El subsecretario de Obras Públicas, Alfredo Gutiérrez (FRVS), fue la primera autoridad designada por el gobierno de Gabriel Boric que declinó asumir su cargo antes de iniciar sus funciones. El nombramiento del funcionario del MOP, con una trayectoria de hace más de dos décadas, fue cuestionado por una querella por prevaricación administrativa por parte de la empresa Construcciones y Obras Marinas mientras ostentaba el cargo de director nacional de Obras Portuarias. Con su renuncia, el gobierno designó al actual subsecretario de la repartición, José Herrera.

El caso de Gutiérrez no es el único, y a 47 días de asumida la administración del Presidente Boric, al menos otras siete autoridades -contabilizando seremis y delegados presidenciales o provinciales- han desembarcado del gobierno tras sus designaciones.

Durante el proceso de designación se hicieron sentir las críticas de las colectividades oficialistas, pues hasta fines de marzo aún no estaba definida la nómina final y el proceso demoró más de lo normal. Los partidos también le cuestionaron al subsecretario de Desarrollo Regional, Miguel Crispi (a cargo de las tratativas), algunos de los nombres elegidos. Así, algunos de los dirigentes de las colectividades le plantearon que en algunas zonas no fueron consideradas las prioridades locales que tenía cada partido.

Con el puzzle final “zanjado”, y tras conocerse la nómina definitiva de seremías a inicios de abril, uno de los primeros seremis en presentar su renuncia al cargo fue el profesor y excandidato a diputado del Partido Socialista (PS) Rodrigo Saldivia.

El militante PS había sido designado como seremi de Gobierno (vocería) en Aysén, y en la ocasión señaló a un diario local que declinaría por las críticas del Apruebo Dignidad en su contra. “Seguramente esperaban a un vocero de Gobierno en la región afín a la militancia de dicha coalición”, dijo en esa oportunidad. En conversación con La Tercera, Saldivia evita ahondar en el tema que lo llevó a marginarse del gobierno. “Ese tema está cerrado con el comunicado que entregué”, planteó.

Tras su renuncia, fue designada Tatiana Plá Álvarez.

Las críticas en redes sociales también ha sido una de las razones esgrimidas por las autoridades para renunciar a los cargos a los que fueron designados. Es el caso de Fernando Monsalve (Comunes), quien había sido nombrado seremi de Energía en la Región de Atacama.

A inicios de este mes, la Coordinadora Feminista de Atacama acusó una serie de “dichos misóginos” por parte de Monsalve, que datan del año 2012, en redes sociales como Facebook.

“Fernando decidió dar un paso al costado poniendo en primer lugar el bienestar del gobierno de Gabriel Boric por sobre sus intereses y proyecciones personales, eso es lo que siempre se debe hacer”, comunicó su partido en una misiva.

En una situación similar se vio envuelto Sergio Pinilla (Convergencia Social), delegado presidencial nombrado en la Región del Biobío. Antes incluso de que asumiera el Presidente Gabriel Boric, Pinilla dimitió por las críticas de los partidos de Apruebo Dignidad -Partido Comunista (PC), Comunes, Revolución Democrática y la Federación Regionalista Verde Social- a sus dichos en redes que fueron catalogados como “contrarios absolutamente a la perspectiva feminista del programa”.

Sin embargo, antes de dar un paso al costado y tras agradecer a Boric “por la confianza depositada”, Pinilla se defendió acusando que “durante el transcurso de mi nombramiento se ha mancillado el honor de mi persona, como también el de mi familia, a través de prácticas ligadas a hostigamiento político y acoso personal, difundiendo información falsa, a través de perfiles falsos de redes sociales y en medios de prensa de la provincia”.

Las razones de salud también han sido motivo de renuncia. A inicios de marzo, la independiente Silvia Prieto -a través de sus redes sociales- declinó asumir como delegada presidencial en la provincia de Arauco. “Debido a una compleja situación de salud que se me informó recién en el día de hoy, y conversado el tema con mi familia y mi cardiólogo tratante, y teniendo siempre presente la responsabilidad del cargo, me veo en la triste obligación de tener que dar un paso al costado”, argumentó.

Tras la renuncia de Prieto, el gobierno optó por el independiente Javier Ponce. Sin embargo, a fines de la semana pasada este también concretó su renuncia por razones médicas.

Mediante un comunicado, la autoridad provincial informó que el pasado viernes era su último día de trabajo, ya que “desde mañana (sábado 23) renuncié al cargo de delegado presidencial de la provincia de Arauco y el motivo es por una enfermedad que estoy pasando, con un delicado estado de salud. Me tengo que operar dos veces, de dos situaciones graves”.

En su lugar se designó a Humberto Toro, quien ya se había desempeñado como gobernador de la zona. Sin embargo, entre algunas organizaciones mapuches vieron con distancia su nombramiento, asegurando que tuvo un rol “represor” durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet en la gobernación.

El PS Cristián Troncoso -designado delegado presidencial por la provincia del Maipo- desistió en su nominación luego de que se diera a conocer que, acorde a un reportaje de Ciper, estuvo presuntamente involucrado en el desvío de dineros municipales al club Deportes La Pintana en 2015, cuando se desempeñada como funcionario municipal.

Finalmente, allí asumió Miguel Ángel Rojas Alarcón, militante del Partido Socialista e ingeniero en Prevención de Riesgos.

Más recientemente, Matilde Báez (PL), seremi de Educación de Antofagasta, salió de su cargo por denuncias de maltrato laboral según consignó la prensa local. “No voy a dar declaraciones, porque di vuelta la página, fue un tema complejo, pero prefiero no responder ante esas situaciones”, respondió hoy a La Tercera.

Consultada la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere), encargada de la mayor parte de estas designaciones, declinó entregar una versión.