La Moneda zanja disputa: prohibirá tragamonedas fuera de los casinos
Ejecutivo notificó ayer a senadores que la idea es que se respete la ley vigente, que no permite esta actividad en recintos sin licitación para juegos.
Los senadores Ximena Rincón y Carlos Bianchi firmaron en 2013 el proyecto de ley que busca legalizar las máquinas de juegos que operan fuera de los casinos.
Ayer, sin embargo, ambos parlamentarios expusieron sus cambios de opinión. La senadora DC intervino en la sala para decir: "A pesar de que yo firmé el otro proyecto, y que sostenía que era necesario regular, hoy creo que es necesario prohibir".
Y el senador independiente hizo lo propio para recordar que hace un tiempo ya había presentado otro proyecto para prohibir esta actividad.
La discusión por los tragamonedas de barrios se ha vuelto un dolor de cabeza para el Ejecutivo, que se comprometió a intervenir en la tramitación y fijar una postura a través de una indicación. Y tal como señaló la senadora UDI Luz Ebensperger en sala, el ministro secretario general de la Presidencia, Gonzalo Blumel, notificó en la mañana de ayer, cuando asistió a la Comisión de Gobierno del Senado, que la intención del Ejecutivo es prohibirlas.
"Hoy el ministro Blumel nos señaló que el gobierno va a mandar probablemente un proyecto o una indicación en ese sentido", dijo la parlamentaria gremialista.
Hasta ahora, las máquinas tragamonedas que se han emplazado en distintos barrios del país han conseguido operar gracias a la obtención de patentes como máquinas de habilidades y destreza, distintas a las máquinas de azar que están tipificadas como prohibidas en la ley si no se encuentran al interior de un casino.
Según registros de la Universidad Católica, cerca de 33 mil máquinas existen en Chile. Y según la Asociación de Municipalidades, la realidad apunta a más de 700 mil.
En el hemiciclo del Senado se iba a votar ayer sobre dar el vamos a la idea de legislar este proyecto -firmado también por el exsenador Fulvio Rossi y el PPD Jaime Quintana-, que se había tramitado hasta ahora en la Comisión de Gobierno. Sin embargo, los senadores acogieron la moción de devolverlo a la comisión, con el objetivo de fusionarlo con otros proyectos que buscan eliminar esta actividad fuera de los casinos.
La tramitación de esta iniciativa se vio afectada por la irrupción de una arista política en el caso denominado tragamonedas, y que surgió a partir de una querella interpuesta por la Asociación de Casinos.
Así, varios allanamientos realizados hace algunas semanas en contra de directores y asesores de la Asociación Gremial de Operadores de estos juegos, Fiden, coincidieron con una de las fases clave del proyecto: su avance en la idea de legislar que ya había sido aprobada en la comisión del Senado.
Según fuentes ligadas al gobierno, la fórmula que trabaja el Ejecutivo busca mejorar la Ley de Casinos para precisar que las máquinas de destreza -o cualquiera que entregue premios avaluables en dinero- se circunscriban a la normativa que rige a los casinos.
Así, a través de una indicación que se presentará en la Comisión de Gobierno, la Subsecretaría de Hacienda concretará la postura del gobierno.
Eliminarlas
Algunos parlamentarios no solamente están por prohibir las máquinas de juegos de destreza en el futuro, sino que también están por eliminar las que ya se encuentran desplegadas en distintos puntos del país.
El senador RN Manuel José Ossandón habla incluso de sancionar a los municipios. "Yo creo que la ley que salga no solo tiene que prohibirlas, sino que tiene que sancionar a los municipios que den permisos", dice.
En la Comisión de Gobierno, donde retornarán los proyectos y se agruparán con todos los relacionados a la materia, se solicitó a varios municipios que notificasen al Senado la cantidad de patentes otorgadas para el funcionamiento de estas máquinas.
En la misma línea, la Contraloría evacuó un dictamen en 2016 para reprimir el otorgamiento de estas patentes. Pero, según señaló en la comisión del Senado el jefe de la dirección jurídica de la entidad, Camilo Mirosevic, el dictamen no podría tener efecto retroactivo. Así, quienes ya poseen patentes, no podrían perderlas.
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