nacional.
A raíz de las imputaciones, Rutherford ordenó el embargo de bienes de Cheyre por un monto total de $ 140.000.000, y amplió los embargos de Fuente-Alba por $ 55.000.000 y de Izurieta por $ 105.000.000.
Testimonios que los inculpan
Entre los testimonios que complican a Cheyre, aparece la declaración de quien fuera jefe de Finanzas de la Comandancia en Jefe, entre 2002 y 2005, el coronel (R), Juan Pablo de la Fuente. Él sostuvo ante la ministra: “El general Cheyre me daba las instrucciones para que fuera retirando los recursos de gastos reservados en la Dirección de Finanzas del Ejército (...). Había ciertos gastos mensuales que estaban dispuestos para pagar con estos recursos, tales como pago a los excomandante en jefe. En esa época al excomandante Ricardo Izurieta Caffarena, a quien se le entregaban mensualmente $ 400.000, y no recuerdo si también se le entregaba al general Augusto Pinochet”.
El oficial en retiro también ratificó el denominado “perdiem” -una especia de viático- que se les daba a los generales que salían al extranjero. Esto, en un comienzo del caso se les imputó a todos los sucesores de Cheyre, pero, según la declaración de De La Fuente, también era algo instruido en el periodo de su jefe directo.
“Por orden del comandante en jefe, general Cheyre, entregaba una cantidad de dinero a razón de USD 1.000 o USD 1.500, según la instrucción que daba él, y se les entregaba a los generales que iban en comisión de servicio al extranjero, pero no a todos, solo los que el comandante en jefe señalaba”, dijo ante la jueza.